Gabriela Sandoval, directora ejecutiva de SANFIC Industria
Entre el 19 y el 23 de agosto se celebra una nueva edición de SANFIC Industria, plataforma profesional del Santiago Festival Internacional de Cine. Nacido en 2011, este evento de industria cumple su décimo tercera edición impulsando el cine chileno y latinoamericano.
Con un programa integrado por una docena de actividades que buscan dar respuesta a varias necesidades del sector, la plataforma convoca a unos 600 participantes de la región y el mundo en sus diversas secciones, incluyendo el Work in Progress Iberoamericano, Santiago LAB ficción y documental, Series LAB ficción y documental, Productoras Lab, Mórbido-SANFIC Lab, SANFIC Series Lab, SANFIC ODS LAB, SANFIC NET y SANFIC XR, además de actividades especiales. Entre las novedades para este año, se incorpora un reconocimiento de industria a tres agentes que han sido fundamentales en el desarrollo del cine iberoamericano. A pocos días del arranque de SANFIC Industria, LatAm cinema conversó con su directora ejecutiva Gabriela Sandoval sobre el presente y el futuro del cine chileno y latinoamericano.
¿Cuáles son las principales novedades de esta edición de SANFIC Industria?
Esta nueva versión de SANFIC Industria, en el marco del 20º aniversario del festival, entregará por primera vez el reconocimiento de Industria a tres agentes internacionales que han sido claves en el desarrollo y aporte del sector audiovisual iberoamericano: John Hopewell, editor de Variety, quien visitará por primera vez el país para recibir el reconocimiento; Elena Vilardell, secretaria técnica y ejecutiva del Programa Ibermedia; y Bina Daigeler, diseñadora de vestuario alemana, nominada al Oscar en la categoría Mejor Diseño de Vestuario por “Mulán”, que ha trabajado con Almodóvar, Jim Jarmusch y Cate Blanchett, entre otros grandes directores. Se trata de un reconocimiento que se instaura en esta versión para las siguientes y nace gracias a las conversaciones que tuve con el director de LatAm cinema, Gerardo Michelin, sobre Hopewell y lo importante que ha sido y es para nuestro cine iberoamericano. Entre otras novedades, en esta edición ampliamos los contenidos y las sedes. Dentro de los contenidos XR contaremos con “Cerati XR”, un viaje en realidad aumentada a través de paisajes surrealistas y vibrantes en el que cada canción cobra vida en formas y colores hipnóticos. SANFIC Series contará con el estreno de dos series documentales: “Versus”, del director mexicano Raúl Cuesta Jiménez, es un retrato del tenista Nicolas Jarry y su dura experiencia en los niveles más altos de la competencia, mientras que “Los 43 de Ayotzinapa: un crimen de Estado” (Max) sigue, a 10 años del crimen de Estado más impactante de la historia moderna de México, a las madres y padres de los desaparecidos que no han cesado en su lucha contra el Estado, exigiendo respuestas y condenas para los responsables.
SANFIC Industria tuvo su primera edición en 2011, ¿qué balance haces de estos años?
El balance es sumamente positivo, la decimotercera edición creció un 55% en postulaciones en todas sus secciones en comparación con 2023, lo que demuestra el interés de directores y productores de trayectoria y jóvenes talentos en nuestro espacio. A su vez, la calidad de las postulaciones implica un desafío para los seleccionadores y también para nosotros, en cuanto al diseño de contenidos de las actividades. En este sentido, el gran aprendizaje ha sido el escuchar al sector audiovisual iberoamericano en sus necesidades e intereses, así como también observar a los espacios colegas y referentes para que SANFIC Industria sea un aporte y complemente al circuito de espacios de industria. Esta escucha/consulta y observación nos ha permitido ir reestructurando y moldeando las diferentes secciones en base a las necesidades y la evolución de nuestro sector audiovisual, que es sumamente dinámico. Así, el crecimiento de SANFIC Industria ha sido muy consciente estos últimos años; más que seguir agrandando el espacio, nuestro objetivo es fortalecer aun más las secciones que tenemos e ir abriendo espacios que tengan relación con las ya existentes.
“El crecimiento de SANFIC Industria ha sido muy consciente estos últimos años; más que seguir agrandando el espacio, nuestro objetivo es fortalecer aun más las secciones que tenemos e ir abriendo espacios que tengan relación con las ya existentes”.
Desde SANFIC Industria realizan una tarea clave para la internacionalización de proyectos y películas, ¿qué debilidades y fortalezas te parece que existen en esta área a nivel regional?
La estrategia de internacionalización es clave, no solo para películas en primer corte o terminadas, sino ya desde el desarrollo de un proyecto. Por eso, los espacios de industria han ido incorporando, dentro de sus acciones de fomento y formación, contenidos sobre el diseño de una estrategia de internacional según la característica del proyecto. En este contexto, para quienes están con una primera o segunda película como directores o productores, es relevante tener claro cómo diseñar una estrategia desde el desarrollo, como así también acceder a espacios que te entreguen dichos contenidos y te conecten con diferentes players internacionales. Pero el gran problema que tenemos en nuestro sector latinoamericano es que no todos los países están en las mismas condiciones en cuanto a políticas públicas que apoyen y potencien la participación en espacios de industria y festivales. Lamentablemente, nuestros países no cuentan en general con políticas de estado que garanticen y protejan nuestro cine independiente del partido político de turno, ejemplo de ello es lo que ocurrió en Basil con Bolsonaro o lo que trágicamente esta pasando en Argentina con el gobierno de Milei. La internacionalización de nuestro cine además de ser un aporte a la cultura nacional e internacional y formar parte del patrimonio cultural, es un aporte enorme a la imagen país y es lamentable que ciertos gobiernos no lo comprendan.
¿Cuáles dirías que son los principales desafíos de gestión de SANFIC Industria?
El financiamiento de nuestros espacios es un desafío constante y SANFIC Industria no es la excepción, pero hemos encontrado un equilibrio entre las gestiones públicas y privadas a nivel nacional e internacional. Esperamos y y trabajamos para que sea una constante y se mantenga o incremente en el tiempo.
Ya en relación al cine chileno, ¿en qué momento dirías que está? ¿qué desafíos tiene por delante?
El cine chileno está en crecimiento constante, en los últimos años ha estado y sigue estando en su mejor momento: cuenta con profesionales ya posicionados y nuevas generaciones de talentos con miradas, modelos de producción y propuestas muy atractivas. Esto se refleja en las selecciones internacionales, tanto en festivales como en espacios de industria, donde cada vez es mayor la presencia de contenido chileno o en coproducción con Chile. El mayor desafío que tiene el cine nacional es con su audiencia local, ya que los reconocimientos internacionales no se ven reflejados en la cantidad de espectadores en salas. Claramente es un tema que afecta a la cinematografía de la región pero, en el caso de Chile, se necesitan de políticas públicas que busquen no solo la promoción de audiovisual nacional, sino también una política de acciones que permitan la permanencia en las pantallas y un canal público que esté a la altura de sus pares en otros países, donde son parte del ecosistema del marketing y distribución de los contenidos. También se requieren mayores políticas sobre los incentivos a la producción audiovisual, ya que el cine chileno esta en un punto de crecimiento -cuenta con talento artístico y técnico junto con diversidad de locaciones inigualables- y requiere de herramientas que permitan su desarrollo y evolución.
¿Y qué nos puedes decir sobre el cine latinoamericano en general?
El cine latinoamericano siempre me ha parecido de una potencia increíble desde el punto desde donde se para a contar las diversas historias, pese a la inestabilidad de condiciones y escasez de políticas de nuestros estados. Pese a tener muchas veces la corriente en contra, se las han ingeniado para para contar historias diversas con pertinencia de la temática e identidad propia, encarando los problemas sociales y políticos de nuestra región, como así también poniendo en valor la memoria histórica, los derechos humanos, migraciones, desplazamientos forzados, pueblos indígenas y diversidades, entre otros asuntos. Y esto se ha incrementado el último tiempo, con una mayor conciencia sobre desde dónde contar las historias, entregando dignidad a los personajes, junto con diversidad de géneros para narrar películas, tanto de ficción como de documental, y pensando en audiencias globales. La cinematografía latinoamericana es sólida y cada vez más diversa. Las coproducciones han sido una herramienta vital para producciones de Centroamérica y otros países en los que no existen mayores fuentes de financiamiento o instituciones, como así también las nuevas generaciones de directores y productores han contribuido a la diversidad de los relatos y sus puntos de vistas.