Jorge Luis Serrano, director de Centro Nacional de Cinematografía de Ecuador

¿Qué objetivos que se ha planteado el CNCine con esta misión a Cannes?

En primer lugar buscamos darle visibilidad al cine ecuatoriano y a su talento. Podemos caracterizar al cine ecuatoriano como una cinematografía emergente. Durante 2012 ocho películas ecuatorianas cosecharon 35 premios internacionales en los festivales de Guadalajara, Cartagena, La Habana y Taiwán, entre otros. Esta cosecha de producciones ha sido realizada con mucho esfuerzo pero aprovechando bien las oportunidades que se les han dado.

También acudimos al Marché du Film para promocionar el país y sus locaciones: pocos países del mundo tienen tal concentración de climas y ambientes en su territorio como Ecuador donde puedes desayunar al nivel del mar, almorzar a más de 4.000 metros y cenar en la selva amazónica.
Otro de los objetivos que nos hemos propuesto con el viaje es formar a nuestros cineastas y talentos para enfrentar los retos de las “grandes ligas”. Para algunas personas que forman parte de la delegación es la primera vez que estarán en un espacio de esta naturaleza.

Esta es la primera vez que Ecuador viaja a Cannes con una amplia delegación de realizadores. ¿Cómo se ha conformado la delegación y cuáles son sus principales características?

Tiene que ver con la proyección, desarrollo y estado de los proyectos de cada miembro de la delegación así como que hayan sido aceptados en alguno de los espacios formativos y de industria de Cannes. Tanto el Producers Network cuanto el Producers Workshop, así como en el Short Film Corner, cada persona tendrá una participación en alguno de estos espacios además de los screeners que realizaremos para tres películas ecuatorianas. Espero que pronto tengamos nuevamente participación en alguno de los segmentos competitivos del festival.

El 2012 fue un año excelente para el cine ecuatoriano. ¿Cuál es su balance de estos primeros cuatro meses del año en materia de producción? ¿Y en materia de público?

Arrancamos muy bien 2013 con el estreno de “Mejor no hablar de ciertas cosas”, ópera prima de Javier Andrade que hasta la fecha ha sumado cerca de 70.000 espectadores. Adicionalmente ha cosechado premios en Cataluña y Austin. Tenemos tres estrenos comerciales más para lo que resta del año: “No robarás”, cuarto largo de Viviana Cordero, hermana de Sebastián, se estrena el 9 de mayo. Posteriormente se estrenará “Mono con gallinas”, ópera prima de Alfredo León; y dos títulos más de ficción están por definir su estreno en el último trimestre del años. Adicionalmente, el documental histórico “La muerte de Jaime Roldós”, de Manolo Sarmiento también será estrenado en mayo. Se trata de una obra que hace un gran trabajo con material de archivo y que aborda un momento traumático en la historia del Ecuador.

El año pasado CNCine lanzó el sello Ecuadorcine para identificar las películas ecuatorianas. ¿Cómo ha sido recibida este iniciativa tanto dentro como fuera del país?

Bajo la marca Ecuadorcine buscamos agrupar la creciente producción ecuatoriana y generar un lazo de identificación entre el cine nacional y su público. El posicionamiento de esta marca será paulatino, de acuerdo al número de producciones estrenadas. La idea es, como hemos explicado el año pasado en su lanzamiento en Cannes, construir una marca que identifique la producción ecuatoriana en su diversidad, cantidad y calidad. La recepción de la iniciativa es positiva y esperamos se acentúe con el paso de los años.

¿Cuáles son los desafíos a los que se enfrenta el cine ecuatoriano para darse a conocer a nivel internacional?

Enfrentamos los mismos desafíos que el resto de cinematografías de la región, especialmente en materia de circulación comercial, ventas y distribución. Nuestro marco normativo está por ser fortalecido con la aprobación de la Ley de Comunicación este mes de mayo. Las políticas de apoyo y fomento van a ser más fuertes por lo que el talento creativo tendrá más oportunidades de crecer. Es importante también ser más imaginativos en materia narrativa, creo que los rubros técnicos están cubiertos y nuestros desafíos vienen por el lado de la dramaturgia.