La gastronomía peruana se hace fuerte en Culinary Cinema con “Buscando a Gastón” y “El sueño de Sonia”

Dos documentales peruanos se exhibieron en la muestra “Culinary Cinema” de la 65ª edición de la Berlinale. El largometraje “Buscando a Gastón”, de Patricia Pérez, y el corto “El sueño de Sonia”, de Diego Sarmiento, fueron los únicos títulos latinos participando en la sección pionera del cine gastronómico.

“Buscando a Gastón” se exhibió tras cosechar varios reconocimientos en otros festivales, incluyendo el premio de la sección culinaria en San Sebastián. El documental sigue el quehacer cotidiano de Gastón Acurio, reconocido chef nacional, en su misión de usar la cocina peruana como vehículo para generar el cambio en su país. La obra ya tuvo su estreno en salas de Perú y el agente Wide House, a cargo de las ventas, cerró acuerdos en Estados Unidos, Japón, Noruega, Australia y Nueva Zelanda. Su directora, Patricia Pérez, ya había mostrado el Perú culinario en 2011 en su corto documental “Mistura”.

Por su parte, Diego Sarmiento estrena mundialmente “El sueño de Sonia”, en el que relata el coraje de Sonia Mamani, una mujer joven del Lago Titicaca que desde su adolescencia enseña a otras mujeres indígenas a superar la pobreza a través de la cocina.

LatAm cinema conversó con los directores sobre sus trabajos y la potencialidad del cine gastronómico peruano.

Los suyos son los únicos trabajos peruanos en esta edición del festival, y ambos participan en “Culinary Cinema” como únicos representantes latinoamericanos. ¿Qué lectura hacen? ¿Consideran que el cine gastronómico peruano está despertando?

Diego: De por sí, la gastronomía en Perú, desde hace diez años tal vez, tiene mucha importancia y se ha vinculado a la identidad como país. En un país tan diverso culturalmente, la gastronomía ha sido el agarre para unir de alguna manera a los peruanos. En cuanto a cine gastronómico, sí se han hecho cosas, pero de por sí no hay demasiada industria cinematográfica en Perú.

Patricia: Como dice Diego, la gastronomía está tan ligada a nuestra identidad que se ha vuelto parte del orgullo de ser peruano. Es por eso que están surgiendo películas como la de Diego, como la mía, creo que se está iniciando una ola de cine culinario que recién está empezando a salir.

¿Les parece que la catalogación de sus films como “cine gastronómico” puede ser impedimento para que éstos sean considerados en otras secciones del circuito festivalero?

Patricia: En mi opinión, estar en la sección culinaria es perfecto, porque generalmente estos espacios tratan acompañar la película con una experiencia culinaria, y así se completa el ciclo de la obra.

Diego: Yo creo que por un lado, hay que ser objetivo y buscar el nicho al que cada película pertenece. Y por otro, considero que el hecho de que una película nacional esté en un festival, sea de la temática que sea, abre posibilidades y visibiliza el cine peruano de cara a las siguientes ediciones.

Cada cinta está en un momento particular de su trayectoria. “Buscando a Gastón” va cerrando su ciclo de festivales y “El sueño de Sonia” tiene su estreno mundial.

¿Cómo fue el proceso de encontrar a sus personajes?

Diego: Mi corto cuenta la historia de Sonia, una chica de 23 años de Puno a quien conocí en Mistura –la feria gastronómica más grande de Perú- en 2012. La volví a ver 2013 y me llamó la atención su carisma, su forma de ver la vida y sus objetivos teniendo en cuenta su juventud. Le propusimos hacer un documental y desde ahí la seguimos, ya que viaja bastante enseñando la gastronomía. Los temas que siempre trato como cineasta están vinculados a la identidad, en este caso se dio a través de la gastronomía y después pensé que quizá podría empatar con Culinary Cinema. Creo que es importante fomentar nuevos nichos de cine, como sucede también con NATIVe, y cada film tiene que buscar a qué pertenece.

Patricia: “Buscando a Gastón” cuenta quién es Gastón y su importante labor en la culinaria peruana, además de cinco historias adicionales de la gastronomía. Pensé en hacer un documental de la estancia del G9 (Consejo Asesor Internacional del Basque Culinary Center) en Lima, pero al iniciar la investigación me di cuenta que todos los chefs que participaban tenían su propia película excepto Gastón. Se lo propuse a él y aceptó, justamente porque sabía que no iba a ser solo de él sino que a través de él se iban a contar historias de otras personas.

El estar en Berlín me emociona no solo por estar representando al Perú, sino particularmente, porque gracias a esta historia de Gastón hemos podido llevar a la pantalla grande de un festival internacional a personas que de otras formas no hubieran llegado, como son las productoras de quinoa o los pescadores de Paracas.

¿Están trabajando en nuevos proyectos relacionados con la gastronomía y la sostenibilidad?

Patricia: Siempre digo que no voy a seguir en temas culinario pero ya me di cuenta que es en vano. Y siendo precisamente el Perú un país tan gastronómicamente fuerte estoy otra vez trabajando en el tema, desarrollando algunos cortos y un proyecto de largo para empezar este año. Pero lo más emocionante que estoy promoviendo es un proyecto con dos organizaciones en Perú para dar la oportunidad a mujeres de diferentes backgrounds de hacer documentales. Como mujer peruana me ha costado mucho terminar mis películas y no quiero que le suceda a otras personas.

Diego: Después de varios cortos, quiero dar el paso al largometraje. Este año tengo dos proyectos en desarrollo de documental, uno de ellos está ligado no directamente al tema culinario pero si a la agricultura, porque en Perú el cambio climático está afectando mucho a los agricultores, a quienes además no se les valora. El largo tocará esa problemática desde el lado de las soluciones, ya que hay gente que están poniendo medidas en sus propias vidas para alivianar los efectos del cambio climático.

”La gastronomía está tan ligada a nuestra identidad que se ha vuelto parte del orgullo de ser peruano”.