Desde Manaos, por Cynthia García Calvo La octava edición de Amazonas Film Festival concluyó su programación y su competencia oficial con la exhibición de “Eu receberia as piores notícias dos seus lindos lábios”, largometraje dirigido por Beto Brant y Renato Ciasca, que narra una historia que tiene como escenario la región amazónica, cerrando así un círculo iniciado seis días antes con “Xingu”, de Cao Hamburguer, que ofició de apertura oficial del certamen.
Nuevamente, Brant adapta una novela de Marcal Aquino como ya lo hiciera en la aclamada “O invasor”, esta vez uniéndose en la aventura con Ciasca. “El libro fue escrito en 2004 y desde entonces ya existía la voluntad de hacer esta película. Lo que él describe es una zona conflictiva”, recuerda Brant. La historia se desarrolla en un pueblo repleto de garimpeiros, asesinos a sueldo y prostitutas, escindida entre el deseo y la religiosidad, centrándose en un triángulo amoroso protagonizado por un fotógrafo, una mujer rescatada de las calles y las drogas, y un pastor.
Para adentrarse en esa zona particular que se retrata, los directores viajaron hasta allí a fin de captar “ese clima, esos colores, la gente”, y lograr encontrar la forma adecuada de adaptar el texto: “El libro tiene millones de palabras y nosotros teníamos que construir imágenes. En la primera imagen de la película vemos a una mujer posando, eso explica quién es Cauby, el fotógrafo. Ahora en nuestra cabeza también es una entidad, es una mujer indígena, con el viento, el sol, el agua. Fue una manera de contar el lugar sin diálogos, con la propia imagen”.
Compañeros de facultad, Brant y Ciasca se convirtieron en grandes amigos, y más tarde optaron por compartir la dirección. Explica Ciasca sobre su forma de trabajo: “No dividimos la dirección, nosotros sumamos en la dirección. Hacemos todo juntos, ante cada decisión que debemos tomar, nos juntamos y conversamos. Lógico que a veces no estamos de acuerdo, pero nos conocemos tanto que sabemos cuando uno debe ceder. Nosotros no nos creemos los mejores, sino los más agradables, entonces a partir de ahí nos fundimos con la gente, queremos la opinión de otros. Y eso le gusta a la gente porque siente que participa. Nos alimentamos de eso. Vamos agregando valores, ideas, para construir ese general”.
La película tiene previsto su estreno en Brasil para el 9 de marzo de la mano de Sony, compañía que se unió en la instancia de lanzamiento. “No invirtió dinero en la película pero la va a lanzar con unas 60 copias”, dice Brant, adelantando sus planes para que la producción pueda circular por América Latina: “El 18 de noviembre vamos a Huelva con la voluntad de poder difundir la película en América Latina porque es un festival iberoamericano. Nuestras películas nunca transitaron por Colombia, Ecuador, Venezuela…Y justamente por tener que ver con un asunto del Amazonas, queremos que se pueda difundir en esos países”.
Con un presupuesto de 4,5 millones de reales, Brant reconoce la dificultad para poder producir: “Es muy difícil que una película que tiene algún tipo de discurso político encuentre inversores en empresas privadas. Existen algunas empresas que por tener relación con el gobierno federal invierten en películas, siendo la mayor de ellas y de todos los tiempos Petrobras. Pero es muy difícil. Ahora no tenemos dinero para la distribución, pero tenemos a Sony que va a adelantar ese dinero para el lanzamiento. Así que probablemente nosotros no vamos a ver nada de dinero porque para cubrir la inversión de la distribuidora es probable que no lleguemos a ganar nada”.
Ante esta situación, Ciasca acota: “A nadie le hace feliz no ganar dinero pero hicimos el trabajo que queríamos. Y eso es una decisión”.