Anualmente, un grupo de festivales colombianos son seleccionados para participar del Taller de festivales que se realiza en el marco de Encuentros Cartagena; el objetivo es que los certámenes nacionales -que ya superan los sesenta- optimicen sus recursos y adquieran herramientas para gestionarse de la mejor manera posible.
“En Colombia hay más de sesenta festivales, los cuales mayoritariamente tienen su financiamiento con fondos del Ministerio de Cultura. De alguna manera, la iniciativa del Ministerio de Cultura de crear un espacio para que puedan optimizar la parte de gestión de fondos, su modelo y su formato, es una iniciativa que tiene por finalidad que los festivales se gestionen de una manera adecuada”, explica la argentina Patricia Martin, una de las responsables de dictar el taller.
El mismo cuenta con tres profesionales que cubren diferentes áreas. Los participantes realizan un pitching y luego asesorías personalizadas con directores de festivales. Martin se encarga de dictar un compacto del taller de festivales que realiza en la Escuela de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños (EICTV); en sus tres años ha podido percibir las tendencias de los festivales colombianos.
“En general son grupos pequeños, con poco presupuesto, que tienen que abordar la curaduría, el financiamiento, etc. De alguna manera, aquí encuentran la oportunidad de pensar un festival. Eso es algo que cuando estás produciendo no podés hacer. Entonces esta es la oportunidad de pensar si el camino que estás tomando es el adecuado”, cuenta. “Yo les digo que todos los años tienen que hacer un reboot; plantearse de vuelta el por qué y el para quién, para saber si se continua siendo relevante. El gran problema ahora de los festivales es que todos van caminando hacia el mismo modelo”, agrega.
Uno de los grandes problemas que detecta Martin es el desconocimiento del mercado audiovisual y su temor a hacer concesiones. “Ellos creen que el mercado audiovisual no tiene que ver con ellos, porque ellos son sin fines lucrativos. Eso es lo primero que trato de desmitificar. Que no sea con fines lucrativos no quiere decir que vos no estés inserido en el ecosistema de la industria. Hace años tenías que hablar con el director, hoy en día con el agente. Entonces tenés que saber de qué estás hablando”, afirma.
Otro de los puntos que destaca es la necesidad de que los festivales analicen sus posibilidades de sostenibilidad, más allá del subsidio, ya que considera que “muchos de los festivales podrían estar evolucionando hacia un modelo de negocios, quizás de un non theatrical o algo alternativo, pero se aferran a ese modelo de subsidio”.
Martin observa como nota positiva que “la mayoría de ellos está buscando hablar con su público”. “Hay muchas Colombias, y ellos están buscando ser un evento cultural en su región, más que posicionarse con otros festivales internacionales. Eso es bueno porque pueden trabajar su vocación de evento cultural y poder pensar en películas más allá de si es premiere o no. Hacer una curaduría desde un público target”, analiza.
En esta edición, el III Taller de festivales otorgó como premio una pasantía durante el festival SANFIC de Chile. El ganador resultó el Festival de Cine y Artes Visuales Bugarte, de Valle del Cauca.
Desde Cartagena de Indias, por Cynthia García Calvo.