Del libro a las pantallas: cinco novelas latinoamericanas en Rodando Páginas
Con la 82º Feria del libro en Madrid como telón de fondo, el 7 y 8 de junio se celebra la sexta edición de Rodando Páginas, del libro a las pantallas, un encuentro que convoca a dos mundos que caminan juntos desde hace décadas: el audiovisual y el editorial. Un total de 16 autores, editores y agentes literarios presentarán sus historias ante productoras audiovisuales que evaluarán su potencial de adaptación y negociarán posibles contratos.
“Noticia de un secuestro” de Gabriel García Márquez, “Como agua para chocolate” de Laura Esquivel, “Distancia de Rescate” de Samanta Schweblin, “Los santos inocentes” de Miguel Delibes y “El perro del hortelano” de Lope de Vega son algunas de las obras literarias en español que han sido llevadas a la pantalla a lo largo de los años. Para facilitar y potenciar que muchas más se adapten al lenguaje audiovisual, la Asociación Madrileña Audiovisual (AMA) y la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE) crearon, en 2018, Rodando Páginas, del libro a las pantallas.
Tras cuatro años enfocados en autores españoles, en 2022 se abrió la convocatoria a México, Argentina y Colombia. Este año, las fronteras se ensancharon un poquito más con la incorporación de Perú, Uruguay y Chile. “Recibimos obras de siete países hispanohablantes. Desde el año pasado buscamos atraer a Madrid a lo mejor del talento literario en español con el objetivo de encontrar las obras con mayor potencial para ser adaptadas a una pantalla. Queremos ofrecer a estos autores, editoriales y agencias literarias la oportunidad de presentar sus mejores y más adaptables obras editadas en español ante un auditorio del sector audiovisual (televisiones, plataformas, productoras, directores, guionistas)”, explicó a LatAm, Mario Madueño, coordinador de Rodando Páginas.
Seleccionadas por un comité integrado por programadores de festivales, directores, guionistas, comunicadores, productores y distribuidores, las obras van desde la comedia, el drama, el género policial y la aventura, hasta el género infantil y juvenil, el fantástico, la ciencia ficción, los temas LGTBIQ+ y la historia. Las novelas latinoamericanas elegidas este año son: “Abril Rojo” de Santiago Roncagliolo (Alfaguara, Perú-España), “El dolor de la memoria” de Susana de Murga (HarperCollins, México), “Marinka, una niña rusa vasca” de Rodolfo Luna Almeida (Grupo Planeta, Argentina), “¿Te atreves?” de Daniel Hernández Chambers (Ediciones El Naranjo, México), y “Un virus de amor. Cómo el VIH salvó mi vida” de Margarita García Telesca y Cecilia Abadie (Estudio di Candia, Uruguay). Completan la selección las españolas “Dama de Pueblo” de Gema del Castillo (Ediciones en el mar), “Gordo de Porcelana” de David Pascual (Grupo Planeta), “La inspectora gitana” de Mario Escobar Golderos (Almuzara), “Me llamaré Silver Stardust” de Nuria M. Deaño (Editorial Alrevés), “Nistagmo (o la danza de los ojos)” de Bruno Puelles Reyma (Apache Libros), “Oliver y Max” de Ángela Armero (Nube de tinta, Random House), “El Power Ranger rosa” de Christo Casas (niños gratis*), “Las revanchas” de Ángel García Roldán (Piel de zapa), “Romualda, la pelusa de los libros” de Virginia Rodríguez Herrero (Editorial Babidi-Bú), “Todo va a mejorar” de Almudena Grandes (Tusquets Editores), y “Tuerto, maldito y enamorado” de Rosa Huertas (Edelvives).
Además de las historias y sus autores, las editoriales también son protagonistas en Rodando Páginas. LatAm conversó con algunas de las casas que participan en esta edición para conocer sus puntos de vista sobre el encuentro. Alejandra Segrelles, referente en Foreign & Audiovisual Rights de Tusquets Editores, cree que atravesamos un momento magnífico para el intercambio y la colaboración fluida entre el sector audiovisual y el literario: “Los libros son un banco de historias inagotable que, en las manos de un productor entusiasta, pueden generar adaptaciones maravillosas que aporten nuevos puntos de vista, nuevas perspectivas, nuevos públicos. Por supuesto, libro y adaptación audiovisual serán siempre cosas distintas, pero sin perder el espíritu de la obra original, una adaptación suma el interés de los lectores del libro, intrigados por saber cómo será su historia favorita a través de los ojos de otro creador y de un lenguaje tan distinto como es el audiovisual”. El caso de la autora que representa, Almudena Grandes, es paradigmático, con cinco millones de libros vendidos sólo en castellano.
Por su parte, Esmeralda Alarcón, coordinadora del Departamento Legal y Derechos en Grupo Edelvives, habla del desafío que representa atravesar el puente entre las letras y las imágenes, y señala que, si bien no todos los libros se ajustan fácilmente al audiovisual, existen ciertos elementos que pueden hacer que una historia literaria sea atractiva para su adaptación. Para el caso de la obra que representa (“Tuerto, maldito y enamorado” de Rosa Huertas), destacó que el potencial está tanto en la trama como en los personajes, los diálogos, la estructura narrativa, los escenarios y los entornos evocadores en los que transcurre. “Rosa Huertas es licenciada en filología hispánica y le gusta cuidar especialmente los aspectos que le permiten desarrollar los personajes para avanzar en la trama de una manera dinámica. Las historias que se entrelazan tocan temas universales y emocionales como el amor, la amistad, la superación personal, y permiten empatizar con un amplio espectro de espectadores. Sabemos que no todos los elementos del libro pueden traducirse directamente a la pantalla, pero creemos que se adapta bien al lenguaje cinematográfico, permitiendo que se mantenga la esencia de esta historia”.
Por su parte, Paz Olivares Carrasco, de la Editorial niños gratis*, cree que adaptar un texto a una pantalla es como intentar traducir “La Celestina” a chino mandarín: son dos lenguajes completamente distintos, con normas y recursos dispares. “Creo que lo mejor es olvidarse de imposibles y asumir que la obra literaria va a funcionar como germen de la obra audiovisual, que la historia se despliegue y crezca, aunque sea de un modo que no tenías previsto”. La editora destacó que la novela que representan, “El Power Ranger rosa” de Christo Casas, aborda el tema de la diversidad de manera sencilla y directa: “No hay sermones ni discursos ideológicos ni imposturas oportunistas. No hay panfletos ni catecismos. Hay honestidad en los personajes, hay ternura, hay humor. La novela se defiende sola. Pero lo que la diferencia del resto de nuestro catálogo es cómo la juventud ha conectado con ella. Es una historia que emociona y engancha a la gente joven porque los representa de manera natural. Se está convirtiendo en una novelita generacional. Prueba de ello es que ya va por la quinta edición. Somos una editorial muy pequeña, no podemos invertir en publicidad. Si esta novela está funcionando, es porque quien la lee la recomienda. No suele haber muchas historias en el audiovisual que interesen de verdad a la juventud. Esta novela puede ayudar a dar ideas”.
Las agencias literarias también son protagonistas en este evento. Dos de ellas compartieron con LatAm cinema sus perspectivas y experiencias. Lorenza Estandía, especialista en venta de derechos de traducción de obras que participa en el evento con “¿Te atreves?” de Daniel Hernández Chambers, explicó cómo es el paso a paso de un productor audiovisual interesado en realizar una adaptación: “Primero se contacta al propietario de los derechos de autor de la obra, en particular los derechos derivados, por lo general es la editorial que la publicó o el autor si retuvo los derechos para negociarlos directamente. El autor faculta al agente para promover su obra para todos los formatos. El agente investiga las tendencias del mercado, analiza el tipo de búsqueda, selecciona la obra idónea, prepara y ejecuta la presentación, coordina la negociación, revisa el modelo de negocio y la oferta financiera de las empresas productoras, analiza el contenido de los contratos, de opción y/o de compra-venta de derechos, privilegiando siempre al autor”. Por su parte, Verónica Flores representa principalmente a autores mexicanos para el mercado internacional, en este caso, Susana de Murga. Flores puso énfasis en la historia que se quiere contar: “Si bien la literatura y el audiovisual son dos lenguajes distintos, lo más importante es que la historia tiene que ser muy buena, no sólo en la manera como está contada, en su pulso narrativo, sino en las imágenes que genera en la mente de los lectores. En el momento en que los personajes y los escenarios cobran realidad para cualquier lector, sabemos que ya se creó una empatía y que la ficción ha trascendido, sin importar la nacionalidad ni la idiosincrasia. Así como nosotros como agentes literarios vemos todo esto en el lenguaje escrito, los agentes audiovisuales y productores leen y ven de otra manera, muchísimo más exponencial, para que en lugar de que llegue a miles de lectores, conecte con grandes audiencias internacionales”.
En la pasada edición, Rodando Páginas congregó más de mil asistentes y organizó más de 70 reuniones profesionales. Este año, los representantes de las 16 obras seleccionadas presentarán las obras ante un público profesional y se agendarán reuniones entre los titulares de los derechos de adaptación y profesionales del audiovisual. En la segunda jornada, Álvaro Vega, fundador de la agencia DobleSentido, impartirá el taller “La presentación de obras literarias ante el sector audiovisual: dossier de venta y pitch”. Por la tarde se realizará la mesa redonda “Del libro a las pantallas: Mujeres protagonistas del proceso de adaptaciones literarias”, y el encuentro para hablar de un caso de éxito: el largometraje “El comensal” (2022), adaptación de la novela autobiográfica de Gabriela Ybarra, llevada al cine por Ángeles González-Sinde y producida por Isabel Declaux (Enbabia Films). Algunas actividades se transmiten online desde la página web del evento.
Rodando Páginas cuenta con el apoyo de la Comunidad de Madrid, el Ayuntamiento de Madrid, la Feria del Libro, la asociación de productoras PIAF, y las entidades de gestión de derechos de autor, CEDRO y DAMA.
“Abril Rojo” de Santiago Roncagliolo.
Editorial: Alfaguara. País: Perú-España. Género: Thriller y drama político.
“Se trata de una reflexión sobre la guerra en sí y sobre la ambigüedad de la moral de la guerra. Cómo la gente hace cosas atroces por buenas razones y al final es difícil distinguir el bien del mal”, resume el autor, que también es guionista. Es una historia cargada de imágenes y simbología que se ubica en escenarios del sur andino, paisajes que hasta ahora no han sido destacados en su plenitud. “Ambientada en la Semana Santa, un asesino ejecuta a sus víctimas por motivos religiosos. Cada una de las víctimas y cada uno de los sospechosos representa a uno de los sectores enfrentados en la guerra interna del Perú en la que han muerto y desaparecido 70 mil personas. El protagonista es el fiscal Félix Chacaltana, el único investigador de la literatura negra que no tiene interés en investigar nada, sólo quiere rellenar sus formularios administrativos por duplicado y archivarlos, pero la realidad le va explotando en la cara”. La película “La pena máxima” (2022, producida por Michel Gómez de Shinkebenia), protagonizada por este mismo personaje, está basada en la novela homónima de Santiago Roncagliolo.
“Un virus de amor. Cómo el VIH salvó mi vida” de Margarita García Telesca y Cecilia Abadie.
Editorial: Estudio di Candia. País: Uruguay. Género: No ficción, biografía.
“El libro es acerca de Cecilia, una uruguaya con una gran sensibilidad que, tras haber sido abandonada por su padre a los cinco años, y con una madre víctima de esclerosis múltiple, buscó refugio en las drogas para anestesiar el dolor y el sufrimiento. En 1993, a los 24 años, recibe el diagnóstico de VIH positivo, pero logra sobrevivir. Desde su actual residencia en California, donde trabaja para Google Silicon Valley, contó su historia para ayudar a otros y eliminar el estigma sobre VIH. Margarita García Telesca, coescritora del libro junto a Abadie, cree que “será una experiencia transformadora y un honor estar frente a un público especializado dándole la oportunidad al relato de pasar a formato audiovisual y cobrar vida."
“Marinka, una niña rusa vasca” de Rodolfo Luna Almeida.
Editorial: Grupo Planeta, Argentina. Género: Novela Histórica, basada en hechos reales.
La obra trata del exilio de una niña vasca que, tras pasar por la ex URSS, termina en Argentina. “Marina tiene 96 años y vive en Argentina. Toñita, su prima de 87, vive en Madrid. Las dos hablan hasta por los codos. Hay registros grabados de varios reportajes. Marina, además, ha conservado un tesoro testimonial: tres álbumes de fotos desde que partió de España con 10 años, recortes de periódicos rusos de los años 50 donde la entrevistan como ‘mejor tornera de la Unión Soviética’, cartas, postales, billetes; la tarjeta hexagonal de identificación con la que embarcó en Santurce en 1937 y hasta el alfiler de gancho que la prendía a su pecho”, comenta el autor.
Foto: Eduardo Grossman.
“¿Te atreves?” de Daniel Hernández Chambers.
Editorial: Ediciones El Naranjo. País: México. Género: Novela juvenil de suspenso.
Se trata de un thriller sobre el extraño desafío que Víctor deberá enfrentar y que lo hará conocerse más de lo que quisiera. Una obra que aborda la soledad en los adolescentes, las tragedias familiares y la salud mental. “Es un thriller de un aparente juego de retos por computadora para descifrar la identidad de quien lo convoca. El final es inesperado y de impacto: el protagonista padece esquizofrenia. Es una novela potente y de potencial interés para casas productoras”, afirma Lorenza Estandía, agente literaria de la obra.
“El dolor de la memoria” de Susana de Murga.
Editorial: HarperCollins. País: México. Género: Thriller, drama.
“Es la historia de un secuestro que ocurrió en la vida real. Secuestros ocurren en todo el mundo, pero esta historia tiene la peculiaridad de que el protagonista primero está acompañado por otros que corren su mismo infortunio, pero, poco a poco, se va quedando solo a medida que los demás van siendo liberados. Y mientras se va quedando más y más solo, le viene un recuerdo que había dejado enterrado en la memoria, como un sabio instinto de supervivencia”, cuenta la autora.