Sergio Andrade, director de “A floresta de Jonathas”
“A floresta de Jonathas”, escrito y dirigido por Sergio Andrade, es el primer largometraje producido en el estado brasileño de Amazonas en medio siglo. Como tal, se transformó en el gran protagonista de la recientemente clausurada novena edición del Amazonas Film Festival, el certamen internacional que se ha transformado en el escaparate de la incipiente y creciente producción local de cortometrajes, que da cuenta del despertar cinematográfico del estado. Protagonizada por Begê Muniz –premiado como mejor actor en el certamen- y basándose en hechos reales, la historia habla sobre la relación entre el hombre y la naturaleza.
Se señala a “A floresta de Jonathas” como el primer largometraje producido en Amazonas en 50 años. ¿Cómo nació el proyecto y cómo logró concretarse?
No tengo confirmación exacta de hace cuanto tiempo no teníamos un largo de ficción genuinamente amazonense, con producción enteramente local y con un equipo mayoritariamente local. Creo que Silvino Santos puede ser una buena referencia de ese origen amazónico; aunque haya sido un portugués radicado en Manaos fue un pionero en los años 20 y 30 con sus documentales. “A floresta de Jonathas” nació de mi deseo de ficcionar hechos reales, en este caso la historia verídica de Jonathan, un joven que desapareció en la selva. Es asombroso pensar que en Manaos estamos rodeados de un laberinto homérico y que podemos ser náufragos en tierra firme. El cine se concreta con recursos. “A floresta de Jonathas” solo fue posible porque el guión fue el primero del norte de Brasil en ser contemplado en el concurso de largos de bajo presupuesto del Ministerio de Cultura.
La película habla de la relación entre el hombre y la naturaleza, ¿qué te interesó destacar particularmente sobre ello?
La terrible historia de Jonathan me impresionó mucho como lector, pero “A floresta de Jonathas” es una película que no es sólo sobre un joven perdido en la selva, sino sobre “no pertenecer”, sobre “estar aislado” o sobre el mundo neutralizador de la selva. La naturaleza y la selva son personajes, y la selva lanza señales, signos y se comunica con un lenguaje complejo. Cada vez que veo la película pienso que trata sobre la relación conflictiva entre una pareja: Jonathas y la selva.
Trabajaste con equipo local, ¿cómo fue el trabajo considerando la falta de experiencia en el campo de largometrajes?
La producción de “A floresta de Jonathas” no tuvo mayores dificultades. Filmamos cerca de la ciudad con un equipo 95% local. Traje cinco profesionales de otros estados, apenas para las funciones en que no tenemos muchos profesionales en Manaos: asistencia de dirección, sonido, entrenamiento del elenco. El elenco principal es local y es muy bueno trabajar con un equipo amazonense que sabe dónde están las cosas y dónde encontrar lo que necesitábamos. La película tiene la magistral fotografía de Yure Cesar, un paulista-amazonense que vive en Manos hace bastante tiempo, y fue montado por Fábio Baldo, un paulista queriendo ser amazonense, que supo traducir una Amazonia inusitada.
“A floresta de Jonathas” fue parte de la competencia del Amazonas Film Festival, ¿consideras que este certamen ayudó a incentivar la producción local?
Creo que el Amazonas Film Festival es un triunfo por ser tan profesional y realizado por agentes locales. Sin embargo necesita unirse a un plan de formación para cineasta de Amazonas, algo que funcione todo el año y por mucho tiempo. Me gustaría que esa efervescencia no existiera solo en el período del festival. El evento está bien estructurado y cada vez es más consagratorio, pero es un evento y pasa. Los concursos de incentivos también deberían ser multiplicados.
¿Qué piensas de la ayuda ofrecida por el estado para la producción cinematográfica?
Amazonas está en el camino correcto, es un granero de ideas y locaciones para el cine y de cursos de formación básica para adolescentes; pero necesitamos invertir más en leyes estatales y concursos. Amazonas tiene un PIB y una recaudación del mismo nivel o mayor que Pernambuco, y una población tres veces menor. Más allá de la formación más avanzada, es difícil entender cómo Recife tiene concursos para cuatro largos y varios cortos, y nosotros apenas un concurso de cortos en Manaos.
La película es una producción de Rio Taruma Filmes y VT Quatro Filmes presentada por FiGa Films, reconocido agente de ventas. ¿Cómo es su participación?
FiGa Films está con nosotros desde el primer corte, siempre apoyando y aconsejando de la mejor manera. Tienen las ventas internacionales para cine y televisión. Eso es un gran marco para nuestra película porque la acredita en un grupo selecto con potencial éxito en el mercado art house internacional.
¿Cuál es el camino planeado para la película?
Pasamos por tres festivales en Brasil: Río, Mostra de São Paulo y Amazonas. Ahora tenemos que participar en festivales internacionales y estimamos que será lanzada por Vitrine Filmes en agosto de 2013 en Brasil.
¿Tienes nuevos proyectos?
Sí. Mi nuevo guión se llama “Antes o tempo não acabava”, que ya fue aprobado por ANCINE y fue seleccionado para dos laboratorios de proyectos: Brasil Cine Mundi y BrLab. Se trata de una historia más urbana que tiene a Manaos y alrededores como locaciones. Estoy también interesado en producir un corto de animación que se llama “O Natal de Pedro”, un lindo argumento que transcurre en buena parte en Amazonia, con un perro, una familia, la selva y sus secretos.