Mirador Público #9 - ¿Cómo avanzan las políticas para promover la igualdad de género en el audiovisual?
Respondiendo de forma más o menos tímida a las demandas sociales, en los últimos años las autoridades cinematográficas iberoamericanas han implementado algunas medidas para promover la igualdad de género en el sector. En 2022, en el marco de la Conferencia de Autoridades Audiovisuales y Cinematográficas de Iberoamérica (CAACI), se publicó el primer Reporte de igualdad de género en el audiovisual iberoamericano. Tras su actualización con datos de 2023, podemos preguntarnos cómo han avanzado las políticas públicas en cuestiones de género.
Para realizar este estudio, el equipo de la Secretaría Ejecutiva de la Cinematografía Iberoamericana (SECI) -el órgano técnico y ejecutivo de CAACI- realizó encuestas y entrevistas a 17 de los países integrantes: Argentina, Colombia, Costa Rica, Cuba, El Salvador, México, Panamá, Paraguay, Perú, Portugal, República Dominicana y Uruguay. Guatemala y Honduras no respondieron a la encuesta pero respondieron a entrevistas complementarias, mientras que Nicaragua, Venezuela y Puerto Rico optaron por no participar. Esto supone un avance en relación al informe de 2022, cuando el análisis se hizo con respuestas de 13 países.
Atendiendo a las respuestas de los países, el informe concluye, en líneas generales, que la región se encuentra en un nivel bajo en el Índice de igualdad. La mayoría de los países están todavía en un bajo nivel de desempeño en términos de políticas públicas atendiendo a los cuatro subíndices analizados: Financiamiento, Institucionalidad, Participación de agente y Gestión de la Información. En los tres primeros, al menos el 60% de los países se sitúa en un nivel bajo; el bloque de Gestión de la Información, en cambio, muestra mejor desempeño, con un 60% de los países en nivel medio.
Tal y como detalla el informe, debido a cambios en la metodología, no es posible hacer comparaciones con el realizado en 2022. Se espera que a futuro esta herramienta sí arroje datos comparativos que ayuden a observar los avances y retrocesos.
Institucionalidad
En este bloque, el índice analiza en qué medida las autoridades cinematográficas están implementando mecanismos normativos e institucionales para favorecer las condiciones para la igualdad. El resultado, según el informe, es que Argentina, Chile y Cuba son los países que más acciones han desarrollado. Destaca que seis de los países afirman tener un equipo institucional especializado para el fomento de las políticas de género y/o diversidades de sexo genérico (Argentina, Chile, Colombia, Perú, Paraguay y Cuba); mientras que otros seis afirman tener algún tipo de guía institucional para el uso del lenguaje inclusivo como medida institucional: Argentina, Chile, Costa Rica, Cuba, México y Perú.
Por su parte, nueve de los países afirman tener protocolos para garantizar los espacios seguros en rodajes: Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, México, Perú y Uruguay; mientras que solo tres (Argentina, Chile y México) cuentan con protocolos para espacios seguros en los ámbitos formativos. El reporte también concluye que solo seis países cuentan con una definición de género (Argentina, Chile, Colombia, Cuba, Paraguay y Perú). A nivel regional, una de las acciones desarrolladas por el Grupo de Trabajo de Género de la CAACI es la creación de un modelo de pregunta de autoidentificación que sirva como modelo de política pública para estandarizar los sistemas de gestión de la información.
Financiación
El subíndice de Financiación busca medir la existencia de medidas con presupuesto propio para impulsar un audiovisual más equitativo para mujeres y/o diversidades de sexo genérico (LGTBQ+). Este es uno de los principales reclamos desde los movimientos feministas: más allá de otro tipo de medidas que apuntan hacia la visibilidad o la sensibilización, es necesario dedicar presupuestos específicos.
Excepto Bolivia y El Salvador, todos los demás países tienen presupuesto destinado al fomento del cine con un promedio de 21 millones de dólares. Brasil (125,81 millones), República Dominicana (86,54 millones) y España (86,19) son, en ese orden, los países con mayor financiamiento. Solo siete de los países dedican una cuota específica del presupuesto al fomento del cine realizado o producido por mujeres: Colombia, Costa Rica, Cuba, España, Paraguay, Perú y Uruguay. Este número duplicó el de 2021 (cuando eran solo Costa Rica, España y México), pero todavía no supera el 40%. Por su parte, solo Costa Rica y Paraguay afirman haber destinado la mitad de su presupuesto total al fomento del cine realizado o producido por mujeres en el 2022. Cuba es el único país con un fondo específico para integrantes de la comunidad LGBTIQ+, que representa el 6,3% de su presupuesto total.
La mayoría de los países están todavía en un bajo nivel de desempeño en términos de políticas públicas atendiendo a los cuatro subíndices analizados en el informe: Financiamiento, Institucionalidad, Participación de agente y Gestión de la Información.
Participación de agentes
Este bloque analiza los avances en la participación de mujeres y diversidades de sexo genérico en el campo audiovisual, tanto en la existencia de festivales con perspectiva de género y organizaciones de la sociedad civil que trabajen por generar marcos más equitativos, como en la participación de mujeres en roles de realización, producción y guion en las obras estrenadas en cada país.
Tras analizar las 453 obras estrenadas en 2022 en siete países (Colombia, Costa Rica, Cuba, México, Panamá, Perú y Uruguay), este análisis arroja que sólo el 28% fueron dirigidas por mujeres. Abriendo el período de estudio, de las 1553 obras estrenadas en esos siete países entre 2018 y 2022, 947 (el 61%) fueron guionadas por hombres. Es especialmente en este rubro, guion, donde el informe encuentra las brechas más pronunciadas. En el caso de la dirección, la distancia también es alta, aunque el reporte señala que podría estar reduciéndose: en 2018 hubo 143 películas dirigidas por mujeres (22%), mientras que en 2022 fueron 126 (34%). En el caso de la producción, la brecha es más pequeña y también presenta una tendencia al descenso: en 2022 hubo 172 productores frente a 167 productoras.
En general, los datos reflejan una brecha todavía profunda. La argentina Sabrina Farji, delegada iberoamericana de la Asociación de mujeres cineastas y de medios audiovisuales de España (CIMA), se expresa en este sentido en una declaración que recoge el informe: “Particularmente aquí en Argentina, ha habido un retroceso. Pareciera que hay mucho ruido respecto a los estrenos de películas de mujeres y también mucha acción por parte de las asociaciones y colectivas de mujeres. Sí se ha podido percibir una mayor cantidad de mujeres trabajando en las áreas técnicas. Eso tiene que ver con políticas y acciones concretas como por ejemplo que en algunos fondos se pongan puntajes especiales a proyectos con paridad en la composición de los equipos (...) Sin embargo, los números han bajado, en parte por la pandemia y en parte porque ha costado sostener estas políticas propositivas: pasó del 27% al 23% [...] en las áreas de producción, dirección y guion, la triada, las cabezas de la concepción del proyecto”, comentaba.
Otro de los reclamos que hacen las mujeres en los entornos en los que hay más directoras es que los presupuestos a los que ellas acceden son mucho menores que a los que optan los directores.
Gestión de información y archivos
Este subíndice analiza el grado de avance en la producción y sistematización de evidencias desde una perspectiva de diversidad sexual y de géneros, una tarea fundamental para identificar el estado de situación y el trabajo de la política pública.
En líneas generales, ha aumentado el número de registros cinematográficos diferenciados por sexo y género: nueve países cuentan con registros diferenciados por sexo (Argentina, Chile, Colombia, Cuba, Ecuador, México, Panamá, Perú y República Dominicana) y cuatro con registros en los que se identifica el género de las personas del sector (Ecuador, Perú, México y Cuba). En términos de archivos y publicaciones, las cifras no han variado en relación a 2021: cuatro países cuentan con archivos con perspectiva de género (Argentina, Bolivia, Chile y México), mientras que otros cinco afirman tener una publicación sobre el tema, ya sea realizada por la institucionalidad como por otras organizaciones (Argentina, Brasil, Chile, Ecuador y México).
Próximos pasos
A finales de 2021, la CAACI aprobó en su 40ª Reunión Ordinaria la creación de varios grupos de trabajo, incluyendo el de Género. Tras la publicación del primer índice, en mayo de 2022, 15 países de la CAACI firmaron una Declaración para trabajar por la diversidad y la igualdad de género (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, España, Honduras, Italia, México, Perú, Portugal y Venezuela). Desde entonces, además de los índices, el Grupo de Trabajo de Género también ha desarrollado el modelo de pregunta de autoidentificación como recomendación a los países.
Los próximos pasos de este grupo - ahora presidido por México - están centrados en ampliar el análisis a más países, según informa a LatAm cinema Michel Salazar, coordinador de las líneas de investigación y asesor jurídico de la Secretaría Ejecutiva de la Cinematografía Iberoamericana (SECI). Para eso, están solicitando a todos los países que integran la CAACI información de 2022 “con el objetivo de presentar un estado sobre la distribución de obras dirigidas por mujeres en Berlinale y de medir los niveles de audiencia y taquilla de cada uno, incluyendo información sobre las empresas distribuidoras y el costo de las películas”, señala.
La SECI está colaborando con la Federación Iberoamericana de Academias de Artes y Ciencias Cinematográficas (FIACINE) en la publicación del informe Somos Diversas cuyos resultados se presentarán en SANFIC.
El reporte completo se puede descargar en la web de la CAACI
Acerca de la autora: Marta García es Licenciada en Comunicación Audiovisual, Magister en gestión cultural con especialización en relaciones culturales internacionales, migraciones y desarrollo local. Se desempeña en el sector cinematográfico desde 2008, habiendo trabajado en los ámbitos público y privado como programadora de festivales y espacios, periodista, analista y gestora cultural para la circulación de obras en territorio y a nivel internacional.