Selección LatAm: seis directores latinoamericanos en la Berlinale 2023
En esta segunda entrega de Selección LatAm hacemos foco en seis directores emergentes de la región, de los cuales dos fueron seleccionados en el Berlinale Talents y los otros cuatro tienen películas compitiendo en distintas secciones del festival. LatAm cinema conversó con ellos sobre sus miradas, sus referencias y sus proyectos.
Daniel Bandeira (Brasil)
“La película se hizo durante una época muy difícil en Brasil. La extrema derecha estaba a punto de convertirse en la primera fuerza política del país y el clima político general era muy agresivo (¡todavía lo es!)”, nos explica el brasileño Bandeira, que presenta “Propiedad” en Panorama. En esta misma línea, señala: “Nuestra intención es que el público se quede clavado en sus butacas, pero a la vez queremos abordar cuestiones históricas y sociales muy cercanas que propiciaron el estado actual de cosas. Creo que las películas siempre absorben su época de algún modo”.
Producida por Kika Latache y Livia de Melo (Vilarejo Filmes, Recife), “Propiedad” cuenta la historia de Teresa, que se muda con su esposo a una granja familiar para refugiarse de la violencia urbana. Sin embargo, allí se enfrentan a una revuelta de los trabajadores locales, alarmados por la inminente pérdida de sus hogares. La francesa Loco Films está a cargo de las ventas internacionales.
El director fundó su propia compañía, Símio Filmes, en 2001. Como montajista ha trabajado con varios realizadores de la órbita pernambucana como Marcelo Pedroso (“O nó do diabo”, “Brasil S/A”), o Pedro Sotero (“Under the Skin”, de la que también es codirector). “Propiedad” es su segundo largometraje en solitario después de “Amigos de risco” y algunos cortos experimentales.
Respecto a sus dos largometrajes, Bandeira explica: “En ambos tiendo a usar todas las herramientas del cine de género que me gusta: el cine independiente de los años 70, las películas estadounidenses blaxploitation, el ozploitation australiano, el giallo, el cine criminal de Hong Kong... Me gusta cómo estos géneros se meten debajo la piel del público.”
“Espero que estas cuestiones locales puedan resonar a nivel internacional, ya sea por el amplio atractivo del cine de género o porque el mundo en su conjunto ha sufrido los mismos enfrentamientos históricos entre clases desde tiempos inmemoriales”, explica Bandeira, quien dice haber alimentado su pasión cinematográfica en los videoclubs y las sesiones nocturnas en las salas de cine, de donde extrajo sus referencias principales: Palma, Friedkin, John Woo, Bigelow, los hermanos Coen, Coffin Joe, Carpenter, Cronenberg, Leone, Peckinpah... “Todos ellos me mostraron un tipo de narración muy frontal, extrema, pero al mismo tiempo muy personal y con matices, y con historias muy cercanas”, dice el director.
Leandro Koch y Paloma Schachmann (Argentina)
Ambos directores argentinos son los responsables de “Adentro mío estoy bailando”, seleccionado en la sección Encuentros. Nietos de inmigrantes judíos, Koch y Schamann nos ofrecen una investigación en clave documental sobre la música popular klezmer, nacida en el seno de la cultura yiddish. La película se plantea como el rescate urgente de una música y una cultura que, históricamente perseguida, corre el peligro de desaparecer, y si bien se rige por las reglas implícitas del registro documental: “ese pacto se cuestiona y se pone en crisis para habilitar otras capas narrativas”, matizan los directores.
La película fue rodada en Ucrania, territorio históricamente habitado por judíos, y está producida por Nevada Cine en coproducción con la austriaca Nabis Filmgroup. La alemana Films Boutique administra sus ventas internacionales.
Koch ha realizado previamente dos cortometrajes (“Pero algún día” y “La isla visible”), y Schamann es música además de cineasta. Especializada en música klezmer, en los últimos años ha tocado en las bandas Oído Obsoleto, Blau, Juli Laso y Roberto Moldavsky. En 2018 creó Cultura Klezmer, un proyecto para la difusión del klezmer en América Latina.
Entre los directores a los que Koch y Schamann acudieron en busca de inspiración para filmar esta película están Miguel Gomes, Radu Jude, Alan Berliner, Agnes Varda y Gianfranco Rosi.
Tras seis años dedicados a este film, los directores dicen estar cargados de nuevas ideas, pero de momento prefieren disfrutar de la presentación de la película antes de embarcarse en otra. No obstante, para su próxima producción, probablemente otro documental, piensan en “un diseño de producción parecido, ya sea en coproducción o no, pero con un dispositivo de filmación más pequeño, que nos permita lograr más intimidad con los personajes que retratemos. Aunque suene paradójico, algo así ocurrió con las escenas que filmamos en 16mm, así que probablemente la próxima sea toda en ese formato”.
Dos de los directores fueron seleccionados en el Berlinale Talents y los otros cuatro tienen películas compitiendo en distintas secciones del festival.
Victoria Linares Villegas (República Dominicana)
La dominicana Linares presenta “Ramona” en Generation Kplus, uno de los dos programas de Generation, la sección de la Berlinale dedicada a explorar el mundo de los niños y adolescentes. Producido por las dominicanas Lantica Media y Sky Films, “Ramona” es el primer documental dominicano en competir en la Berlinale.
El film arrancó en 2019 como un proyecto de ficción sobre una adolescente embarazada, pero cuando llegó la pandemia, cayeron los fondos y las dificultades se hicieron acuciantes. Junto a su coguionista Diego Cepeda, Linares repensó la película en un formato documental con flecos híbridos. “De algún modo” –nos cuenta Linares– “el arduo proceso de la escritura de la ficción terminó siendo la base principal del documental que constituye en s una especie de making of de la película de ficción. El filme sigue a una actriz de una familia acomodada que debe preparar el personaje de una adolescente embarazada y para ello decide hablar con jóvenes que viven esa situación.
Los trabajos previos de Linares indagan en la memoria y la opresión sociopolítica mediante la “autoetnografía”, según sus propias palabras. Su primer largometraje “Lo que se hereda”, estrenado en marzo de 2022, participó en festivales como True/False Film Fest, BFI Flare: London LGBTQIA+ Film Festival, Bafici y DOC NYC.
Cuando menciona sus referencias, menciona indistintamente las literarias y las cinematográficas: William Faulkner, J.D. Salinger, Agnes Varda, Jafar Panahi, Lucrecia Martel, Lola Arias, Antonioni, Jean Luc Godard o Mohsen Makhmalbaf.
A pesar de hacer un cine muy personal, Linares concibe "el cine como algo inherentemente colaborativo" y afirma que en todos sus proyectos ha trabajado con un pequeño grupo de amigos. En este sentido, afirma que si bien en República Dominicana la mayoría de las producciones son independientes, se adscriben a un modelo convencional del que es muy difícil de salir.
En cuanto a las temáticas, la directora afirma que se siente cercana a los traumas y conflictos familiares, y a cómo se vinculan con su entorno político y social: “Me relaciono con las personas que están en el margen (lo queer, las personas oprimidas, los personajes rebeldes) porque provengo de ahí”, concluye.
Carlos Segundo (Brasil)
Nacido en São Paulo, Segundo fue seleccionado en el Berlinale Talents de este año, concretamente, participa en el programa Script Station con una tragicomedia en desarrollo titulada “Leche en polvo”. Esta será su segunda incursión en el largometraje después de “Fendas” (2019), premio a la Mejor película en Vancouver.
Segundo quedó preseleccionado en la carrera de los Oscar este año con su quinto cortometraje, “Sideral”, una coproducción del sello del autor O sopro do tempo con la también compañía brasileña Casa da Praia y la francesa Les Valseurs. “Sideral” cuenta la historia de una mujer que, harta de la rutina de su matrimonio, decide escapar en un cohete espacial. Entre otros premios, “Sideral” se alzó fue elegido Mejor cortometraje internacional en Palm Springs, Mejor drama en L.A. Shorts, y ganó el Gold Hugo en Chicago.
Segundo posee un doctorado en cine y una maestría en psicoanálisis. Nos dice que nunca ha dejado de experimentar visual y narrativamente, de tratar de encontrar “un estilo a la vez variado y único”. Después de su incursión en la ciencia ficción con “Sideral”, en su siguiente corto, “Big Bang”, con el que obtuvo el Pardino de oro el año pasado en Locarno, rindió un particular homenaje al cine de serie B, a los thrillers de venganza.
“Sideral” fue en realidad un perfecto ejemplo y referencia del tipo de cine que quiero hacer: dramas tragicómicos que golpean al público cuando menos se lo esperan, “historias conectadas con el mundo en el que vivo, realistas pero con capas simbólicas y poéticas, con profundidad formal y conceptual”, añade.
En cuanto al proyecto que lo llevó a Berlín, transcurre en 2018 y gira en torno a Vicente, un aspirante a rockero de unos 40 años en busca de amor y, sobre todo, de un sentido para su vida. “Veo a este personaje en la vena de Barry Egan (“Punch-drunk love”) o Rob Gordon (“High Fidelity”). Encarna una generación de brasileños que luchan por salir de una crisis existencial que parece haber afectado a todo el país, ya que, en 2018, Brasil estaba a punto de caer en el caos con la elección de un presidente de extrema derecha”.
En “Leche en polvo”, Segundo seguirá trabajando con la francesa Les Valseurs, en coproducción con la alemana Black Forest Films. Recientemente obtuvo el fondo al desarrollo Hubert Bals. El rodaje está previsto para finales de año.
Kim Torres (Costa Rica)
Torres participa en los Berlinale Talents con el objetivo de impulsar su ópera prima, “Si no ardemos cómo iluminar la noche”, que contará con el mismo equipo técnico de “Luz nocturna”, cortometraje que compitió por la Palma de Oro de Cannes en 2022. El proyecto está producido por Alejandra Vargas Carballo (Noche Negra Producciones), en coproducción con Mariana Monroy (Tropical Cine, México) y Camille Ferrero (Les Films Du Clan, Francia).
“Si no ardemos cómo iluminar la noche” cuenta la historia de Laura, una niña de 13 años sobreprotegida por su madre que llega a un pueblo aislado en la montaña para formar una nueva familia. Allí, hay rumores de la existencia de una bestia salvaje que ya se ha cobrado varias víctimas.
La historia “nace de experiencias íntimas de mi infancia en Costa Rica, en un pueblo conservador en la montaña. En la transición hacia la adolescencia, empecé a padecer las implicaciones de nacer en un cuerpo que se asocia con ser mujer”, nos dice la cineasta, que destaca la importancia de "tener espacios de trabajo donde exista un lugar para la vulnerabilidad, la duda y el error. Todavía es un misterio hacer películas y encontrar qué es lo que me mueve al ver una escena, un rostro o un lugar. Pero confío en la rigurosidad del trabajo de la mano con la intuición, para así dar prioridad a lo que se siente sobre lo que se entiende o se explica”.
En cuanto a sus referencias, la costarricense menciona a Abbas Kiarostami “que marcó un antes y un después en mi relación con el cine (...) por ser un director que encontraba la belleza en las pequeñas interacciones y lograba la sutileza de una manera que, sin darte cuenta, te atraviesa el corazón”; a Alice Rohrwacher, quien “se permite experimentar con la fantasía a la vez que coquetea con un neorrealismo que centra su historia en les oprimides”, y, finalmente, a Apichatpong Weerasethakul, que “me ha abierto nuevas puertas para percibir un mundo donde existen muchas capas de realidad, en donde deidades y seres de otros mundos pueden coexistir de manera cotidiana, donde el sincretismo cultural nos da nuevas pistas sobre quienes somos como especie”.