Por segundo año consecutivo, se realizó en el marco del Marché du Film, BAL Goes to Cannes, una iniciativa del Buenos Aires Lab (BAL) que busca impulsar proyectos latinoamericanos en etapa de posproducción, y que tras dos ediciones parece haberse establecido definitivamente en el mercado más importante del mundo.
Asumiéndose como un puente entre los proyectos de autor latinoamericanos y la industria internacional, BAL prolonga su apoyo al cine de la región con un evento que posibilita que un puñado de títulos que formaron parte de sus filas durante el BAFICI, pueden mostrarse ante la industria internacional en una exhibición especial que funciona como una invitación a acercarse a las obras seleccionadas.
“Los proyectos son acompañados por sus directores y/o productores, quienes hacen una breve introducción. Luego se muestran 15 minutos de cada trabajo. A cada asistente a la proyección se le otorga una publicación con toda la información de los proyectos y los contactos de cada película. Para reforzar la posibilidad de encuentro e intercambio, a la noche organizamos, junto al Marché du Film, una gran fiesta en Plage des Palmes”, cuenta sobre la dinámica del evento Violeta Bava, directora de BAL junto a Ilse Hughan.
Este año fueron cuatro los proyectos seleccionados: “Ela volta na quinta”, de André Novais Oliveira (Brasil); “La princesa de Francia”, de Matías Piñeiro (Argentina); “Los ausentes”, de Nicolás Pereda (México); y “Lulez”, de Luis Ortega (Argentina).
Acerca de la selección, explica Bava: “La selección la hacemos teniendo en cuenta diversas variables que tiene que ver con el estado de cada proyecto; si tiene definido un recorrido de festivales o no, si ya hay un agente de ventas incorporado, y, también, con un criterio de curaduría que pueda dar cuenta de la diversidad estética y de producción, así como también presentar realizaciones de distintos países de la región”.
Una de los intereses de los organizadores de BAL es exponer el cine de autor e independiente que caracteriza a BAFICI, a un público totalmente diferente. “Estas son películas que de otro modo no llegarían a Cannes y, justamente, la idea es no quedarnos en nuestro propio universo, sino poder ayudar a los proyectos todo lo posible; llevarlos lo más alto y lo más lejos que podamos en términos de exposición, difusión y posibilidades de recorrido y ventas internacionales. Para eso, sin dudas, no hay mejor lugar que el Festival de Cannes, por la cantidad de profesionales asistentes, la cobertura mediática y, también, por la gran organización y facilidades que ofrecen tanto el mercado como el festival”.
Con dos ediciones cumplidas, el balance es más que positivo por el creciente interés que ha generado el evento. “La primera edición funcionó muy bien, pero el éxito de asistentes y el feedback que tuvimos en este segundo año viene a confirmar que es un emprendimiento muy enriquecedor y productivo para todos: participantes e industria y, por tanto, de gran satisfacción para quienes lo organizamos”, analiza Bava, subrayando: “Las películas que pasaron por BGTC el año pasado, tuvieron en su gran mayoría un recorrido internacional destacable y, según nos indican, fue muy fuerte o definitorio el empujón que les dio su paso por BGTC”.
Desde Cannes, por Cynthia García Calvo.