• Jhonny Hendrix Hinestroza, director de “Saudó - Laberinto de almas”

Jhonny Hendrix Hinestroza, director de “Saudó - Laberinto de almas”

Jhonny Hendrix -uno de los productores más activos del cine colombiano- regresa a las pantallas·con su nuevo film como director, “Saudó - Laberinto de almas”. Tras su debut como realizador con “Chocó”, en 2012, el realizador vuelve a retratar el lugar que da título a su ópera prima con “Saudó - Laberinto de almas”, una película de terror que desde este 4 de agosto llega a 52 salas de 20 ciudades de Colombia, con distribución de Cinecolor Films. Producida por Antorcha Films, la película cuenta la historia de Elías, un médico que empieza a ser atormentado por pesadillas sobre un pasado del que creyó haber escapado. Cuando Elías descubre que sus pesadillas coinciden con las de su hijo, sentirá que todo hace parte de un llamado de su tierra, Saudó. Emprender el viaje de regreso, mostrará que aquellas pesadillas eran solo el comienzo de algo peor.

Pese a que desde “Chocó” hasta la actualidad ha trabajado en diferentes largometrajes vinculado al área de producción, en “Saudó” regresa a la dirección. ¿Cómo ha sido la experiencia como director de esta película? ¿Cómo fue la experiencia de rodar nuevamente el Chocó?

Ha sido fenomenal, me encantó la experiencia. Nunca había hecho una película de suspenso, y creo que lo que ha pasado es que hemos aprendido un poco más, pues estamos en fase de crecimiento. Rodar en Chocó siempre va a ser mágico no solo por sus paisajes, sino porque es el lugar donde nací, uno de los lugares que más amo en mi vida. Sino que es mágico porque la gente asume la película como suya y pone todo el amor para que las cosas salgan bien.

¿Cómo fue el trabajo con los actores?

Nos demoramos bastante, quedamos muy contentos con el resultado, el trabajo con ellos fue fácil porque estaban con muy buena disposición, encantados y enamorados del proyecto. Adicional a esto, tuvimos alrededor de tres meses de ensayo con los actores. Nos facilitó poder llegarle a la película como queríamos y al rodaje con la construcción de cada uno de los personajes.

En su carrera ha trabajado en producciones de diferente género y tipo. Ahora aborda una película de terror rodada, entre otras locaciones, en el departamento del Chocó. De manera que parece haber dos tipos de exploración en su trabajo, por un lado está el de los géneros y estilos, y por otro lado - considerando los filmes en que usted es guionista y director - también está la exploración del Chocó como escenario de sus historias. ¿Qué podría decirnos respecto a estas dos exploraciones o búsquedas en su trabajo?

La exploración con los géneros es una necesidad, creo que estamos en un proceso de crecimiento, estamos aprendiendo, estamos tomando confianza, digámoslo así. Y creo que la exploración del  suspenso lo que te da es fortaleza, ánimo y un conocimiento de la película que querés contar y cómo la quéres contar. Nosotros conocimos a Chocó como personaje, como lugar  en el  que llevo marcados mis genes, mi vida y entorno, y quiero explorarlo para resolver preguntas propias y personales: ¿Quién soy y para dónde voy? Siento que haciendo películas de Chocó puedo reencontrarme a mí y a mi mundo y responderme esas preguntas.

Siento que haciendo películas de Chocó puedo reencontrarme a mí y a mi mundo.

En cuanto a la película, ¿cómo surge la historia y cómo fue el trabajo con Alfonso Acosta y Alonso Torres en la escritura conjunta del guión?

Teníamos una historia clara que queríamos producir, sabíamos cuál era el principio, desarrollo y final de la peli. Escribí un argumento, el cual pasé a Alonso Torres, y lo invité para que escribiera conmigo, a cuatro manos, la primera versión del guión. Luego hicimos la invitación a Alfonso Acosta para que nos ayudara en la estructura y en forma del guión. Luego continué trabajando en solitario un par de años, me enfrenté al rodaje con un guión con el que tuve la oportunidad de viajar por mil convocatorias de desarrollo y madurarlo en esos mismos encuentros.

La película ha venido desarrollando una estrategia de publicidad que ha buscado alcanzar nuevos espectadores. Primero vimos la votación para la elección del cartel oficial de la película, luego vimos la presentación del trailer en Rock al Parque. ¿Qué han buscado con esta campaña y cómo ha sido la recepción del público?

Hemos buscado captar espectadores que se sienten poco atraídos por el cine colombiano. Hemos tratado de mostrar cuales son las fortalezas del género y de esta película en particular. Hemos tratado de estar en donde la mayoría de estos espectadores cautivos se encuentran, como Rock al Parque, eventos culturales y literarios, y hemos tratado de ser creativos a la hora  de exponer el proyecto en estos espacios y obtener mayor visibilidad y mayor taquilla.

El perfil del protagonista de su película no es común dentro de las representaciones de personajes afro en gran parte del cine colombiano, ¿cómo fue la construcción de este personaje?

La mayoría de los colombianos somos guerreros, somos personajes que construimos país, que construimos nación desde otro lugar, y desde esa misma perspectiva construimos a Elías, una persona que huye de su lugar de origen y logra tener éxito en otro territorio. Pero además es un personaje afro, un médico lleno de éxito, que son representaciones que vemos poco en la cinematografía. Es una apuesta personal por lograr identificar a nuestra raza desde otra perspectiva, creo que son muchos los cambios que han tenido las comunidades afro para seguir viéndolas en nuestro cine como empleadas, esclavos, trabajadores rasos. Basado en esto queríamos que nuestro protagonista fuera exitoso y que de igual manera tuviera un llamado a su tierra.

Quisiera que comente un poco más del proceso de postproducción de la película, pues cuenta con varios efectos con los que, según entiendo, busca construir atmósferas que den el tono a la película.

Quisimos generar una atmósfera de una selva silente, una selva extraña, una selva distinta que se diera representada como un abismo que atrae y que al mismo tiempo genera intriga y temor. Los efectos visuales quisimos que fueran una cuestión hiperrealista que generará en el espectador esa intriga de qué es lo real y qué es lo ficticio. Para nosotros era importante desde la fotografía, lo técnico, los efectos y desde todos los sentidos generar una atmósfera que le permitiera al espectador hacer un viaje intensivo desde su realidad hasta su propio Saudó.