Juan Ferrer Vila, director de la Mostra de Cine Latinoamericano de Cataluña

La ciudad de Lleida se ha convertido en una de las principales puertas de entrada a España para el cine latinoamericano gracias a la Mostra de Cine Latinoamericano de Cataluña, un evento que celebrará su decimosexta edición en abril de 2010. A lo largo de su historia, el certamen leridano ha reflejado con fidelidad la actualidad de una cinematografía que consigue cautivar, año tras año, al público catalán. LatAm cinema conversó sobre los desafíos y novedades del festival para su próxima edición con su director, Juan Ferrer Vila.

Con la celebración de su edición número 15, en marzo de 2009, el certamen pasó a denominarse Mostra de Cinema Llatinoamericà de Catalunya. ¿Qué motivó este cambio y cuáles son las principales características del nuevo rumbo emprendido por el certamen?

Esta nueva denominación, deviene como un hecho natural, ya que la Mostra, ha sido durante muchos años, el único certamen especializado en cine latinoamericano en Catalunya. Por ello, el cambio de nombre, no obedece a ningún tipo de estrategia, sino a un reconocimiento lógico, por el compromiso y el historial del evento. No hay que olvidar, que los únicos encuentros de cine latinoamericano de España, no hablo de secciones, sino del alma del propio festival, se celebran en Huelva, Villaverde y Lleida, un hecho por cierto, que marca muy bien territorialidades y abarca un amplio espectro de la geografía, pudiendo de este modo, llegar a un mayor número de espectadores, que a fin de cuentas es el próposito de cualquier cineasta de América Latina, y así de este modo, abrir mercados, ya que un festival o mostra es un servicio, por encima de un espectáculo.

¿Cuáles serán las principales novedades de la próxima edición del certamen?

Se está trabajando en las diferentes secciones y actividades paralelas de la próxima edición. Estamos en un momento en que el comité de selección se encuentra ya trabajando para componer una sólida sección oficial, tanto en el largometraje, el documental y el cortometraje, y a su vez, se están modelando las diferentes retrospectivas, homenajes, exposiciones, y en definitiva el amplio abanico de actividades que se promoverán desde Lleida en la próxima edición de la Mostra, que, en esta ocasión, se celebrará del 9 al 16 de abril de 2010. De todos modos, hay que señalar, que uno de los grandes acontecimientos de esta próxima edición, será sin ninguna duda, el nuevo espacio de “La Llotja”, el nuevo Palacio de Congresos de la ciudad de Lleida, dotado con grandes instalaciones que dará a la Mostra un marco ideal para el futuro desarrollo de la misma, superior en infraestructuras y potencialidades.

La Mostra también busca servir de puente para la distribución en España y en Europa de producciones hechas por latinos. Desde su punto de vista, ¿cuáles son los principales obstáculos que enfrenta el cine latinoamericano en Cataluña y España en materia de distribución?

La respuesta no es original, pues es un mal endémico conocido y, lo que es peor, aceptado. La hipoteca de salas en beneficio de producciones comerciales, que llegan a nuestro país en paquetes, obligan a reducir los espacios dedicados a otras cinematografías que no sean norteamericanas. Por ello, el cine latinoamericano, y no nos engañemos, también el de otras cinematografías, sale gravemente perjudicado. No es un tema de calidad, pues el cine del que hablamos, pese a sus graves problemas económicos, siempre suple esta carencia con ideas originales, buenos guiones, y directores emergentes, que se van consolidando en el panorama cinematográfico internacional, ya sea a base de grandes premios en festivales de clase A, como en otros certámenes. No estamos hablando de un país, sino de todo un continente, que tiene, por un lado grandes cineastas, y títulos referenciales, sino, un caldo de cultivo amplísimo, que propicia nuevas fórmulas del lenguaje cinematográfico. Tal vez, es uno de los cines que se rejuvenecen constantemente, y con demostrada calidad.

Otro de los objetivos del festival en su nueva etapa es convertirse en un referente para la exportación de producción catalana al continente americano. ¿De qué forma se proponen alcanzar este objetivo?

Como he dicho anteriormente, un evento cinematográfico, es ante todo, un servicio. Una fórmula para que se puedan visionar producciones, que por diferentes cuestiones, no llegan con la frecuencia que debieran a su lugar natural, que no es otro que el de las salas de cine. Por lo tanto, y en esa vocación de servicio, desde la organización de la Mostra, creemos que ese puente construido durante quince años, podía ser de ida y vuelta, que tenga un sentido recíproco, y además de acercar el cine latino a nuestro país, llevar a su vez a América del Sur el cine catalán, un cine que posee muchos vasos comunicantes con aquella cinematografía, y que en ocasiones no tiene el reconocimiento que verdaderamente se merece. Por ello, y conscientes de que muchas producciones catalanas de altísimo nivel, no han podido ser visionadas en Latinoamérica por un problema global de mercado, hemos creído oportuno abrir esa doble vía, que permitirá mayor fluidez y conocimiento de estas cinematografías.

A partir de su experiencia como director del certamen, ¿cuál es el cine latinoamericano que despierta mayor interés en Cataluña?

Lógicamente, no debemos olvidar, que existen cinematografías muy potentes, y con una relevante historia. Por ello, Argentina, Brasil, México, en cierta medida Cuba, y ahora, y con fuerte impulso Uruguay y Colombia forman la columna vertebral de aquel cine, siendo algunas de esas producciones, referentes obligados. En la actualidad, Brasil con Salles o Meirelles, por citar solo dos ejemplos, es un país potente en el campo audiovisual; Argentina, con sus directores históricos, y con nuevos realizadores que han protagonizado grandes éxitos en festivales y taquillas, además de tener tradición en formar cineastas, es un puntal fuera de toda duda, y México, mantiene un marchamo de calidad altísimo, sin olvidar otros referentes. En verdad, el reto latinoamericano es sorprender año tras año con producciones de gran nivel, y eso no es ajeno a un público, cada vez más familiarizado, tanto con títulos del otro lado del Atlántico, como en el campo de las coproducciones, y en el de realizadores, actores y actrices, que por cuestiones idiomáticas, y de vínculos afectivos, pueden trabajar, y de hecho lo hacen, tanto en películas de allí, y de aquí, siendo ese, un camino también recorrido y recurrido, por el cine de este país.

“El latinoamericano es un cine que se rejuvenece constantemente con demostrada calidad”