Del 17 de enero al 8 de febrero se desarrollará el 39° Festival Cine UC, clásico certamen estival que tiene lugar en la sala de cine de la Universidad Católica de Santiago, que es uno de los espacios más reconocidos de difusión del cine arte en la capital chilena.
El Festival Cine UC tiene como premisa llenar una zona incompleta, la que está delimitada por las carencias de la cartelera y lo que eluden los festivales nacionales. “Más allá de que una película de cierto director pueda ser buena o mala, es interesante que esa película se estrene en Chile. Que genere comentario crítico y se pueda completar una filmografía. También es importante mostrar esas películas que no llegaron a los festivales y que definieron el año internacional. Eso tiene que ver básicamente con nuestra matriz como sala universitaria”, señala a LatAm cinema el programador Felipe Blanco acerca del perfil del certamen.
El festival cuenta con tres secciones competitivas como pilares, Preestrenos, un nombre que se mantiene pese a que difícilmente las producciones extranjeras consigan un lugar en la acotada pantalla chilena, y los apartados que repasan lo mejor del cine chileno y lo más destacado de la cartelera comercial de 2014.
Dentro de Preestrenos se verán dos largometrajes nacionales, las segundas películas de las directoras Dominga Sotomayor y Maite Alberdi, “Mar” y “La once”, respectivamente, que se lanzarán comercialmente en este 2015. Esta sección -cuyo ganador será decidido por un jurado- cuenta también con otras dos películas latinoamericanas, las argentinas “Dos disparos” de Martín Rejtman y “La vida de alguien” de Ezequiel Acuña.
En Las mejores películas chilenas se exhiben ocho títulos considerados como los más destacados del año pasado: “Matar a un hombre” de Alejandro Fernández Almendras, “Volantín cortao” de Diego Ayala y Aníbal Jofré, “Las niñas Quispe” de Sebastián Sepúlveda, “El vals de los inútiles” de Edison Cajas, “Propaganda” del Colectivo MAFI, “Raíz” de Matías Rojas, “Soy mucho mejor que voh” de Che Sandoval y “Los rockers, rebelde rock & roll” de Matías Pinochet.
Mientras que en Los mejor del año, votado por el público, entre títulos como “El gran hotel Budapest” de Wes Anderson o “El lobo de Wall Street” de Martin Scorsese, aparece un único film latinoamericano, el argentino “Relatos salvajes”, de Damián Szifron, que llevó a las salas cerca de 120.000 espectadores en el país, una cifra que probablemente aumente con el efecto Oscar tras su nominación como mejor película extranjera.
Este año se fortalecieron las secciones paralelas, con un homenaje a Francois Truffaut y una selección de películas de autor con nombres consagrados, como Bruno Dumont o Nuri Bilge Ceylan. “Nuestra propuesta es abordar la vanguardia y lo que en algún momento fue vanguardia. Confluir esos hitos que tanto antes como ahora ayudaron a encaminar la cinefilia durante los últimos 50 o 60 años”, apunta Blanco acerca de este segmento dirigido al nicho cinéfilo.
Paralelamente, el festival ofrecerá talleres y charlas a cargo de críticos y docentes, enfatizando su perfil académico.
CGC