• País Vasco – América Latina: Cartografía de una relación poco explorada

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País Vasco – América Latina: Cartografía de una relación poco explorada

Los vínculos del País Vasco con América Latina son históricos, y si bien apenas se han desarrollado un puñado de coproducciones, ambas regiones han comenzado a mirarse con interés con el Festival de San Sebastián como embajador de lujo. LatAm cinema analiza las relaciones del continente con el cine vasco. 

Según el anuario del Instituto del Cine y las Artes Audiovisuales (ICAA), el País Vasco es, junto con la valenciana, la cuarta comunidad autónoma del Estado español que participó en más producciones en 2016 -24, después de Andalucía (29), Catalunya (70) y Madrid (122). Con cerca de medio centenar de empresas constituidas, dos asociaciones profesionales, una política de fomento que contempla todo el proceso audiovisual, un sólido canal público, varios festivales de peso, altos incentivos fiscales, tres comisiones fílmicas y cerca de 200 salas de cine que en 2016 congregaron al 5,72% del público total de la taquilla española; Euskadi busca pisar fuerte en la industria cinematográfica.

Sin ser una práctica habitual, el audiovisual vasco y latinoamericano llevan años flirteando, en parte gracias al gran celestino que es el Festival de San Sebastián. El certamen dirigido por José Luis Rebordinos se esfuerza cada año en acercar ambos lados del Atlántico en actividades como el Foro de Coproducción, Horizontes Latinos, Cine en Construcción, Ikusmira Berriak o Lau Haizetara, encuentro documental que la Asociación de productoras Ibaia organiza desde hace trece años en el festival. 

En los últimos años, el cine vasco ha dado títulos reconocidos internacionalmente, como “Loreak” (candidata al Oscar 2016), “Psiconautas, los niños olvidados” (Premio Goya y Platino a mejor largo animado) o “Amama”; y ha participado en grandes producciones comerciales, como “Ocho apellidos vascos”, el filme más taquillero de la historia del cine español. Profesionales e instituciones locales coinciden en la consolidación del sector. “Teniendo en cuenta la crisis económica de los últimos años, que evidentemente se ha dejado sentir en la producción cinematográfica, creo que la producción vasca ha evolucionado positivamente, sobre todo cualitativamente. Se han producido títulos de géneros diversos, tanto en euskera (lengua vasca) como en castellano, y algunos de ellos han tenido buena repercusión, con buena acogida en festivales y del público”, apunta Joxé Portela, presidente de Ibaia, asociación profesional que congrega a una treintena de productoras.

Los resultados no son casuales. “Euskadi tiene una política de ayudas a la cinematografía donde se apoya todo el proceso y todos los géneros, tiene una televisión pública que es el gran motor del cine vasco, adquiriendo los derechos de explotación de muchas películas de producción vasca”, afirma Carlos Juárez, presidente de EPE-APV, asociación profesional que reúne a una veintena de compañías. En 2017, el Gobierno Vasco ha destinado en torno a 3 millones de euros  al desarrollo, producción, distribución y exhibición de obras de ficción, documental y animación. A estos apoyos se suman otros menores otorgados por instituciones provinciales o locales; incentivos fiscales de hasta el 30% del costo de producción y la herramienta financiera que brinda Elkargi, sociedad de garantía recíproca que incluye el audiovisual en sus sectores estratégicos.

EiTB (Euskal Irrati Telebista), el canal de televisión público, participa en largos de producción vasca de ficción, animación y documental a través de una convocatoria pública con cuatro plazos anuales. En los filmes en español, EiTB invierte un máximo de 400 mil euros -el doble en el caso de obras en euskera- en proyectos en fase de preproducción, con la exigencia de volcar el 25% del presupuesto total en territorio vasco. Aintzane Pérez del Palomar, responsable de derechos de antena y coproducciones, señala que se apoyan en torno a 15 proyectos  al año a través de esta vía. “Últimamente no han llegado muchos proyectos de coproducción internacional, lo más habitual son coproducciones con otras comunidades autónomas, pero eso no quita para que en el futuro no puedan darse”. Desde 2004, el canal ha participado en seis coproducciones latinoamericanas, incluyendo “Omertá”, “A un metro de tí” o “Aballay”. La política de adquisición de largos del canal también está abierta a otras latitudes. “No contemplamos las producciones por su origen, si la producción es atractiva y pensamos que puede resultar interesante para nuestra audiencia intentamos adquirir los derechos para su emisión. Somos bastante audaces respecto a otras cadenas de ámbito estatal ya que nos gusta ofrecer lo que otros no ofrecen”, apunta Aritz Galarza, responsable de adquisiciones. En su catálogo más reciente, se encuentra “Rabia” del ecuatoriano Sebastián Cordero, producción entre México, España y Colombia, que fue rodada en la provincia de Gipuzkoa.

Sin ser una práctica habitual, el audiovisual vasco y latinoamericano llevan años flirteando, en parte gracias al gran celestino que es el Festival de San Sebastián.

Por su historial industrial y de exportación, el vasco es un territorio con larga trayectoria de colaboración entre las instituciones y el sector privado. Fruto de estas conexiones, en 2011 surge Zineuskadi, una asociación para el impulso estratégico del audiovisual impulsado por el gobierno autonómico y las asociaciones de productoras Ibaia y EPE-APV; al que en 2014 se incorpora EiTB, el Festival de San Sebastián y la Fundación Filmoteca Vasca. Entre sus programas, y con el objetivo de fortalecer el estreno de obras en euskera, Zinema Euskaraz otorga ayudas a distribuidoras y productoras para el estreno comercial de largos de ficción y documental subtitulados o doblados. Según señala Gurutze Peñalva, responsable de proyectos, no se han recibido solicitudes de América Latina, pero el fondo está abierto a compañías de cualquier territorio.

El euskera también es el motor de Glocal Cinema, flamante plataforma liderada por el Gobierno Vasco e integrada por una docena de miembros para poner en valor el cine en lenguas no hegemónicas de Europa. Su primera iniciativa, Glocal in Progress, presenta en el certamen donostiarra tres películas en postproducción en lengua vasca, eslovena y rumana. “Glocal dibuja un nuevo mapa de Europa poniendo el foco el lenguas no hegemónicas, que no significa que sean minoritarias en todos los casos (Noruega, Islandia, Estonia, etc.). Sin embargo, a pesar de que el proyecto surgió con miras europeas, no podemos descartar que en el futuro, puedan surgir nuevos lazos con América Latina”, señala Jara Ayúcar, referente del programa en Euskadi.

Además del Zinemaldi, otro certamen de la veintena que integran el paisaje festivalero vasco enfoca la producción de América Latina. En Bilbao, Zinebi celebra su 59ª edición el próximo mes de noviembre con clara orientación a la región. “Nació como festival de cine latinoamericano, con lo cual su vocación ha sido siempre la de acercar su producción al público vasco. Esa continuidad se ha mantenido e incluso hay un premio específico en el palmarés para la mejor película latinoamericana dotado con 5500 euros”, apunta Ernesto del Río, director del evento.

Otras entidades han comenzado tímidamente a mirar hacia la región. El pasado mes de junio, el cluster audiovisual Eiken+, integrado por 129 empresas y promotor en los mercados de la marca de internacionalización Basque Audiovisual, realizó una misión de prospección a Argentina. El viaje se saldó con un acuerdo interclúster entre el vasco y los homólogos de las provincias de Mendoza, Córdoba, Misiones y Buenos Aires en el que se plantea analizar posibilidades de match-making entre compañías. Fran Valmaña, director de la entidad, afirma que a futuro se explorarán otros países, como Brasil o México. Por su parte, el Instituto Etxepare de promoción de la cultura vasca ha realizado algunos encuentros bilaterales, como los foros de coproducción que impulsó en el Festival de San Sebastián en los años 2012 y 2011 con Brasil y México, respectivamente. La institución también apoya uno de los programas estrella de la internacionalización del audiovisual vasco: Kimuak, una iniciativa pública que desde 1998 edita un catálogo de cortometrajes locales para su difusión en festivales de todo el mundo.

Lee el artículo completo en el número 25 de la revista digital de LatAm cinema.