• José Iñesta, director del festival Pixelatl

    José Iñesta.

  • José Iñesta, director del festival Pixelatl

    Ceremonia de clausura Pixelatl 2022.

  • José Iñesta, director del festival Pixelatl

    Conferencia durante Pixelatl 2022.

José Iñesta, director del festival Pixelatl

Gran impulsor de la animación mexicana, José Iñesta creó Pixelatl como un espacio de actividades para público, profesionales y nuevo talento que se ha convertido en el principal evento para el sector animado de la región. Desde su creación hace 12 años, el evento viene trabajando con el objetivo de potenciar el desarrollo y la exportación de propiedades intelectuales; con esa misión, Iñesta ha tejido alianzas con América del Norte y también con la región iberoamericana a través de La Liga de Animación, junto a Animation! y Premios Quirino.

Cada edición, en base a su propio diagnóstico de la industria y al contexto sociopolítico, Iñesta reformula Pixelatl. Así, el Manifiesto que el festival publica cada año es una declaración de intenciones en la que se basa conceptualmente el evento. En 2023, el texto se titula “Atrévete a crear” e incluye máximas como “Imaginar futuros posibles es principio de nuevas realidades”, sobre la que se basa la actividad de diálogos que este año se propone como novedad. LatAm cinema conversó con el director sobre la décimo segunda edición del evento y los desafíos que enfrenta la animación mexicana y latinoamericana.  

Para esta edición convocan a un nuevo formato de intercambio, más orientado al diálogo que a la exposición, ¿qué objetivos se proponen con esta actividad?

Lo que estamos buscando es construir puentes y escucharnos, algo que no siempre hacemos. Es difícil transicionar al futuro, pero la única forma de hacerlo es hablarlo y ponernos de acuerdo para caminar en esa dirección de manera que beneficie a todos. Estos meet-ups son relevantes pues son temas presentes en la industria audiovisual, se hablará de stop-motion, de mujeres, de videojuegos, de inteligencia artificial... 

Pixelatl siempre ha sido un espacio de fomento de las propiedades intelectuales, tan en discusión ahora por el tema de las plataformas, ¿cuál es tu perspectiva en relación a este tema? 

Lo más importante es que el modelo disruptivo de las plataformas no ha sido rentable para nadie, ni para las cadenas o los grandes estudios, ni para ellos mismos. Por eso, a veces hay que hacer un alto y reflexionar si el camino en el que estamos nos lleva adonde queremos ir. Lo mismo pasa con el tema de las huelgas, las condiciones cambiaron y han lastimado mucho a los actores y escritores. Por eso se hace necesario reflexionar como industria sobre nuestro futuro.

"Creo que como industria estamos llegando a nuestra adolescencia, que es una etapa de retos y de crecimiento en la que los estudios se van a diferenciar entre sí".

Otro de los temas a conversar es la inteligencia artificial (IA). ¿Qué desafíos y posibilidades crees que presenta para los creadores de la región?

Hay que reconocer que es una herramienta que nos hace más fácil el trabajo, muchos creadores y realizadores se han ido acoplando a ella desde hace varios años. Hay que aprender a usarla, sacarle provecho, y no temer que podamos ser reemplazables. Quizá la IA pueda hacer partes del proceso, pero esto abre oportunidades y nuevos procesos que debemos de hacer como seres humanos.

Tras 12 años de Pixelatl, ¿cómo crees que cambió la animación mexicana en esta década

De múltiples maneras. Debemos reconocer que ha habido una evolución. De la animación artesanal a la animación en serie -por así decirlo-. De procesos únicos a procesos complejos. Y de más historias locales que se ven en pantallas. 

¿Qué visión tienes de la animación latinoamericana en este momento? 

Que está en crecimiento, que hay una intención genuina de los grandes estudios de promover la diversidad en sus contenidos y que los estudios están ávidos de historias diferentes, de ahí la búsqueda de nuevas historias y estéticas que sólo la animación puede ofrecer.

¿Cuáles dirías que son las fortalezas más destacables de esta industria? 

Creo que como industria estamos llegando a nuestra adolescencia, que es una etapa de retos y de crecimiento en la que los estudios se van a diferenciar entre sí. Creo que esta industria tiene varias fortalezas: los apoyos gubernamentales (no importa el país o el estado, hay apoyos para el sector en la región, sólo hace falta coordinarlos a nivel internacional pero ya hay camino recorrido); la calidad: hemos demostrado al mundo que se puede hacer animación de calidad en América Latina; el talento reconocido y el talento emergente, como es el caso de los grandes directores y animadores que se convierten en mentores y padrinos de nuevas generaciones; la capacidad de crecimiento rápido: cuando llegan demandas de las cadenas o plataformas, la red de estudios latinoamericanos se organiza en cadenas productivas para sacar el trabajo; y, por último, un espíritu de comunidad en el que hemos trabajado desde el inicio y hoy se ve reflejado en organizaciones internacionales como La Liga de la Animación o los Premios Quirino.

Fomentar una industria diversa es también parte del cometido de Pixelatl, ¿cómo crees que ha evolucionado la industria en este sentido? 

Es importantísimo impulsar la diversidad. Desde hace mucho que venimos diciendo que este es el siglo de la mujer, por todo el empoderamiento y liderazgo que tienen, que estamos empezando a reconocer y valorar. Pero también se ha puesto la mirada en los necesitados, en los vulnerables, llevar sus historias a las pantallas es un objetivo muy noble que empieza a estar en el foco de algunos ejecutivos.