Etorkizuneko koproduzioak: coproducciones en desarrollo entre el cine vasco y latinoamericano
Con el Festival de San Sebastián como espacio de bienvenida y acogida, el País Vasco es un lugar cercano para el cine latinoamericano. Cada año, proyectos, películas y profesionales regionales viajan a tierras vascas a presentarse al mundo y en busca de alianzas internacionales.
En los últimos años, también están empezando a surgir alianzas de coproducción entre ambos territorios, una relación poco explorada a través de películas como “Akelarre”, coproducción con Argentina dirigida por Pablo Agüero; “Asier ETA Biok”, documental coproducido con Ecuador; “El Vasco”, comedia coproducida con Argentina; o los largometrajes de animación “Salvar el árbol”, realizado en coproducción con Brasil y México y “Black is Beltza II”, coproducido por Kontrakalea con Argentina. El corto “Loop” del realizador argentino Pablo Polledri, producido por el estudio vasco UniKo, es otro de los casos de éxito.
En la no tan amplia lista de coproducciones recientes entre el País Vasco y América Latina, hay dos elementos que se repiten: la animación y la participación de Argentina. Ambos están presenten en los tres proyectos que en este momento están en desarrollo bajo esquemas de producción participados por ambos territorios: “Winnipeg, el barco de la esperanza” y “Robotia” -ambos producidos por Dibulitoon- y “Caigan las rosas blancas”.
“Winnipeg, el barco de la esperanza” es un proyecto producido por Dibulitoon junto al catalán Antoni Marín, en coproducción con la chilena El Otro Film y la argentina Malabar Producciones; cuenta con el apoyo de Ibermedia, Gobierno Vasco, Radio Televisión Española, Canarias Televisión, INCAA, CORFO y Fondo de Fomento Audiovisual de Chile. Jone Ladaluze de Dibulitoon le cuenta a LatAm cinema que el proyecto surgió a iniciativa del productor ejecutivo Toni Marín, que, tras adquirir los derechos de la novela gráfica de la canaria Laura Martel contactó con El otro film de Chile y con Dibulitoon. "En aquel momento", recuerda, "coproducía el proyecto también una productora francesa que más tarde se salió y entró Malabar a coproducir. Han sido años de muchos cambios pero el proyecto sigue con fuerza hacia adelante”.
La película está basada en la historia real del barco que el poeta Neruda fletó desde Francia hacia Chile con dos mil personas refugiadas que escaparon tras la Guerra Civil española, y está protagonizado por un padre viudo y su hija, quienes se exiliaron en Francia tras la caída de Barcelona a manos de los franquistas en 1939. En el país vecino les recibieron campos de concentración y penurias, pero también la posibilidad de huir a Valparaíso en el carguero Winnipeg.
La adaptación del guion fue realizada por la propia Martel junto a la dupla integrada por el canario Elio Quiroga y el vasco Beñat Beitia, que además codirigen la película. Sobre la distribución de tareas entre los coproductores, explica Landaluze: “En Dibulitoon nos ocupamos de las tareas de storyboard, animática y animación, mientras que layout de poses y escenarios se trabajarán en Chile. Parte de la postproducción como las tareas de color, composición y render se realizarán en Argentina, junto con la participación de Dibulitoon en algunas de estas tareas”. El compositor tinerfeño Diego Navarro, implicado en el proyecto desde el inicio, está a cargo de la música.
“Winnipeg, el barco de la esperanza” fue a su vez el germen de “Robotia”, otro proyecto que el estudio vasco coproduce junto a la argentina Malabar. Landaluze le cuenta a LatAm cinema cómo se fue consolidando el vínculo con la productora argentina: “Cuando empezamos a producir ‘Winnipeg’, y como consecuencia del buen vínculo, Malabar nos propuso ser parte de ‘Robotia’, y, tras analizar el proyecto, decidimos sumarnos porque nos pareció una propuesta interesante técnica y artísticamente”. Completan el esquema de coproducción la catalana Paycom Multimedia y la costarricense Tropics Creative.
En la no tan amplia lista de coproducciones recientes entre el País Vasco y América Latina, hay dos elementos que se repiten: la animación y la participación de Argentina.
Se trata de un largometraje orientado a público infantil protagonizado por una chica que sueña con jugar al fútbol pese a la prohibición de su familia en un mundo habitado por androides. Codirigen los argentinos Diego Cagide y Diego Lucero, mientras que el guion fue coescrito entre el argentino Mariano Rojo y la navarra Beatriz Iso. En cuanto a la producción, se dividió entre ambos países: “La mayor parte de la preproducción, diseños, layout y animatic se trabajó en Argentina y Costa Rica, y en Dibulitoon continuamos con el proceso de gran parte de la animación, la iluminación y el render. Paycom trabajará las creaciones de voces y doblajes para la versión española e internacional. La música corre a cargo de Joseba Beristain, músico colaborador de Dibulitoon”, explica Lanzaluze sobre la película, cuyo estreno está previsto para junio del 2024.
El film cuenta con el apoyo de Ibermedia, INCAA, Gobierno Vasco, Mecenazgo de la Ciudad de Buenos Aires y Fundación ITAÚ; en sus diferentes etapas de desarrollo participó en Apulia Film Forum, Animation! Ventana Sur en Marché du Film, Foro de coproducción de los Premios Quirino y Weird Market.
Por último, Landaluze afirma que de la colaboración entre Dibulitoon y Malabar ya está germinando nuevos proyectos de serie y largometraje en etapa de desarrollo inicial: “Confiamos que también saldrán adelante y ojalá podamos continuar con éstas colaboraciones con países de América Latina”.
El tercer proyecto en coproducción entre Euskadi y Argentina es el próximo largometraje de la cineasta argentina Albertina Carri, “Caigan las rosas blancas”, una producción de las argentinas Gentil Cine y El Borde en coproducción con la brasileña Punta Colorada y la vasca Doxa Producciones. Ainhoa Andraka, productora de Doxa, cuenta sobre cómo se embarcaron en el proyecto: “En 2021, Eugenia Campos Guevara de Gentil Cine contactó con nosotras a través de una amiga en común y nos propuso que Doxa fuera la pata española de una coproducción a tres bandas entre Argentina, Brasil y España. Nosotras, que admiramos y seguimos de cerca el cine político de Albertina Carri, no dudamos en embarcarnos en el proyecto y convertirlo en nuestro primer largometraje de ficción, ya que hasta el momento nos hemos dedicado principalmente al cine documental”.
La película es un road-movie que sigue los pasos de Violeta, una joven directora de cine que es contratada para hacer una película porno-ecológica, pero terminará escapando del set con un grupo de amigas en un viaje que las llevará a una enigmática isla habitada por una comunidad de vampiras. La película está en fase final de montaje y la intención es comenzar el recorrido de festivales en 2024.
La productora, que ha realizado películas como “Asier ETA Biok” (coproducción con Ecuador) o “El último verano” (coproducción con Cuba), comenta que, si bien, en este momento no tienen otros proyectos con la región: “nos resulta muy orgánico y enriquecedor coproducir con América Latina”.