Sandro Fiorin, director de FiGa Films

FiGa Films se ha posicionado como uno de los principales agentes de ventas y distribuidores de cine latinoamericano, con un catálogo que ostenta títulos como “Las marimbas del infierno”, del guatemalteco Julio Hernández Cordón, o “Verano de Goliat”, del mexicano Nicolás Pereda; films que se acuñaron su prestigio en festivales internacionales revelando a una nueva generación de cineastas de América Latina. Es precisamente el descubrimiento y lanzamiento de noveles directores los principales objetivos que persigue la empresa dirigida por Sandro Fiorin, brasileño residente en Estados Unidos, quien participó en la pasada edición del BrLab de São Paulo en calidad de jurado.

“Es el primer año y han hecho un trabajo de curaduría maravilloso”, elogia Fiorin la selección acotada de 14 proyectos que participan del BrLab. Espacios como estos, donde se hornean las películas que darán que hablar en los próximos años, son los que precisamente busca para nutrir la oferta de FiGA, que actualmente distribuye un promedio de ocho películas anuales, haciendo distribución propia en Norteamérica, en México en asociación con Canana, en Argentina con la flamante Tren y en Brasil con Vitrine Filmes.

“Los films que trabajamos son particulares, son de autor de alta calidad, ganadores de varios premios. Muchos consideran que sólo somos cine-arte y nuevo cine latinoamericano autoral. Pero yo no quiero tener una etiqueta. Nosotros tenemos films de género, comedias, películas gays, con temática judía…Para mí y para mis socios lo principal es que sea algo diferente de todo lo que está sucediendo. Si hay una repetición de algo que ya se hizo porque fue un éxito, para mí no tiene el menor atractivo. Yo quiero seguir apoyando lo que está por suceder”, afirma sobre la clase de material que trabaja.

El proceso de selección implica un conocimiento temprano del proyecto: “Lo ideal para nosotros es asociarnos a proyectos que están en desarrollo. Una vez que está terminado, con una vida, ya es tarde para nosotros. Por eso hacemos un trabajo tan intenso de viajes, de ir a laboratorios, para saber qué va a suceder de aquí a dos años. El BrLab, por ejemplo, está muy bien, tiene proyectos muy interesantes y seguramente acompañaremos a uno o dos de ellos. También veo muchos cortos y sigo a los cineastas de cortos que siento que tienen algo diferente. Los busco, entro en contacto, les consulto si tiene planes de hacer un largo, y casi siempre dicen que sí. A partir de ahí se empieza a hablar. Sin nada, sin referencia de una persona conocida que yo respeto, es difícil. Nosotros recibimos muchos DVDs y guiones, y no alcanza el tiempo para ver todo”.

A la hora de analizar las dificultades de la distribución de cine latinoamericano, explica: “Las dificultades son las de siempre. Pero ahora es como que estamos quebrando la dependencia de los grandes distribuidores, y haciendo nuestra propia distribución. Desde hace años en Estados Unidos y Canadá no hacemos el circuito de salas comerciales, sino el de universidades, museos y cinematecas, y funciona muy bien. Ahora en Nueva York se está lanzando una retrospectiva de Nicolás Pereda, y en el MOMA, Premiere Brasil!, que es una muestra anual de películas recientes brasileñas, donde nuestro film ‘Riscado’ es la película de apertura. Entonces en esta semana tenemos seis películas nuestras en Nueva York”.

Fiorin opina que se atraviesa un momento de reinvención del sistema de distribución, donde hay que encontrar alternativas al sistema tradicional, ya que se está en un proceso de evolución y hay que estar atento a esos cambios. Una de las ventanas que está explorando FiGa es la de exhibición online: “La posibilidad de ver el film online inmediatamente me atrae mucho. Yo quiero continuar con ese circuito cultural pero paralelamente dejar el film disponible para quien no tiene posibilidad de ir a una ciudad y quiere ver el film. Tenemos nuestra propia página dentro de Mubi. Yo acompaño los números semanalmente y están siempre creciendo. Hay muchas otras pero yo no quiero involucrarme con muchas porque se termina diluyendo. Hay que asociarse con aquellas con las que se tiene afinidad y la gente ya asocia el perfil. Tenemos ya algunos documentales en Snag, que era sólo de documentales y ahora se está abriendo a la ficción, así que desde el año que viene también tendremos ficción”.

En ese ánimo de apoyar talentos emergente y al cine latinoamericano, FiGa en los últimos tiempos ha desarrollado una nueva faceta como productor asociado, que hasta ahora ha dado “Verano de Goliat” y la inédita “Los viejos”, de Martín Boulocq. ¿Cuándo y por qué deciden asociarse a un film? “La decisión se toma cuando la película ya está en producción. Hasta entonces es difícil asociarse, si no se ve. Parte del proyecto ya tiene que estar armado. A partir que se ve el primer corte se intenta participar y dialogar con el cineasta para ayudar de alguna forma, y si hay posibilidad de asociarse como productor se considera. Pero es muy subjetivo porque hay muchos factores que hacen a la producción de cine”.

Actualmente, FiGa está iniciando un proceso de expansión a Europa, América del Norte y Asia, sumando títulos de esas regiones por la necesidad de “reinventarse y sumar otras influencias”, aunque siempre “se va apoyar mucho al cine latinoamericano”.

Consultado por la relevancia que ha ganado el cine latinoamericano en esa gran vidriera y circuito de exhibición alternativo en que se han transformado los festivales de cine, expone: “El cine latinoamericano está casi al mismo nivel del cine autoral europeo o asiático. Todos los grandes festivales van a tener de 3 a 6 películas latinoamericanas interesantes. Ya no es más la minoría. Si se analiza los últimos tres años, el cine latinoamericano siempre tiene un destaque, ya sea en Berlín, en Cannes o Locarno. Siempre gana un premio o genera mucha atención. Creo que el cine latinoamericano por el avance de la economía, ha aumentado mucho el número de producciones. Y todos los festivales ahora tienen que tener films latinoamericanos. Yo veo muchos éxitos para todos los nuevos cineastas y para América Latina en general”.

“Buscamos asociarnos a proyectos que están en desarrollo”