El cine argentino da muestras de diversidad con sus nuevos estrenos

Estrenos - Argentina

Desde el producto industrial y comercial que representa “Tini: El gran cambio de Violetta” al cine autoral de Luis Ortega, pasando por documentales y cine de género, la primera quincena de junio ha plasmado la diversidad de la que goza el cine argentino.

El mayor lanzamiento en lo que va del mes ha sido “Tini: El gran cambio de Violetta”, película de Juan Pablo Buscarini protagonizada por Martina Stoessel, de fama mundial gracias al éxito sin fronteras “Violetta”. La película -producción de Disney, Gloriamundi Producciones y Lapis Film- marca una suerte de continuación de la serie, marcando el paso a la madurez de la estrella juvenil. Desde su estreno del 2 de junio, la película está cerca de alcanzar los 100.000 espectadores en 245 pantallas.

Con cierto retraso, llegó a los cines “Lulú”, el más reciente largometraje de Ortega, que tuvo su premiere en el Festival de Toronto en 2014. El realizador narra la historia de amor entre Lucas y Ludmila (Nahuel Pérez Biscayart y Ailín Salas), una pareja de marginales. La película fue estrenada en diez pantallas por Primer Plano.

El 2 de junio también fue el día de estreno del personal documental de Eduardo Crespo, “Crespo (la continuidad de la memoria)”. El realizador, que comparte apellido con la ciudad en la que creció, narra una historia que habla sobre los lazos que mantiene con su origen y su padre. Se exhibe en el Malba. 

Desde el 9 de junio se encuentra en cartelera el documental “Pibe chorro”, dirigido por Andrea Testa, quien es co-directora de “La larga noche de Francisco Sanctis”, película ganadora del último Bafici y selección oficial en Un certain regard de Cannes. En este film se busca interpelar la construcción social que existe sobre el delito y la violencia, para reflexionar sobre los niños, niñas y adolescentes que cometen delitos. Producido por Pensar con las Manos.

El 16 de junio llegó a las salas “El eslabón podrido”, de Valentín Javier Diment, tras recorrer diferentes festivales de cine de género, obteniendo el premio del público de Sitges y el de mejor película en Fantaspoa y Fant Bilbao, entre otros. Protagonizado por Marilú Marini, Luis Ziembrowski y Paula Brasca, es un cuento de horror alegórico que propone al espectador un juego hipnótico de intrigas y tensión sexual.