El Festival de Cine de Miami llevó a cabo su edición 36 con algunas novedades, como el cambio de locación de sus proyecciones, la inclusión de un programa de tres días sobre moda en el cine, realizado junto a Miami Design District, o la primera edición de Knight Heroes, consistente en una serie de charlas de grandes personalidades del cine, y la supresión de las secciones de industria.
"Creo que están sucediendo muchos cambios en la industria de forma muy rápida, por lo que hemos estado definiendo cómo abordar esa área. Lamentablemente este año no pudimos realizar el mercado Unifrance debido a algunos recortes de presupuesto, pero estamos pensando en hacer que regrese con otro formato en 2020. Por otra parte, nos estamos enfocando más en los programas educativos y de formación, y en generar una red de contactos más sólida. El programa para work in progress latinoamericanos, Encuentros, tuvo en 2017 su última edición luego de haber ayudado películas grandiosas durante 14 años, pero sentimos que ya había vivido su ciclo y pusimos la energía en cosas valiosas no sólo para la industria internacional sino también la local, y en el intercambio entre ambas, que es nuestra misión. Viajando a algunos festivales he notado que éstos hacen mucho hincapié en fomentar a los cineastas de su región, como es el caso de San Sebastián", explica a LatAm cinema Jaie Laplante, director ejecutivo y de programación del festival.
Otra de las sorpresas de la edición 2019 ha sido la amplia presencia de cine latinoamericano: durante los días del festival se exhibieron más de 20 largometrajes de la región, incluyendo varias premieres mundiales, documentales, óperas primas y trabajos de directores consagrados. Según Laplante no ha habido una decisión consciente de aumentar la participación de Latinoamérica en el festival sino que simplemente se está produciendo buen cine, aunque agregó que el festival de Miami siempre la ha dado un lugar de relevancia a los nuevos contenidos del continente. "No sólo somos especialistas en cine latinoamericano sino en lo que se conoce como "cine de la diáspora latina". Muchos de los títulos en nuestra sección Made in Miami son realizados por latinos y algunos tienen un elenco totalmente latino o son en español, por lo cual funcionarían muy bien en Latinoamérica si contaran con una buena distribución", opina Laplante, y agrega que en los últimos años ha notado una mejoría en este tipo de películas.
"Creo que la calidad de estos filmes, no sólo de Miami sino también los trabajos independientes hispanos de Texas, California o Chicago están comenzando a recibir más atención por su calidad. En un momento en el que el mercado para el cine en español o en cualquier idioma extranjero está decreciendo en Estados Unidos, estos cineastas buscan formas auténticas de mostrar sus entornos. Con ese mercado queremos entrar en contacto, ese será nuestro desafío e intentaremos ayudarlos lo más que podamos por medio de nuestros diferentes programas", concluye el director del evento.