Jorge Sánchez, director general del Instituto Mexicano de Cinematografía
Alrededor del 20% de la producción mexicana de 2012 fue resultado de la coproducción. Con Estados Unidos como principal socio, la modalidad crece a pasos agigantados, como resultado de la necesidad de ampliar mercados y aumentar su capacidad de producción, pero también por el reconocimiento internacional del que goza el cine mexicano, ganador dos años consecutivos del premio de mejor director en Cannes. Hablamos sobre coproducción con Jorge Sánchez, Director General del Instituto Mexicano de Cinematografía (IMCINE).
El anuario estadístico mexicano indica que en los últimos tiempos ha aumentado la cantidad de coproducciones. ¿A qué lo atribuyes?
La internacionalización del cine es un fenómeno mundial que se debe tanto a los foros de coproducción de festivales y encuentros cinematográficos, como a la necesidad de aumentar las opciones para fondear las películas y a la inevitable realidad de que una coproducción lleva en la mayoría de los casos a una co-distribución, lo que aumenta el impacto cultural y comercial de los filmes, en beneficio directo de los productores. Sin embargo, es un hecho que la calidad y búsqueda experimental que se ha desatado en el cine nacional, ha impactado de manera muy beneficiosa en la presencia de cine nacional en los foros más prestigiosos a nivel mundial, lo cual ha propiciado el interés de productores extranjeros en las producciones mexicanas.
¿Se incentiva particularmente la coproducción desde IMCINE? ¿Existen acuerdos bilaterales?
Sí, existen acuerdos bilaterales con varios países, así como acuerdos latinoamericanos e iberoamericanos, como es IBERMEDIA, CACI, DOCTV, etc, que son iniciativas que ahora a 5 o 10 años de su creación, funcionan como puentes para incentivar la coproducción fílmica. Hoy están dando frutos firmes y visibles. Para IMCINE es de fundamental importancia que los productores accedan a los foros y mercados de coproducción, dado los beneficios que estos generan para los filmes.
Siendo México una industria consolidada y con una historia larga y exitosa, ¿qué ventajas crees que otorga la coproducción?
La coproducción genera profesionalización de los sectores, nuevas visiones y sin duda mayores estándares de calidad cinematográfica o de narrativa audiovisual. Sin embargo, el mayor beneficio radica en que genera una amplia visibilidad de la obra cinematográfica, más fuerza de lanzamiento y acceso a audiencias más diversas.
Actualmente, Estados Unidos es el principal coproductor de México y justamente cada vez se hacen más producciones en inglés. ¿Crees que es una forma efectiva de penetración en ese mercado?
Definitivamente el público hispano hablante o latino en los Estados Unidos, se puede considerar hoy uno de los mercados más interesantes para los nuevos contenidos audiovisuales. Pero es definitivo que una obra audiovisual en inglés o con subtítulos en inglés da una mucha mayor posibilidad de internacionalización y mercado a la misma.
¿En qué medida México coproduce con otros países latinoamericanos?
México coproduce y ha coproducido constantemente con países latinoamericanos, pero es de notarse que con las cinematografías emergentes de Latinoamérica y el creciente apoyo gubernamental a las cinematografías de varios países de esta región, las posibilidades y concreciones de coproducción latinoamericana han crecido y siguen creciendo en el presente de manera muy importante. En los últimos seis años, el 31% de las coproducciones mexicanas han sido con países latinoamericanos. De este universo, el país con mayor coproducción es Colombia, le siguen Argentina y Chile, y después Perú y Uruguay. En 2010, del total de la producción nacional diez títulos fueron coproducciones internacionales. En 2011 representaron cerca del 20% de la producción total del país. La coproducción con España representó el 28%, y con Argentina, Holanda y Dinamarca el 15% con cada uno de ellos. En 2012 se realizaron 11 coproducciones con los Estados Unidos.
Cynthia García Calvo