Distribuidora polaca Momakin busca producciones de animación latinoamericanas

Animación, Distribución - Otros países

La flamante compañía de distribución Momakin, de Polonia, se encuentra buscando títulos de animación latinoamericanos para exhibir en diferentes salas del país europeo. Integrada por un equipo experimentado que previamente participó en el mítico estudio de stop-motion Se Ma For, Momakin nace en 2015 con el objetivo de distribuir filmes de animación internacionales en el mercado polaco, que cuenta con una población de unos 40 millones de personas.

“Actualmente estamos en negociaciones con una compañía latinoamericana y esperamos cerrar el acuerdo muy pronto. Conocemos muchos proyectos de la región en desarrollo que tienen potencial, sin embargo, es difícil encontrar aquellos ya terminados”, explica a LatAm cinema Katarzyna Gromadzka, directora de producción de la compañía. “Sorprendentemente para nosotras, no hay demasiados productores y distribuidores de Latinoamérica que presenten sus películas para ser distribuidas en Europa”, añade.

Gromadzka considera que la animación regional tiene su nicho en el mercado polaco. “Uno de los distintivos para el público de Polonia puede ser su diversidad cultural en relación a las películas ya comercializadas en nuestro país. Actualmente, cada vez más público, incluyendo el infantil, se está interesando por otros países y continentes”, señala.

Momakin tiene un perfil orientado a la distribución de películas de animación de todo el mundo y actualmente está seleccionado tanto largometrajes como cortos y series de televisión, especialmente aquellas dirigidas a audiencias preescolares (2-5) e infantiles (5+), así como a adolescentes y adultos.

La distribuidora trabaja prácticamente con todos los agentes de exhibición del mercado polaco: canales de televisión, salas comerciales, cines independientes –en torno a 400- y comunitarios –unos 4.000 en todo el territorio-, así como plataformas VOD. De hecho, uno de sus puntos fuertes es la creación de estrategias personalizadas de comercialización teniendo en cuenta la historia de cada película, lo que determina, entre otras cosas, el circuito de exhibición. A veces, esto implica generar diferentes actividades conectadas alrededor de una misma producción, como talleres de cine o proyecciones especiales. “Es valioso participar en estos eventos, ya que ayuda a las películas a crear su marca en el público y aumenta las opciones de éxito”, afirma Gromadzka.