Jorge Alís, del stand up a la cima de la taquilla
Jorge Alís es un actor argentino que dos décadas atrás cruzó la cordillera para forjarse un futuro en Chile. Con los años logró destacar en el mundo del stand up. Pero cuando subió al escenario del Festival de Viña del Mar y logró domar al monstruo con observaciones filosas sobre las diferencias entre argentinos y chilenos, su popularidad fue instantánea. Dos años después llega al cine con la comedia “Argentino QL”, dirigida por Pato Pimienta, que con tintes autobiográficos narra las desventuras de este argentino que se instala en Chile en la época post “corralito”.
Lanzada el pasado 25 de agosto por Market Chile, “Argentino QL” es el actual número uno de la taquilla de Chile. En su primer fin de semana sumó casi 64.000 espectadores, cifra que evidencia la preferencia del público por la comedia y los personajes de arraigo popular (caso Stefan Kramer). LatAm cinema dialogó con Alís, un admirador de clásicos comediantes argentinos como Luis Sandrini o Pepe Arias, sobre el salto al cine de su popular “argentino culiao”.
Has hecho tu carrera como comediante de stand up, ¿cómo se traduce ese humor, ese ritmo, a una película?
Es un trabajo que nos costó mucho al principio. En un monólogo vos tenés contingencia, que te lleva a un sketch. Al plantear la película empezamos a buscar una historia, entonces surgió contar de dónde vengo yo. Yo hace veinte años que estoy en Chile y en todo ese tiempo ha cambiado la percepción del argentino. De ahí nace mi personaje, que cuenta cómo se mete en la sociedad chilena. Esta es una comedia negra. Me encanta eso de que te reís ante una situación donde tal vez el protagonista no la está pasando bien. Siento que eso tiene que ver con nuestro grotesco. Y esos tintes de grotesco son parte de mi vida. Entonces el desafío fue ver cómo retratamos ese grotesco en Chile. Porque acá también existe pero es diferente.
¿Sobre qué habla la película?
La película habla de esta suerte de sueño americano que es Chile, que hay que ver dónde va porque puede transformarse en una pesadilla. Eso es un poco lo que la película muestra. De alguna manera retrata cómo es ver las cosas desde una mirada extranjera, desde afuera. Hay muchas cosas que hoy la gente ve con humor pero que hace veinte años molestaban.
En ese sentido, ¿existe un límite para el humor?
Siento que con el humor podés decir las cosas más terribles, siempre y cuando no lo tomes como algo personal. Esa es una llave que siempre usé pero la sociedad chilena también te va marcando otro tempo. Yo acá aprendí a no decir las cosas impulsivamente, por ejemplo. Mi personaje dice cosas terribles y después lo termina con el ahhh…, y de esa forma lo blanquea y lo baja. Siento que el humor es la llave para hablar de todo.
Pensando en los temas que aborda la película, ¿consideras que la película podría tener un mercado internacional?
El tema del argentino culiao puede pasar en cualquier lado. De hecho, trajimos a un peruano muy famoso, Carlos Vilches, que nos decía que esta película podría funcionar en Perú así como está. Varios argentinos, como Carlos Belloso o Luis Margani, que está en la película, me comentaron que podría funcionar en Argentina. No es para mí un objetivo estrenarla ya en Argentina, pero sería genial. Yo quiero caminar paso a paso, que a la película le vaya increíble acá para que después se abran otras puertas.