• Los productores: Leonardo Mecchi, de Enquadramento Produções

    “A transformação de Canuto” de Ariel Kuaray Ortega y Ernesto de Carvalho.

  • Los productores: Leonardo Mecchi, de Enquadramento Produções

    “Rejeito” de Pedro de Filippis.

  • Los productores: Leonardo Mecchi, de Enquadramento Produções

    “O estranho” de Flora Dias y Juruna Mallon.

Los productores: Leonardo Mecchi, de Enquadramento Produções

Desde su sede en São Paulo, la productora Enquadramento Produções es un agente activo en el fortalecimiento y la internacionalización del cine autoral brasileño contemporáneo. Fundada por el productor Leonardo Mecchi, Enquadramento ha realizado películas en coproducción con Brasil, Francia, Colombia, Alemania, Portugal y Estados Unidos que han sido reconocidas en festivales de todo el mundo.

En el catálogo de la productora paulista destacan títulos como “A febre” de Maya Da-Ryn, “Mormaço” de Marina Meliande, “A morte habita á noite” de Eduardo Morotó, y “Los silencios” de Beatriz Seigner. Su película más reciente, “A transformação de Canuto”, dirigida por Ariel Kuaray Ortega y Ernesto de Carvalho, y coproducida con la también brasileña Video nas Aldeais, fue doblemente reconocida en IDFA con los premios a mejor película y Outstanding Artistic Contribution en la competencia Envision. Enquadramento también presentó “Rejeito” en la última edición del certamen holandés, dirigida por Pedro de Filippis y coproducido con Here and Elsewhere (Estados Unidos), cuyo estreno mundial tuvo lugar hace unos meses en Cinéma du Réel. La productora arrancó el año con el estreno de “O estranho” en la sección Forum de la Berlinale, un film dirigido por Flora Dias y Juruna Mallon, y coproducido con las brasileñas Lira Cinematográfica, Filmes de Abril e Ipê Branco Filmes, y la francesa Pomme Hurlante. 

2024 también se proyecta como un año intenso para Enquadramento con el estreno comercial de “O estranho” y “Rejeito” en Brasil. Además, en el primer semestre iniciará rodaje del documental “Dragões da Independência” de Miguel Antunes Ramos (“Banco Imobiliário”, “Filhos de Macunaíma”), realizado en coproducción con Esquina Filmes y con el apoyo del FSA y Canal Curta!; mientras que en el segundo semestre filmará “Luzia”, debut en largo de la portuguesa Leonor Noivo, una coproducción con las portuguesas Terratreme y Laranja Azul que cuenta con el apoyo del FSA y el portugués ICA. En paralelo, la productora continuará el desarrollo de "Girl-Tubers", próximo largometraje de la paulista Tali Yankelevich (“Meu querido supermercado”), que cuenta con el apoyo del Sundance Institute tras su participación en los mercados de Visions du Réel y Sheffield. 

A pocas semanas de finalizar el año, LatAm cinema dialogó con Leonardo Mecchi sobre las oportunidades que ofrece la coproducción y los desafíos que enfrenta el cine autoral actual. 

Trabajas especialmente con primeras y segundas películas. ¿Qué es lo que te atrae de un proyecto?

Lo que me interesa en los primeros y segundos largometrajes de jóvenes directores es la apertura al riesgo, a la experimentación, a una mirada fresca y sin tapujos, tanto en la propuesta estética, artística y narrativa de estas películas, como en los modos alternativos de producción. Lo que me atrae de un nuevo proyecto es, ante todo, la fuerza de la historia que se quiere contar y la pasión que el director muestra por esa película, pero también la relación que se establece con estos directores, que debe implicar necesariamente una complicidad, un intercambio respetuoso y activo sobre las cuestiones tanto artísticas como prácticas del proyecto. El carácter humano, tanto de la película que se quiere hacer como de las relaciones que se establecen en torno a ese proyecto, es algo primordial para mi interés y mi implicación.

Varias de tus películas han sido realizadas en coproducción con otros países. ¿Cómo percibes la importancia de la coproducción en el Brasil actual?

El cine es un hacer colectivo y creo que, cuantas más perspectivas, experiencias y trayectorias diferentes se reúnan en torno a un proyecto, siempre que sea de forma colaborativa y unificada, más rico será. Esto se aplica tanto a la formación del equipo como a los socios que participan en su realización. Por supuesto, no existe una fórmula única que pueda aplicarse a todos los proyectos y no todos necesitan o se beneficiarían de una coproducción internacional. Pero cuando la coproducción es propicia, la busco activamente para mis proyectos. Más allá del beneficio más claro e inmediato -que es la posibilidad de ampliar las oportunidades de financiación-, compartir decisiones con un socio que aporta sus propias experiencias y visiones potencia el resultado -ya sea artístico o comercial- de la película en cuestión. En las últimas décadas, entre avances y retrocesos, en Brasil se ha tomado conciencia de la importancia de estas asociaciones para ampliar la visibilidad de nuestras producciones en el mercado internacional. Esto se refleja claramente en el aumento de la participación de profesionales y películas brasileñas en festivales y mercados, lo que, a su vez, atrae inversiones y amplía el alcance de nuestras historias en el mundo.

“Tradicionalmente, coproducimos con países como Francia, Alemania y Portugal, pero también estamos muy interesados en estrechar relaciones con socios latinoamericanos”.

¿Estás buscando nuevas alianzas de coproducción para alguno de tus próximos proyectos? En caso afirmativo, ¿de qué países? 

Siempre estamos abiertos a la coproducción con socios que compartan los mismos principios y afinidades. Más que el país de origen del coproductor, lo que nos importa es construir una relación a largo plazo, un diálogo en torno a cuestiones, no sólo financieras, sino también artísticas y de producción y, sobre todo, una pasión compartida por el cine y el proyecto en el que trabajaremos juntos. Tradicionalmente, coproducimos con países como Francia, Alemania y Portugal, pero también estamos muy interesados en estrechar relaciones con socios latinoamericanos.

¿Tienen interés en participar en proyectos como coproductora minoritaria?

Uno de los proyectos que produciremos el año que viene, “Luzia", ópera prima de Leonor Noivo, es una coproducción minoritaria con las portuguesas Terratreme y Laranja Azul. Estamos interesados en participar como coproductores minoritarios en nuevos proyectos, siempre que haya espacio y voluntad para una contribución artística efectiva y no sólo la búsqueda de aportaciones económicas.

¿Cuáles te parece que son los principales desafíos  del cine autoral en la actualidad?

Históricamente, el mayor reto para el cine autoral ha sido -y sigue siendo- llegar a su público, ya sea por la falta de iniciativas de creación de audiencia más allá del cine hegemónico o por el dominio del circuito de exhibición sobre este tipo de producciones. Esta realidad se ha hecho aún más evidente (y cruel) en el periodo post pandémico, en el que los agentes del mercado (ventas, distribuidores, exhibidores y plataformas) se han mostrado aun más reacios al riesgo, reduciendo así la diversidad de la oferta para el gran público y, en consecuencia, reforzando una estandarización de los gustos y hábitos de los espectadores.

¿Qué papel te parece que juegan hoy los festivales? 

Si bien están sufriendo fuertes presiones económicas (y lo hemos visto en los últimos años incluso en festivales consolidados y grandes), siguen siendo un espacio de resistencia para que el cine más autoral encuentre visibilidad, mantenga su relevancia, proponga discusiones y llegue a un público más amplio. Además, son una prueba fehaciente de que estas películas tienen un público cautivo ávido de una producción contrahegemónica, diversa y plural. Y lo que es más -y lo hemos notado aun más claramente con la reanudación de los eventos presenciales tras la pandemia-, los festivales son una parte fundamental del ecosistema de producción cinematográfica, al propiciar encuentros entre los profesionales del sector y los más diversos agentes de esta cadena, posibilitando así intercambios y debates que ayudan a dar forma al futuro de estas producciones.

Desde su punto de vista, ¿cuáles son los principales retos a los que se enfrenta hoy el sector brasileño en términos de políticas públicas?

En los últimos años vivimos un período muy duro para la producción audiovisual brasileña, con la interrupción de políticas públicas que ya habían dado buenos resultados, recortes drásticos de la inversión en el sector y un clima de persecución de empresas y profesionales. Aunque ahora haya una reanudación de las inversiones y un clima más esperanzador para el sector en su conjunto, entre determinados agentes y poderes públicos a nivel municipal, estatal y federal sigue existiendo una visión distorsionada de lo que debe ser la "industria audiovisual brasileña", lo que ha llevado a una elevada concentración de las inversiones, tanto en términos regionales, como en determinados perfiles de empresas productoras y distribuidoras. Estas dos tendencias atentan justamente contra la diversidad que impulsó la visibilidad y la audiencia de la producción brasileña en la década de 2000, tanto en el mercado nacional como en el internacional. Además, falta una mayor articulación e interés político para abordar y regular importantes sectores del mercado, desde las plataformas de streaming hasta las cuotas de pantalla en el circuito de exhibición. Como resultado, la producción independiente se enfrenta a una competencia no sólo desigual, sino también desleal y deshonesta.