Celina Murga, directora de “Una semana solos”

Una de las características innegables del Festival de Rotterdam es su saludable obsesión por estar cerca de los talentos que surgen en el cine independiente. Dentro de este grupo se encuentra la argentina Celina Murga, directora de “Ana y los otros” (2003) y de “Una semana solos”. Este año, por tercero consecutivo, Murga estuvo presente en el festival holandés para presentar el proyecto de su tercer largo, “La tercera orilla del río”. Por Camila Moraes para La Latina y LatAm cinema.

¿Cuál es tu relación con Rotterdam?
La relación empezó en 2003 con mi primera película, “Ana y los otros”, que se hizo con un presupuesto muy bajo, y tuve la suerte de recibir el apoyo en postproducción del fondo Hubert Bals. Después, “Una semana solos” fue premiada en la fase de desarrollo y otra vez recibió ayuda financiera para su postproducción. La película se ha exhibido este año en la sección “Bright Future” y, al mismo tiempo, estoy participando con el proyecto de mi tercer largo que se llamará “La tercera orilla del río” en el mercado de coproducción CineMart. Para el cine latinoamericano es imprescindible que existan espacios como el de Rotterdam que se ha convertido en un punto de referencia para varios festivales de cine independiente. El festival de Rotterdam está pensado para que las personas se encuentren, y eso realmente ocurre.

Sus dos primeras películas hablan de las relaciones
humanas. ¿De qué trata “La tercera orilla del río”?

Es la historia de un adolescente de la zona rural de Entre Ríos, que es mi lugar de origen en Argentina. Él tiene un padre que es juez, con quien lleva una relación ambigua, de abandono, porque el tipo tiene otra familia, y la suya es la pobre, pero a la vez paternal. Otra vez, mi foco de atención son las relaciones, pero siempre inmersas en un contexto social. Este adolescente termina matando el padre y, en seguida, confesando el crimen. La película trata de esta ambigüedad entre ser quien mata y quien sufre por haber perdido al padre. El guión está en fase de tratamiento, que es lo que presenté para participar en el CineMart. No tengo afán en filmar sino más que bien me interesa montar el esquema financiero que permita la realización del proyecto.

¿Ese es el guión que estás trabajando con Martin Scorsese en el programa de tutoría de Rolex, para el cual fuiste seleccionada?

Sí. El programa se llama Protégé Arts Initiative y tiene el objetivo de promover la relación entre mentor y alumno en diferentes áreas artísticas. Fui seleccionada para el área de cine, teniendo a Scorsese como mentor. Estuve presente en el rodaje de “Shutter Island”, su nueva película, y observándolo trabajar. Además he tenido oportunidad de cambiar ideas con él y participar en las discusiones de equipo. También estamos teniendo reuniones sobre el guión que estoy escribiendo y que él ya ha leído y me ha devuelto con sus sugerencias.

¿Cuál es la importancia de iniciativas como la de Rolex, o las llevadas adelante por varios festivales, para los realizadores latinoamericanos?

Es total. Para Latinoamérica, es muy importante todo lo que provenga de iniciativas como las del Festival de Rotterdam, por ejemplo, no sólo para los cineastas sino también para los espectadores. Por un lado hay un público ávido por conocer nuevas cinematografías, por ver películas independientes, y por otro lado están los realizadores, que logran producir gracias a los apoyos de las fundaciones de cine. Ese matrimonio es una manera de trascender el contexto de un país y de usar el cine para que culturas distantes puedan reconocerse en historias locales, pero universales.

“Una semana solos” tuvo muy buena recepción en los festivales en los que ha participado y ha sido elogiada en Rotterdam. ¿Cómo nació la idea de la película?

Trabajé con un niño en el elenco de “Ana y los otros” y, desde entonces, me quedé con la idea de filmar algo con niños. Un día leí en el periódico una noticia sobre la primera generación de niños crecidos en los countries (urbanizaciones privadas) que existen alrededor de las grandes ciudades en Argentina. El tema de los condominios cerrados fue un fenómeno allá hace unos años y ahora existe toda una generación que nació y creció en este ambiente, sin el contacto que es natural con ambientes desprotegidos o no tan controlados. De ahí surgió la película, que trata de la falsa idea de protección que generan las paredes.

“Las iniciativas para desarrollar el cine latinoamericano son positivas tanto para los realizadores como para el público”