Diez salas de cine y un laboratorio de restauración digital son algunas de las novedades que trae el proyecto de renovación de la Cineteca Nacional de México, que en noviembre inaugurará sus nuevas instalaciones, buscando convertirse en un espacio de diversidad cinematográfica con el foco puesto en la producción nacional y latinoamericana.
En el marco del Festival Internacional de Cine de Cannes, Paula Astorga, Directora General de la Cineteca Nacional, ofreció detalles del ambicioso proyecto, acompañada por Marina Stavenhagen, Directora General del Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine).
La remodelación que ya se encuentra en marcha incrementará la cantidad de salas –pasando de seis a diez- y por ende aumentará la cantidad de películas en pantalla, estimándose que por año se exhibirán unas 1.200 cintas entre lanzamientos propios y la programación de los entre 16 y 18 festivales que apoya la Cineteca.
“Vamos a tener cuatro salas nuevas de 200 butacas cada una. Estas cuatro salas, más las seis que existían que se van a remodelar el 100%, van a estar vinculadas por un techo de 5.000 mts2 a 14 mts de alto, que va a ligar los nuevos espacios. Dos de las salas serán cien por ciento digitales, con equipo DCP y proyectores 4K”, detalló Astorga, analizando: “Es novedoso que haya una Cineteca con 10 salas. Creo que vamos a ser la Cineteca más grande del mundo. Puede parecer una locura, pero pensando la oferta cultural que tiene la Ciudad de México, que tiene 20 millones de habitantes, creemos que es lo mínimo que podemos tener”.
Además de las salas, contará con un cine al aire libre para 700 personas, que exhibirá films gratuitos para estimular y acercar a su joven audiencia al cine clásico. “Pensamos un diseño de programación de cine clásico del mundo, latinoamericano y mexicano. El promedio de edad de la gente que va a la Cineteca es de 22 años. Tenemos un público muy joven y nos hemos dado cuenta que los jóvenes prefieren pagar un boleto por un estreno contemporáneo que por cine clásico. Entonces el cine clásico se pasará al aire libre y será gratuito, para seguir formando audiencias y seguir enseñando la historia del cine”, expuso.
Otra innovación es la creación del primer laboratorio especializado en restauración digital de Latinoamérica, que podrá digitalizar toda película en cualquier formato para ser restaurada de forma digital. A ello se suma una Videoteca, donde el público podrá consultar de manera personalizada una base de datos digital; un espacio de exposiciones, nuevas áreas verdes, una librería cultural y un estacionamiento de siete pisos.
Con alrededor de 630 mil espectadores en 2011, la Cineteca Nacional se ha convertido en el espacio alternativo para acceder al cine que evaden las salas comerciales, asumiendo hace tres años el rol de distribuidor para dar pantalla a una importante oferta de cine mexicano y latinoamericano independiente.
Explicó Astorga: “En México se ha ido limitando la oferta cinematográfica. Tenemos un 90% de cine de Hollywood, un 6% de estrenos de cine mexicano y un 4% de cine del mundo. Y ese 4% está a cargo de 3 o 4 pequeños distribuidores y la labor que está haciendo la Cineteca Nacional. México ocupa el quinto lugar en asistentes en todo el mundo. Y es muy triste que tengamos esa cantidad de gente yendo al cine con una oferta que generalmente es poco diversa. Creemos que hay una gran oportunidad y posibilidad de desarrollar nuevos espacios para enseñar no nada más nuestra producción local, sino también la latinoamericana y del resto del mundo porque sabemos que hay un público esperando esta diversificación de las carteleras”.
Como parte de ello ha comenzado a desarrollar una red de microcines por todo el país. En diciembre pasado abrió una Cineteca en Tijuana, y se planea realizar similar empresa en Hermosillo, Sonora, Oaxaca y Guadalajara.
La Cineteca Nacional se construyó en 1974, pero en 1982 se incendió perdiendo la totalidad de su material. En 1984 se instaló en su sede en el sur de la Ciudad de México. Cuenta con 365 mil piezas de colección iconográfica (fotografías, carteles, etc), 15 mil copias de películas, una colección de 14 mil libros de cine y 7.000 guiones originales de cine mexicano. La renovación actual tiene un costo de 22 millones de euros, aportados por el gobierno federal.
Cynthia García Calvo