Quince latinoamericanos emergentes y consagrados participan en taller con Herzog

Formación - Perú

Empieza mayo en todo el mundo, pero será un comienzo especial en Perú para un selecto y diverso grupo de realizadores que se trasladan a la selva amazónica a trabajar y aprender con Werner Herzog.

Fueron alrededor de 500 las personas que aspiraron a participar y de las cuales se seleccionaron 48 de todo el mundo. Dentro de ellas hay 15 latinoamericanas: los colombianos Andrés Tudela, Gustavo Ramírez, Felipe López y Juan Pablo Caballero; los argentinos Fermín Pedros, Pablo Radice y Lucía Valdemoros; los mexicanos Santiago Arriaga y Daniel González; los brasileños Petra Costa y Rodrigo Baptista; el locatario César Málaga; el uruguayo Miguel Presno, la costarricense Adriana Ramírez Meza y el hondureño Jurek Jablonicky.

La muestra refleja que hay de directores de fotografía hasta guionistas y que incluye tanto a directores consagrados como a estudiantes de cine, informó la productora ejecutiva de Black Factory Cinema, Estephania Bonnett, que organiza el taller “Filmando en Perú con Werner Herzog”.

“La selección es tal vez una de las etapas más complejas del taller” admitió la encargada. “Se definió valorando tanto la experiencia y el talento de cada participante, como la importancia y la necesidad del taller para su desarrollo personal y profesional” con el objetivo de armar un grupo diverso en puntos de vista, orígenes y culturas. “Valoramos la motivación, los conocimientos técnicos, la autonomía a la hora de filmar, la calidad de los trabajos audiovisuales previos, así como la urgencia de la experiencia para el florecimiento de su camino artístico” expresó Bonnett en diálogo con LatAm cinema al cierre de abril.

Además de ser apasionados por el cine herzoguiano, los elegidos comparten la curiosidad por la selva, la aventura y sobre todo “la decisión de salir de su zona de confort para enfrentarse a un reto creativo y humano”.

La iniciativa tiene cinco antecedentes cuyos resultados han trascendido esas instancias, ya que se produjeron fuertes lazos entre los autores y las poblaciones locales a través de la creación de las historias, y porque se han generado equipos que siguieron trabajando juntos y producido nuevas películas. Un ejemplo de ello es “Baracoa” del argentino Pablo Briones que se filmó en Cuba y es una coproducción entre Suiza y Estados Unidos.

Luego de pasar por Colombia, Cuba y ahora Perú, hay lugar para preguntarle a Bonnett si habrá otra edición en América Latina: “Por supuesto, siempre que podamos hacerlo, lo haremos”.