El miércoles 15 comienza la 38° edición del Festival Cine UC, muestra ya convertida en un clásico del verano santiaguino, en la cual conviven preestrenos nacionales e internacionales con películas que han pasado por la cartelera comercial en 2013, pero que son “recuperadas” para ser vistas en un marco acaso más apropiado.
“La idea es rescatar las nuevas propuestas sin perder de vista los aciertos de la cartelera comercial”, sintetiza el programador Felipe Blanco sobre la premisa del Festival Cine UC, que hasta el 9 de febrero presenta una programación ecléctica pero con sello de autor, invitando a reflexionar sobre el cine que vemos y cómo lo vemos.
“Hay una preocupación por darle contexto y valoración a la cartelera comercial, a través de la selección de las mejores películas estrenadas en la cartelera tanto en cine internacional como en cine chileno”, explica Blanco, detallando: “Más allá de un recuento, está la idea de fijar un canon y de poner en su justa valoración películas en las cuales la relación entre calidad y público ha sido opuesta, o que fueron menospreciadas por la crítica. En esa línea están por ejemplo cintas como las chilenas ‘De Jueves a Domingo’, ‘El Futuro’, ‘Sibila’ y también obras como ‘Spring Breakers’ o ‘Policía Adjetivo’”.
Casi un tercio de la programación está consagrada a la producción nacional, entre la selección de las diez mejores películas lanzadas el pasado año y novedades pendientes de estreno. “El cine chileno es fundamental para el festival no sólo como exhibición. Las 10 películas seleccionadas dentro de lo mejor del año son presentadas por sus directores o por integrantes de la producción. El diálogo que surge con el público a partir de esta instancia es para mí es uno de los objetivos centrales”, indica.
Las novedades nacionales de este año son “Ver y escuchar” de José Luis Torres Leiva, y “Naomi Campbel” de Nicolás Videla y Camila Donoso, que integran la sección de preestrenos junto a otros cinco filmes, entre ellos, el mexicano “Fogo” de Yulene Olaizola, que atiende a la notoria ausencia de cine latinoamericano en las salas locales.
Acerca del espacio que ocupa el cine de la región, comenta Blanco: “Dentro del festival ha sido cada vez más importante, precisamente al constatar una disminución progresiva del cine latinoamericano en la cartelera comercial. Por eso nos interesa que cintas como ‘Fogo’ puedan difundirse, así como en el festival anterior hubo estrenos como ‘Infancia clandestina’ o ‘Juan de los muertos’”.
Paralelamente, el festival cuenta con charlas gratuitas y un curso de introducción al cine latinoamericano.
CGC