• Las PR: Gloria Zerbinati, publicista internacional

Las PR: Gloria Zerbinati, publicista internacional

Ante todo, Gloria Zerbinati es una cinéfila, por eso disfruta trabajando con directores que admira y con películas que la conmueven. Tras unos años en la oficina de prensa La Biennale del Festival de Venecia, en 2014 decide cambiar de rumbo e incursionar en la publicidad de cine. Primero se desempeña como asistenta para dos publicistas francesas, pero a partir de 2018 comienza a trabajar freelance en los festivales más importantes de Europa: Cannes, Venecia, Berlín, Locarno, San Sebastián, Rotterdam y Visions du Réel.

Sobre las tareas concretas de este trabajo, los publicistas de películas no sólo funcionan como nexo entre el equipo de la película, la prensa, los agentes de ventas y el festival en sí, sino que también son una especie de escudo de ansiedad y contención para los realizadores que pueden verse abrumados por la sobreestimulación generada por estos puntos de encuentro de la escena cinematográfica mundial.

Para conocer más sobre el trabajo de un publicista de cine que trabaja con cine latinoamericano, LatAm cinema conversó con Gloria Zerbinati.

¿Cómo describirías el rol de un publicista?

Ya sea que el trabajo sea para un festival o una película, la idea es poner el proyecto en contacto con la prensa. Y, a su vez, elegir la mejor prensa para cada proyecto, cada película o cada festival. Hay que saber que hay diferentes periodistas con diferentes intereses, público, preparación y con diferente bagaje cultural. Hay periodistas a los que les gustan las películas de género, otros a los que les gusta el cine independiente. Y tienes que saber elegirlos y ayudarlos a descubrir lo que podría ser interesante para ellos. Lo esencial es poner en contacto el proyecto con la persona indicada, y también intentar que lo disfruten, ya sea el periodista o el director de una película. 

¿Cómo ha cambiado el trabajo de un publicista a través de los años? ¿Cuáles son los desafíos actuales?

Todo cambio mucho cuando llegó la pandemia, antes era más fácil pedirle a un periodista que asistiera a las funciones de prensa u oficiales durante un festival para poder presentar la película de la manera que fue concebida, en una gran pantalla, con una audiencia. Con la pandemia se empezaron a popularizar los visionados online y, con eso, los pedidos de screeners y links. Porque el razonamiento es: “si esto funcionó hace dos años, ¿por qué no podría funcionar ahora?” Así que lo que tienes que hacer ahora es crear un evento: intentar convencer a la gente de que el tiempo que invierten mirando una película en una sala es inigualable. Otra de las dificultades es que hoy en día hay demasiadas películas en los festivales y no es posible ver y generar una cobertura de todo. Para ver todo necesitas un mes y el festival quizás dura 10 días. Usualmente  , la prioridad de los medios de prensa es cubrir las películas en la competencia oficial o las que cuentan con grandes estrellas. Y luego, al final de todo, es que están las películas más experimentales o independientes, de países más pequeños. Y eso es una lástima, porque a veces es difícil defender y preservar estos proyectos. Y a su vez, los medios de prensa cada vez tienen menos espacio para el cine. Si antes un diario tenía tres o cuatro páginas, ahora tienen solo una.

“Un publicista no puede cambiar si la película es buena o mala, pero si puede ayudarte a encontrar a la gente acertada a la que le puede gustar y puede disfrutar tu película”.

¿En qué momento empiezas a trabajar con la película y cómo es el proceso para generar una campaña?

Generalmente, quien me contrata para trabajar es la agencia de ventas internacional de la película. Pero claro, a veces no hay agente de ventas. Hay un productor que aún esta buscando un agente y en otros casos es directamente el director. Por lo general tengo conversaciones con las agencias de ventas que suelen tener películas en festivales como Cannes, Venecia o Berlín, antes de que se anuncien las selecciones. Me permiten ver las películas y conversamos acerca de que las que podrían ser buenas para mí y viceversa. En otros casos, soy yo quien se acerca a las compañías productoras porque sé que se trata de productoras que generalmente tienen buenas películas. Y, a veces, quizás hay directores que, como amante del cine, realmente admiro, y les escribo hablándoles sobre su cine, casi como si fuera una carta de amor, y les propongo trabajar juntos.

¿Cuáles son algunas de tus experiencias recientes trabajando con cine latinoamericano?

Este año tuve una experiencia casi mágica. Estaba trabajando en Visions du Réel y me enteré que la película chilena “Los hiberbóreos”, de Cristóbal León y Joaquín Cociña, estaría en la Quincena de Realizadores del Festival de Cannes, y recordaba la película anterior de sus directores, “La casa lobo”, que para mí había sido extraordinaria. Y en el momento que le escribo a los productores expresando mi interés por trabajar con la película, recibo un correo de la agencia de ventas que acababa de adquirir la película pidiéndome a mí trabajar con ellos. Sucedió algo similar con “Pepe” de Nelson Carlo de los Santos en Berlín. Yo no sabía que Nelson estrenaría una nueva película pero había disfrutado mucho “Cocote”, y unos meses antes recibo un correo de la productora diciéndome que le interesaba trabajar conmigo. Ambas situaciones se dieron de casualidad.

Los esquemas de producción y distribución del cine latinoamericano son particulares y diferentes al cine europeo ¿Cómo adaptas tus estrategias para trabajar con estas películas?

En mi experiencia trabajando con realizadores de cine latinoamericano, siempre he encontrado películas excepcionales. Siempre hay algo original. Y puede que a veces los realizadores latinoamericanos compensen con creatividad e inteligencia lo que no pueden compensar con dinero. No quiero decir que si tienes más dinero tu película va a ser mejor, eso no es necesariamente así. Tampoco quiero generalizar. Pero a veces cuando no tienes un presupuesto tan grande, te ves obligado a utilizar otras estrategias para sobrevivir. Y la mejor estrategia para eso es ser original. Esto es algo que se ve mucho en Latinoamérica, no solo en el cine, también sucede con la literatura. Roberto Bolaño, Jorge Luis Borges, Julio Cortázar, todos son escritores con una gran capacidad e imaginación. Y de cierta manera, los directores utilizan esta misma imaginación vivida para hacer películas. También es cierto que cuando tienes una gran producción detrás de ti estas obligado a aceptar muchos compromiso. Y si tienes mucha experiencia puedes manejarlo, pero si se trata de tus primeras películas, esto puede llevarte a volar tu mente, y a perderte a ti mismo.

¿Por qué le dirías a un realizador latinoamericano que está llegando a un festival de clase A que es importante contar con un publicista?

Un publicista no puede cambiar si la película es buena o mala. Pero si puede ayudarte a encontrar a la gente acertada a la que le puede gustar y puede disfrutar tu película. Y esto puede generar cierta expectativa alrededor de tu película. Y quizás puede generar cierto deseo en otra gente de verla. Es importante confiar en el publicista.