Focus on Funds: Jane Mote, Consultant Editor en The Whickers
Show me the Fund es una iniciativa que busca conectar a los productores audiovisuales con fondos de financiación de todo el mundo. En esta nueva entrega de Focus on Funds, analizamos en profundidad cinco de los fondos incluidos en esta plataforma creada por Brazilian Content, Cinema do Brasil y Projeto Paradiso. Esta entrevista ha sido incluida en la revista digital Nº45 de LatAm cinema.
Fundado en 2015 y abierto a cineastas de todo el mundo, The Whickers Film Fund apoya a documentalistas debutantes en la financiación y producción de piezas con una fuerte impronta autoral; sobre todo, les interesan historias que sólo podrían ser contadas por el cineasta que propone el proyecto. Entre otros criterios de selección, destacan también el acceso único a personajes carismáticos en lugares inusuales o inaccesibles, historias inesperadas sobre el mundo y un uso original de la tecnología.
Creado en honor del periodista, documentalista y locutor británico Alan Whicker, los principios editoriales del fondo están alineados con la filosofía y el temperamento del propio Whicker.
Los proyectos deben estar en la fase de desarrollo tardío o de producción temprana, y deben ser accesibles para un público de habla inglesa (es decir, deben estar en inglés o subtitulados en inglés). La duración debe de ser de 50 minutos como mínimo y el presupuesto no puede superar las 400.000 libras esterlinas (unos 534 mil dólares aproximadamente).
Los cinco proyectos preseleccionados para el fondo son presentados en el Sheffield Doc/Fest. En ocasión del centenario del nacimiento de Alan Whicker, el fondo aumentó su premio principal, el Film & TV Funding Award, a 100.000 libras (134.00 dólares), y la contribución del segundo premio a 20.000 libras (27.000 dólares).
El período de inscripciones para 2022 está abierto hasta el 31 de enero de 2022.
¿Cuál es el espíritu de este premio?
El objetivo del premio es apoyar a documentalistas de todo el mundo para que den el primer paso en una escalera que es cada vez más difícil de subir. Hoy, más que nunca, y según nuestro informe “The Cost of Docs”, los documentalistas deben trabajar más y durante más tiempo para que sus películas sean vistas y sus voces sean escuchadas. En The Whickers estamos convencidos de que el documental es una herramienta esencial para una sociedad libre y comprometida, ya que aporta empatía y comprensión a una audiencia global de un modo que la cobertura informativa por sí sola nunca podría hacer.
¿Cuál es el perfil de los directores a los que está dirigido este fondo?
Nuestro premio está disponible sólo para directores que trabajen en su primer largometraje documental (de más de 50 minutos). Son bienvenidos los cineastas de todas las edades, de cualquier parte del mundo, y buscamos historias originales y narrativas que ofrezcan un acceso único a un mundo no visto o desconocido. Los proyectos deben estar terminando el desarrollo o iniciando la producción, ya que nos gusta intervenir en esa fase crítica de los proyectos.
La pandemia parece haber vuelto la mirada hacia el interior y, en tanto seguimos viviendo una situación sin precedentes, la gente se identifica cada vez más con las historias personales.
¿Han recibido solicitudes de directores latinoamericanos?
Este año, el número de solicitudes de América Latina se triplicó con respecto a 2020, e incluyó proyectos de países como Honduras, Paraguay, Bolivia o Ecuador. De esos proyectos, nos impresionó especialmente "Ciegos, sordos y mudos" de la directora Esther Anino, que entró en nuestra lista de preseleccionados en 2020 y en 2021. Se trata de un retrato íntimo y convincente de un padre soltero que vive en una de las ciudades más peligrosas del mundo, San Pedro Sula, en Honduras. "Choródromo", de la directora brasileña Helena de Castro, también quedó preseleccionado en 2021.
En general, nos ha conmovido la diversidad, la sensibilidad cinematográfica y la visión artística de los proyectos procedentes de América Latina; esperamos que se sigan presentando y que queden seleccionados.
¿Han detectado alguna tendencia reciente en los proyectos que se presentan al Fondo?
Nadie podía esperar que los nuevos talentos de la no ficción independiente fueran a salir indemnes de la pandemia, y mucho menos fortalecidos. Sin embargo, las solicitudes de este año aumentaron en más de un 25% con respecto al año anterior. Contra todo pronóstico, la calidad también siguió mejorando, acompañada de mucho ingenio y determinación. Hemos asistido a un aumento espectacular de las historias personales con una fuerte impronta autoral: dinámicas familiares disfuncionales, crisis de identidad, tanto personales como culturales, relaciones, traumas intergeneracionales. La pandemia parece haber vuelto la mirada hacia el interior y, en tanto seguimos viviendo una situación sin precedentes, la gente se identifica cada vez más con las historias personales.
Las plataformas de streaming están jugando un papel clave en la distribución de documentales, ¿considera que han venido a impulsar la producción de documentales o a restarles diversidad?
Me entusiasma que cada vez haya más plataformas que empiezan a ver el valor y el poder del documental. La verdad suele ser más atractiva que la ficción y lo cierto es que los documentales tienen un mercado cada vez más grande. Nuestro proyecto ganador de 2017, "Hope Frozen", de Pailin Wedel, fue exhibida en televisión y en festivales antes de ser adaptada para Netflix. Fue la primera cineasta tailandesa en tener una película en Netflix en su propio país y ahora la película se ha visto en todo el mundo. Esto abre nuevas oportunidades, siempre que los derechos se gestionan con cuidado, aunque puede que no funcione para todos. Yo les sugeriría a los documentalistas que sopesen el hecho de tener una cobertura mundial en una sola plataforma, con la capacidad de controlar los derechos para diferentes territorios. Y, por supuesto, es importante que se mantengan fieles a su propia narrativa.