Nuevos talentos latinos en Cannes: Gustavo Hernández

Egresado de la Escuela de Cine del Uruguay en 2002, Gustavo Hernández presenta este año en Cannes su primer largometraje, “La casa muda”, una película rodada con cámara fotográfica, presupuesto mínimo y un claro objetivo: asustar. A pesar de ser una de las escasa apuestas latinoamericanas por el cine de género ha sido seleccionada para la Quincena de Realizadores, lo que ha disparado el interés de varias distribuidoras internacionales. A continuación, la entrevista exclusiva del director a La Latina y LatAm cinema. Por Camila Moraes

¿Qué significa para ti la oportunidad de estrenar una ópera prima en el marco de un festival de tanta visibilidad, como el de Cannes?

Realmente nunca soñamos con estrenar la película en Cannes. Esta oportunidad desborda cualquier expectativa y significa algo muy importante en la carrera de un realizador.

Has comentado que la idea para “La casa muda”, que es una película de terror psicológico, surgió de una limitación presupuestaria. ¿Qué te ha motivado a enmarcar tu primer largo en el cine de género?

El productor de “La casa muda” es un gran fanático del género y ambos queríamos hacer una película, aunque confieso que el terror estaba lejos de mi mente. Después de juntarnos varias veces, llegamos a un acuerdo, pero con la condición de poder experimentar todo lo posible, rompiendo algunos esquemas clásicos de producción y realización. En muchos de mis trabajos busqué desafíos para encontrar mi propio pulso narrativo y experimentar en el lenguaje audiovisual. Simplemente me motivó la libertad creativa que mi socio me ofrecía para debutar con un largometraje. Creo que el secreto de cualquier realizador es tratar de ser honesto con el trabajo y la visión que tiene cada uno.

Hacer la película en plano secuencia es otro riesgo interesante que tomaste y que se convirtió en una característica importante de la película. ¿Por qué evitar los cortes?

Plantamos un concepto muy básico: queríamos que el espectador experimente el miedo en tiempo real. Después de ese parámetro, todos teníamos las cosas más claras. También dijimos que la técnica no podía enceguecer a la historia, sino que el lenguaje tenía que ayudar a los personajes y las situaciones de forma invisible. Eso fue muy importante, porque no me gustan la películas que hacen alardes del virtuosismo técnico. Siempre estoy del lado del espectador común, que paga una entrada para entretenerse y asustarse.

¿Cuál ha sido la trayectoria de “La casa muda” hasta llegar a la Quincena de Realizadores?

El camino de la película comienza en Cannes.

¿Qué esperas para la película después del festival?

Que pueda llegar al máximo caudal de gente. Obviamente espero que quienes puedan ver la película en Cannes encuentren en “La casa muda” un film personal pero entretenido, que cumpla su primera función básica: asustar. Ojalá la gente pueda apreciar no sólo el puñado de sobresaltos, sino la provocación de sensaciones y climas durante todo la historia.

Has solucionado dificultades de producción de una forma creativa. Ahora se acerca la fase de distribución, que muchos opinan que es principal problema del cine a nivel mundial. ¿Qué opinas sobre eso?

Es totalmente cierto. Nosotros tuvimos suerte y somos una excepción al problema, ya que cuando subimos el tráiler a la web varias empresas en el mundo nos llamaron para distribuir la película. Se sumaron aún más cuando quedó seleccionada en Cannes y pudimos firmar un contrato con una distribuidora muy importante de Europa, que se encarga de las ventas mundiales.

¿Cuál es tu opinión sobre el cine que se hace hoy en Latinoamérica?

El panorama de cine latinoamericano viene creciendo en cantidad y calidad. Tenemos una gran variedad de películas que ganan en Berlín, Cannes e incluso hasta el Oscar. Es decir, hay un cine de autor y al mismo tiempo convive un cine taquillero que se mezcla con grandes producciones mundiales. El cine que prefiero siempre es el de la búsqueda personal, en el acierto o el error. Me gusta que una película me sorprenda en algún punto, desde el guión, el arte, la fotografía o la actuación. Creo que hay directores excepcionales, como Pablo Trapero en Argentina, que siempre suben su apuesta creativa y personal en cada película que hacen. Son un orgullo para el cine latinoamericano.

¿Cuáles son tus próximos proyectos?

Tenemos tres, incluido otro de horror, pero todavía es temprano hablar de ellos, porque recién está creciendo esta criatura que parimos.

Entrevista con el director de “La casa muda”, película uruguaya seleccionada a competición en la Quincena de Realizadores