ACID, la sección más independiente de Cannes mira a Latinoamérica
Menos famosa que las secciones paralelas de la Semana de la Crítica o la Quincena de Realizadores, ACID comienza a reclamar mayor atención en el Festival de Cine de Cannes. Consagrada a la difusión del cine independiente, la asociación presenta por primera vez una significativa selección latinoamericana en sus dos programas. Artículo publicado originalmente en el número 36 de la revista digital de LatAm cinema. Por Cynthia García Calvo.
La Asociación para la Difusión del Cine Independiente (ACID, por sus siglas en francés) es una asociación de directores que surgió en París en 1992 con el objetivo de promover la distribución de cine independiente y alentar el debate entre creadores y público en Francia. Cada año apoya a unos cuarenta largometrajes de ficción y documental, trabajando con distribuidores, festivales y diferentes instituciones educativas. En 1993 crearon su programa en Cannes, donde cada año presentan una selección de películas dentro de su programa oficial y un programa extra que es una suerte de foco que se dedica a un país determinado.
Más de 400 películas se reciben anualmente para dar forma a “la programación de los realizadores”, que es curada por quince cineastas que integran la asociación y que van rotando en cada edición. “No es una competencia, es una visión compartida por un panel de cineastas sobre el cine contemporáneo”, explican los directores-programadores Naruna Kaplan de Macedo, Frédéric Ramade y Kathy Sebbah en diálogo con LatAm cinema.
El programa oficial de la sección paralela más independiente de Cannes contempla nueve largometrajes, mayoritariamente franceses, pero con dos películas que cuentan con producción de países latinoamericanos. Esta será una edición excepcional para el cine latinoamericano tras una década en la que solamente fue programado en la sección un título de la región: “Perpetuum Mobile” del mexicano Nicolás Pereda.
La brasileña “Indianara”, de Aude Chevalier-Beaumel y Marcelo Barbosa, con producción de la paulista Santaluz, es un documental sobre la activista Indianara y el grupo que lidera en la lucha por los derechos de la gente transgénero en Brasil. Los cineastas Delphine Deloget y Jean-Louis Gonnet, integrantes del comité de selección, han destacado que “Indianara es el título de la película, pero ante todo el nombre de una mujer para quien todo es amor, amistad y solidaridad. Mientras siguen a este militante transgénero, los cineastas nos sumergen en una vida hecha de peleas”.
El otro título con participación latinoamericana es “Solo”, de Artemio Benki, una coproducción entre Francia, República Checa, Argentina (Lomo Cine) y Austria, que está centrada en Martín, un virtuoso pianista y compositor argentino que tras ser paciente del Hospital Psiquiátrico Borda durante años, inicia su vida fuera del lugar mientras trabaja en su nuevo opus. “La película es testigo del increíble anhelo que tienen algunas personas, que las consume, las encarcela y las salva a la vez. Martín sigue cayendo, levantándose, luchando contra quien es. Y la película lo sigue con precisión (precisión en los fotogramas y tomas) y una infinita ternura (increíble suavidad de la edición)”, destacan los seleccionadores del programa Marina Déak y Michaël Dacheux.
Los filmes que integran el programa de ACID se caracterizan por ser películas de autor, con un sello particular. “Como somos realizadores, y compartimos un verdadero amor por el cine, buscamos películas radicales, con grandes historias, hermosos sonidos y planos inquietantes… Cine radical en su sentido original: cine desde sus raíces”, detallan De Macedo, Ramade y Sebbah acerca del tipo de filmes que componen su programa.
Además de esta búsqueda por dar visibilidad a obras singulares, el objetivo de ACID principalmente es apoyar la circulación de este tipo de cine. Es por ello que la particularidad de este espacio es lograr que sus películas logren su distribución. “Lo que es especial en ACID es que los cineastas que son seleccionadores para el programa de Cannes, luego acompañarán a las películas cuando se distribuyan. No somos solo otra sección de Cannes, somos un colectivo que trabaja para que las películas sean lo más visibles posible en la pantalla. Algunas películas de nuestros programas no tienen un distribuidor cuando llegan a Cannes, y parte de nuestro trabajo
es que se encuentren con uno durante el festival”.
Como somos realizadores, y compartimos un verdadero amor por el cine, buscamos películas radicales, con grandes historias, hermosos sonidos y planos inquietantes… Cine radical en su sentido original: cine desde sus raíces.
El trío de directores-programadores tuvo a su cargo el armado del programa ACID Trip #3 Argentina, el foco que este año tiene al país sudamericano como protagonista, nacido a partir de un acuerdo con la Asociación de Directores de Cine PCI de Argentina. “Esta invitación de ACID es una gran oportunidad para poder llevar películas y directores que representen a nuestra asociación en Cannes. PCI es una asociación con casi 100 socios que viene trabajando activamente desde hace más de 18 años, por mejorar tanto las políticas públicas en relación al cine como también realizar acciones que fomenten las mejoras en la exhibición de cine nacional”, comentan Daniel Rosenfeld y Celina Murga, integrantes de la asociación.
Tras un primer contacto en 2014, a través del realizador argentino Pablo Giorgelli que fue apoyado por ACID en el estreno de “Las acacias”, las asociaciones de Francia y Argentina iniciaron una colaboración persiguiendo objetivos comunes, relacionados con la exhibición, la distribución y la educación.
ACID Trip es una extensión de esa colaboración. Este programa exhibe tres películas de directores de un país, las cuales son propuestas por una asociación y se proyectan durante el primer fin de semana de Cannes en presencia de sus realizadores. El evento, que anteriormente tuvo a Serbia y Portugal como protagonistas, se organiza conjuntamente con una asociación de directores con perfil similar al de ACID, y en este marco se realizan mesas redondas para compartir problemas y temas relacionados con la producción independiente.
Tras las propuestas de PCI, el equipo de ACID seleccionó “tres ficciones que coquetean con lo real para pensar este territorio aquí y ahora, entre dificultades económicas y deseos visuales”. Las películas que integran este programa son filmes que transcurren en lugares alejados del habitual escenario porteño del cine argentino, que también proponen “un paseo por diferentes géneros: thriller, comedia de playa y película de fantasía”.
“Breve historias del planeta verde” es el filme de Santiago Loza que este año se adjudicó el premio Teddy de la Berlinale, a la mejor película de ficción con temática LGBT+. La historia sigue a Tania, una chica trans, que junto a dos amigos de toda la vida emprenden una aventura particular, devolver un alienígena al lugar donde apareció. Producido por Constanza Sanz Palacios Films, el nuevo trabajo del director cordobés tiene a la italiana The Open Reel como agente de ventas internacional.
“Las Vegas” es el más reciente film de Juan Villegas, una comedia que cuenta con producción de Cepa Audiovisual y TresmilmundosCine. La historia transcurre en una ciudad de la costa bonaerense, donde se produce el casual encuentro de una pareja separada hace un tiempo. En tanto que “Sangre blanca” es el segundo largometraje de Bárbara Sarasola-Day. Producido por Varsovia Films y Pucará Films, se trata de un thriller sobre la relación entre un padre y una hija, que tiene como trasfondo el tráfico de cocaína a través de “mulas”.