Más estilos, series, animación y remakes: Filmax afianza su vínculo con la producción latinoamericana
Con sede en Barcelona, Filmax es una de las empresas audiovisuales más importantes de España y cubre las áreas de producción, ventas internacionales, distribución y exhibición. Desde su fundación en 1953 ha producido más de un centenar de largometrajes y series, y en los últimos años ha ampliado las temáticas y estilos de sus contenidos y se ha acercado a la producción latinoamericana en busca de nuevos proyectos.
Los mayores cambios que ha sufrido la empresa en el contexto de la pandemia mundial están vinculados con la cancelación de festivales y mercados a los que usualmente asisten (Málaga, Séries Mania, Cannes), el retraso de tres estrenos inminentes en cine y, de forma más indirecta, el retraso del rodaje de varias películas que distribuyen. De todas formas, de esta crisis también surgen nuevas oportunidades de negocio debido al mayor dinamismo de las ventanas de VOD y, en menor medida, también de la TV. LatAm cinema dialogó con Iván Díaz, director de la división internacional de Filmax, sobre su creciente interés en la producción o adquisición de filmes de nuestra región y los cambios en los hábitos de visionado de los espectadores.
¿Cuál ha sido hasta el momento vuestro vínculo con empresas productoras de Latinoamérica?
Hace unos años estábamos muy centrados en el género de terror, y tendíamos a hacer esas películas aquí en España. A raíz de algunos cambios en el mercado en el país, como el hecho de que el público sea ahora más mayor, decidimos desclasificar nuestro catálogo y actualmente tenemos más películas, entonces ahí se abre la puerta para poder coproducir más con Latinoamérica. Esta nueva apuesta comenzó con “Truman” de Cesc Gay, una coproducción con Argentina con Ricardo Darín como protagonista. Esa película fue muy importante para nosotros, para este cambio de género que se alejaba del terror hacia otro tipo de productos, ya que reforzó nuestra apuesta y logró que el mercado entendiera que el cambio de producto iba en serio. A partir de entonces hemos hecho varias colaboraciones con Latinoamérica, películas de animación pero también de imagen real como “El rey de La Habana”, de Agustín de Villaronga, una historia que sucede en Cuba. Recientemente hemos llevado a Berlín “El año de la furia” de Rafa Russo, una coproducción con Uruguay. No todas son producciones nuestras, ya que además de nuestras producciones también llevamos las ventas internacionales y la distribución en España de películas de terceros, pero siempre hemos tenido proyectos con Latinoamérica y en los últimos años a raíz de estos cambios de género en nuestras proyecciones creo que tendremos más incentivos o posibilidades de asociarnos a proyectos de esa región.
¿Siguen haciendo películas de género o dejaron totalmente de lado esa faceta?
No lo hemos dejado porque al fin y al cabo es nuestro expertise, es lo que hemos hecho mejor, pero es verdad que, sobre todo en España, a la hora de estrenar en cine nos cuesta más. El público joven es impredecible, no va tanto al cine, consume mucho audiovisual pero más fuera de las salas, entonces se nos hace más difícil producir género. De todos modos, no queremos perder esa cartera de clientes, entonces tenemos proyectos de género pero menos que antes y que también se adapte a la televisión, con un terror más psicológico, menos gore o explícito.
¿Cómo acceden a esos proyectos en los que trabajan con América Latina?
En animación hemos repetido el trabajado con algunos socios, desde “El ratón Pérez” hasta ahora “La gallina Turuleca”. En lo que respecta a proyectos de terceros, muchas compañías españolas nos ofrecen coproducciones con Latinoamérica y si a nosotros nos parecen interesantes para participar, los compramos. También estamos abiertos a proyectos, aquí siempre recibimos guiones y estamos buscando qué producir, y luego Irene Airoldi, nuestra directora de marketing internacional, está muy activa en todo lo que son festivales y mercados para ver work in progress y proyectos que nos puedan llegar a interesar, es decir, que puedan tener un buen recorrido en España pero que además les veamos un potencial internacional. Somos una empresa grande, global, y tenemos una pata nacional y otra internacional, por lo cual buscamos productos con los que podamos trabajar en los dos lados de la empresa. No tienen por qué se películas grandes: estamos abiertos a presupuestos altos y bajos, más o menos de género, pero es necesario que les veamos cierto negocio, cierto potencial.
En la empresa siempre recibimos guiones y estamos buscando proyectos que puedan tener un buen recorrido en España, además de que le veamos un potencial internacional.
Filmax tiene experiencia en la distribución de títulos españoles en Latinoamérica y latinoamericanos en España. ¿Qué tipo de filmes funcionan mejor en esos mercados?
En Latinoamérica ha evolucionado mucho el mercado de como era hace 20 años, cuando comenzamos a vender. Ahora existen nuevos operadores, nuevas plataformas, y cada país tiene sus gustos. Por ejemplo nosotros hemos sido muy fuertes en países en los que el terror gusta más, teníamos más fuerza en México que en Brasil no tanto por el idioma sino porque en Brasil no se consume demasiado terror. En términos generales, Latinoamérica es ahora mismo una de las zonas más fuertes para nosotros. Allí los clientes pueden precomprar, que es algo que en otros mercados más maduros no pasa, entonces el tipo de acuerdo, sea con un único o con varios distribuidores, lo transforma en uno de los territorios más potentes.
¿Hay países de la región por los cuales estén particularmente interesados, sea por cuestiones económicas o artísticas?
Con “El rey de La Habana” tenía más sentido ir al Caribe porque estábamos buscando una historia muy cubana, entonces intentas buscar dónde hay más incentivos o ayudas teniendo en cuenta la historia que tienes. En Argentina ha habido una tradición mayor de Filmax que en otros territorios, pero creo que tiene que ver con que allí el cine español funcionaba mejor, y eso ahora ha cambiado un poco, había una clase media que estaba acostumbrada al cine europeo independiente pero ya no es así. Además, nosotros estamos produciendo también series, y estamos evaluando la posibilidad de hacer alguna en América Latina, entonces creo que en los próximos años se verán más coproducciones de Filmax en esos territorios.
En cuanto a los proyectos que reciben para su evaluación, ¿hay temáticas, géneros o estilos que estén buscando en este momento?
En lo relativo a distribución y ventas internacionales, estamos totalmente abiertos. Para producción o coproducción, en cambio, necesitamos que tenga sentido, que la historia tenga elementos de españolidad, sea porque ocurre aquí o porque tiene personajes españoles. Además Irene tiene en cuenta la posibilidad de que los proyectos puedan entrar a festivales de clase A, lo cual le daría algo de potencial de ventas añadido. Hay algo más que nos interesa y es todo el tema de las remakes. Aquí tenemos películas en las que hay mucho diálogo, con nuestro acento, nuestra jerga, entonces a veces cuesta viajar a América Latina. También sucede al revés, que existen buenas películas latinoamericanas con mucho slang o acentos difíciles de comprender, entonces estamos notando cada vez más esa tendencia: clientes latinoamericanos que a veces nos compraban películas para su distribución ahora consideran comprar los derechos para poder hacerla grande y en su mercado. Al mismo tiempo, para nuestros próximos proyectos estamos considerando casos en los que no esté claro que pueda funcionar en España pero quizá si le damos la vuelta y hacemos un remake español sí pueden tener sentido.