Empresas de México, Argentina, Chile y Uruguay crean red de distribución latinoamericana

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Unir esfuerzos para juntos ofrecer un espacio al cine independiente, es el objetivo que persigue la flamante Red de Distribución Latinoamericana. Integrada por la argentina LAT-E, las mexicanas Interior 13 Cine y ND Mantarraya, la chilena Malaparte y la uruguaya Control Z, la premisa es funcionar como un bloque para la adquisición de películas y posibilitar su estreno en diferentes ventanas de América Latina.

En el marco del Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente se presentó esta nueva iniciativa con la primera acción conjunta: la compra por parte de LAT-E, Interior 13 Cine y Malaparte de la premiada película “Las marimbas del infierno”, del guatemalteco Julio Hernández Cordón, para su correspondiente estreno en cada uno de los países de las distribuidoras.

La génesis de la Red se dio en octubre de 2010, al ser reunidas varias distribuidoras en el AustraLAB realizado en el Festival Internacional de Cine de Valdivia (FICValdivia), dentro del taller de trabajo de Cine sin fronteras. Allí, los representantes de las empresas latinoamericanas ahondaron en temas puntuales que hacen a la distribución en América Latina, dando lugar a este esfuerzo mancomunado para posibilitar la circulación de cine independiente. “Somos un continente dispar en cuanto a producción, los públicos son distintos, pero hay algo muy evidente: hablamos todos el mismo idioma y tenemos particularidades culturales que nos acercan”, dice Erick González, delegado del AustraLAB, que asume en este emprendimiento el rol de coordinador de la red.

A partir de comprender esa cercanía, se plantea la idea de unirse para encontrar juntos una alternativa para la exhibición en un mercado copado por el cine hollywoodense, tomando como referencia las redes que se tejen en Europa, que a pesar de la barrera idiomática y cultural evidente, entendieron que debían sumar fuerzas para que su cine se vea.

Aunque el trabajo será en conjunto, conscientes de que en cada país la distribución tiene sus singularidades, cada distribuidora va a desarrollar su trabajo a la manera en cómo se distribuye en su país.

Si bien esta no es la primera vez que se intenta dar forma a una red de distribución en América Latina, González confía en que el escenario actual favorece la iniciativa: “Esta vez creemos que puede funcionar porque el contexto hoy día está dado o al menos está mejor que en otros periodos de la historia para que esto sea posible, puesto que el tema de la red se volvió un tema mayor en la industria internacional. Todo el mundo habla de que hay que trabajar en red, hay que trabajar en cooperación. Y también el tema de la distribución se convirtió en un tema mayor. Si hace diez años todos hablaban de la coproducción, de que era necesario generar producciones conjuntas, hoy día todo el mundo se da cuenta que se hacen muchas películas y nadie las puede ver porque no invertimos a tiempo en buscar las soluciones para que estas películas circulen y se vean”.

Actualmente, la Red está buscando nuevos socios para extenderse. La idea es que los interesados se inscriban al taller de Cinemalab que organizará Cine sin fronteras en el marco del AustraLAB el próximo mes de octubre.

CGC