Carlos Morelli, creador y director de programación de Pantalla Pinamar

En apenas tres años Pantalla Pinamar se ha ganado un sitio en la apretada agenda de los eventos cinematográficos. ¿Cómo lo ha hecho?

El evento funcionó muy bien desde el arranque y prácticamente hemos conseguido duplicar la cantidad de espectadores de la primera edición. En su corta historia, Pantalla Pinamar se ha convertido en un lugar único para que los productores argentinos y europeos se conozcan, discutan y den a conocer sus producciones. Por otro lado, es una cita donde el público de Pinamar, que es un lugar privilegiado pero culturalmente bastante desprovisto, pueda encontrarse con el mejor cine argentino.

¿Qué novedades presentarán este año?

Vamos a mantener la misma estructura que en las ediciones anteriores, que han sido bastante exitosas. En lo que respecta a la parte argentina, la sección “Y el ganador es...” sigue siendo la más importante. En ella compiten exclusivamente películas argentinas que han participado o han sido galardonadas en festivales internacionales catalogados como de “Clase A” por la FIAPF (Federación Internacional de Asociaciones de Productores de Cine). Pero más allá de esta competición amistosa, como nos gusta llamarla, este año tendremos otras novedades como la sección “Y nada más que la verdad”, dedicada al cine documental. También hemos incluido un apartado de cortometrajes, que comenzará con una muestra de cortos producidos por la ENERC (Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica), y “Mirando al Este”, una sección en la que se podrán ver producciones de Europa del Este y que este año estará dedicado al cine checo actual. Por el lado europeo, seguiremos promocionando las principales cinematografías que tienen distribución regular en Argentina, como la española, la italiana, la francesa y la alemana, y tendremos a Suiza como invitado, un país que se conoce más por su aporte financiero al cine que por su faceta artística. En materia de cifras, este año exhibiremos unas 50 películas, de las cuales 20 son argentinas y el resto europeas.

En varias ocasiones ha afirmado que le gustaría que Pinamar fuera para el cine argentino lo que el Festival de Málaga es para el español.

De cierta forma me gusta hacer esa comparación. Desde hace tres años tenemos un acuerdo de colaboración con el Festival de Cine Español de Málaga y este año el programa de Pinamar incluye tres películas galardonadas en Málaga. Por otra parte, otras tantas películas argentinas viajarán el próximo año allí para formar parte de la sección “Territorio Latinoamericano”. Nosotros tenemos el cine argentino como punto de partida y hemos incorporado el cine europeo en nuestra programación del mismo modo que el Festival de Málaga se está abriendo cada vez más a cinematografías amigas. Si bien Málaga es un festival dedicado al cine español, en él cada vez tiene más importancia el cine rodado en español en otros países. Yo creo firmemente en los pequeños festivales donde se puede ver cine más arriesgado, con menos prisas y menos competitividad. Para la gente de cine no hay mejor experiencia que participar en festivales como el de Cannes, Berlin, San Sebastián o Venecia, pero esas son buenas ocasiones para emborracharse de cine. Creo que los festivales que tienen menor presupuesto, menos secciones y se manejan con criterios más modestos, son donde la gente puede dialogar con mayor tranquilidad, hacer nuevos contactos y, por lo tanto, cerrar negocios.

Argentina se ha movido inteligentemente para conseguir acuerdos que le han permitido fomentar su cine a nivel internacional...

El cine argentino se está moviendo con intensidad, especialmente en Europa. En estos momentos tenemos acuerdos con España, Italia y Francia. La relación con España tiene a Raíces como principal estandarte. Este programa, que busca fomentar las coproducciones entre Cataluña, Galicia y Argentina, tuvo un crecimiento importante este año, no sólo porque se están comenzando a estrenar los primeros títulos, sino también porque se ha sumado la comunidad de Andalucía y se está pensando en incorporar a Portugal. Justamente Pantalla Pinamar va a presentar La Velocidad Funda el Olvido, de Marcelo Schapces, que es la primer película surgida gracias a este programa. También presentaremos las primeras imágenes de El niño de barro, de Jorge Algora, otra película que nace con el apoyo del programa Raíces. Con respecto al resto de países, en el marco del Festival de Roma de este año se presentó un nuevo convenio con Italia. Además, se está trabajando con la el Centre National de la Cinématographie para cerrar un nuevo acuerdo con Francia y esperamos hacer algo similar con Suiza.

¿Cree que el resto de los países latinoamericanos deberían fijarse más en el modelo argentino?

A pesar de la simpatía que siento por el cine latinoamericano y el apoyo que intento darle en todos los ámbitos en los que me muevo, creo que el cine argentino tiene una diferencia cualitativa, cuantitativa y de organización muy grande respecto al resto de las cinematografías latinoamericanas. Respeto y valoro todo lo que se ha hecho y se hace en países como Brasil, México o Cuba, pero el crecimiento, el poder industrial y la fuerza del cine argentino no es sólo a nivel internacional sino también dentro del propio país.

Las coproducciones exclusivamente parecen un imposible, sin embargo cada vez hay más coproducciones a tres bandas, en las que participan dos países latinoamericanos.

En estos momentos lo más fuerte de Latinoamérica son las coproducciones a tres bandas. De hecho es lo que mejor está funcionando y despertando el interés de países como España, Francia y ahora también Alemania. El cine latinoamericano en sí mismo es algo que veo difícil debido a los medios con los que cuenta, su poder de distribución, su organización interna, las realidades económicas propias de cada país... Creo que el cine argentino está más avanzado que el del resto del continente. A pesar de sus limitaciones, sus altos y bajos, sus elevaciones y mesetas, se puede afirmar que el cine argentino respira.

Gerardo Michelin.

El encuentro argentino-europeo Pantalla Pinamar se consolida como el gran escaparate internacional del cine argentino.