AdocPR: una organización colectiva para impulsar el cine documental en Puerto Rico
En países que carecen de políticas públicas para fomentar el cine nacional, las asociaciones del sector se convierten en agentes fundamentales para que las películas existan. En el caso de Puerto Rico, un territorio en el que no hay un fondo de fomento que impulse el cine documental, la Asociación de Documentalistas de Puerto Rico, AdocPR, promueve desde 2013 la producción, exhibición y formación de profesionales y públicos con el objetivo de “promocionar el desarrollo del cine documental y mejorar las condiciones de trabajo”.
Según informaciones de AdocPR, en Puerto Rico se estrenan unos tres largometrajes documentales y cerca de 20 cortos al año. Entre las últimas producciones, destacan filmes reconocidos internacionalmente como “Landfall” de Cecilia Aldarondo o “Simulacros de liberación” de Juan Carlos Dávila, que registran las propuestas populares contra la dependencia del país en relación a Estados Unidos.
Precisamente, es debido a esa dependencia del gigante del norte que el cine boricua no cuenta con un fondo de fomento sostenido: “El estado de cine de no ficción puertorriqueño se encuentra en un momento de mucha inestabilidad. En la mayoría de los países del mundo, el cine documental cuenta con un grado de apoyo del Estado o alguna entidad pública, pero en nuestro caso no es así. Ha habido una merma en la producción en los últimos años debido a la imposición de una Junta de Control Fiscal por parte de Washington para cobrar al pueblo una deuda ilegal. Como consecuencia, el Estado colonial se ha visto obligado a hacer recortes en inversión y la financiación a la cultura está pagando un alto precio”, sostiene en declaraciones a LatAm cinema Kique Cubero García, miembro de la AdocPR.
Tras la derogación de la Ley de Cine de Puerto Rico en 2017, se sustituyó la Corporación de Cine de Puerto Rico, que articulaba y fomentaba el sector, por el Programa de Desarrollo de la Industria Cinematográfica, un organismo que se centra especialmente en atraer rodajes internacionales. “Ese programa se limita a administrar un incentivo de créditos contributivos diseñado para el capital cinematográfico estadounidense, no para el cine puertorriqueño, lo cual nos deja en una orfandad castrante. El gran plan de ese programa es que nuestro talento nacional esté al servicio de las producciones estadounidenses”, señala Cubero García.
Vanessa Uriarte Centeno, coordinadora de AdocPR, comenta, sobre esta coyuntura, que “uno de los principales problemas es el acceso a financiamiento que le permita a las y los documentalistas concentrarse de lleno en sus producciones. En su mayoría, quienes trabajan en la industria en Puerto Rico tienen que trabajar en muchos proyectos, lo que a su vez les dificulta acelerar los procesos de creación personal”. Con el objetivo de paliar esa situación, la asociación ha realizado diferentes instancias formativas como el AdocPR LAB, un laboratorio que buscaba “potenciar el desarrollo de los proyectos documentales y abonar a una producción documental madura donde las organizaciones que nos visitaron demostraron un genuino interés en participar en el fortalecimiento de nuestro cine nacional documental”. Durante dos días, 15 proyectos documentales recibieron asesorías de instituciones como Tribeca Film Institute, Sundance, Latino Public Broadcast, Open Society Foundation o Ford Foundation. Esta actividad se desarrolló en colaboración con Firelight Media y contó con el apoyo del Programa de Desarrollo a la Industria Cinematográfica de Puerto Rico.
Tras la derogación de la Ley de Cine de Puerto Rico en 2017, se sustituyó la Corporación de Cine de Puerto Rico, que articulaba y fomentaba el sector, por el Programa de Desarrollo de la Industria Cinematográfica, un organismo que se centra especialmente en atraer rodajes internacionales.
La continuidad de ese laboratorio, que celebró su primera edición en 2019, se dio en diciembre del año pasado con el primer Good Pitch Puerto Rico, un evento realizado en alianza con Doc Society, el New York Women in Film & Television y el Philadelphia Latino Film Festival en el que participaron una decena de proyectos. Con respecto a estas actividades de apoyo al sector, Rhett García Figueroa, presidente de AdocPR, comenta: “Estamos atendiendo los compromisos programáticos con el apoyo a las películas de GoodPitch. Por el momento, el plan es seguir apoyando a los documentalistas a conectarse con posibles apoyos a sus películas en situaciones particulares. Esto como apoyo a completar la realización de sus piezas, post producción o distribución y mercadeo entre otros. También estamos diseñando la creación de un fondo para el desarrollo de proyectos”.
En estos días, AdocPR está organizando la octava edición de la Muestra de Cine Documental Latinoamérica en Nosotrxs. Esta iniciativa, que ha vuelto a la presencialidad tras dos años de virtualidad, incluye largometrajes de varios países, además de un programa de cortos documentales boricuas seleccionados a través de una convocatoria. Entre los largos seleccionados, destacan la película mexicana “Cosas que no hacemos” de Bruno Santamaría, la argentina “La sesenta” del Colectivo Silbando Bembas o la venezolana “Érase una vez en Venezuela” de Anabel Rodríguez. El programa también incluye un homenaje al documentalista puertorriqueño Eduardo Aguiar a través de una retrospectiva y una charla, además de un conversatorio online sobre el cine documental local. La muestra cuenta con el apoyo del Instituto de Cultura de Puerto Rico (ICP) y Sundance Institute, entre otras instituciones. Otro de los proyectos que lleva adelante la asociación es el apoyo económico para postproducción de cortos documentales a través de convocatoria, aunque aún no saben si convocarán una nueva edición porque están en una etapa de re-enfocar sus estrategias de apoyo.
En cuanto a las redes regionales, AdocPR busca tejer alianzas de distribución y coproducción con otras instituciones y, de cara al décimo aniversario, proyectan realizar una gira en la región caribeña y latinoamericana con una muestra de documentales puertorriqueños. “Es bien cuesta arriba establecer y mantener esas alianzas porque los distintos imperialismos han dividido los pueblos de nuestra región, pero debemos insistir en la integración. Por otro lado, puesto que somos un territorio de Estados Unidos, también hemos estado mirando y formando lazos con la diáspora latinoamericana y caribeña al interior del imperio”, comenta Cubero García, miembro y ex-presidente de la Asociación. En este sentido, la asociación forma parte de Color Congress, “una coalición de organizaciones cineastas de Estados Unidos que gestionan recursos y apoyo a organizaciones fílmicas que atienden a poblaciones subrepresentadas en los fondos tradicionales estadounidenses, que suelen ser dirigidos por y para personas blancas”, describe Cubero García.