Como cada año desde hace ocho, el Nordic Film Market del Festival de Cine de Gotemburgo publicó el Informe Nostradamus sobre la industria audiovisual. A través de investigaciones y entrevistas con especialistas del sector, el informe esboza algunas tendencias de cara al futuro en un momento de gran incertidumbre para el sector.
Realizado por Johanna Koljonen, esta investigación anual propone un análisis global y destaca que la pandemia seguirá afectando al sector durante los próximos 2 o 3 años. Tras un 2020 que dejó en evidencia la fuerte dependencia del sector con respecto al contexto macroeconómico, social y medioambiental, el texto señala que el aumento de la conciencia sistémica en la cadena de valor tendrá como resultado una mayor resiliencia y eficiencia en el sector. Consultada por LatAm cinema sobre el alcance del análisis en la región, Koljonen se refirió a la volatilidad del panorama político en todo el mundo como consecuencia de la crisis pandémica. “Existe una amenaza real de que, incluso en los países en los que los fondos públicos han apoyado al cine de diferentes maneras, ese dinero se reduzca rápidamente o desaparezca, justo cuando más lo necesitamos para mantener nuestros sectores productivos”, señala.
No obstante, agrega Koljonen, si las industrias locales sobreviven a la pandemia, existen enormes posibilidades de crecimiento. “Los contenidos en otros idiomas además del inglés viajan mejor que nunca, y América Latina alberga muchas tradiciones cinematográficas con voces artísticas propias. También existe un creciente interés internacional en áreas más específicas, como el cine indígena; y las historias sobre, por ejemplo, las minorías y la migración son universalmente relevantes hoy en día”, sostiene.
Buena parte del informe sueco se detiene en el principal impacto estructural que dejó la pandemia: la aceleración en los cambios de métodos de distribución, exhibición y consumo de obras. Según el texto, la exhibición en salas disminuirá como mercado en los próximos cinco años, pero no va a desaparecer y seguirá siendo un ámbito importante en la cultura cinematográfica. Habrá menos salas pero su trabajo será de calidad, y también habrá más cines de alta gama. Por otro lado, el cierre de salas debido a la pandemia hará que los inmuebles sean más asequibles y eso hará que haya más oportunidades para la experimentación.
En lo referente a las plataformas, el reporte de Koljonen pronostica que “serán el corazón financiero y posiblemente artístico de la industria convergente del cine y la televisión”. Habrá mayor gasto doméstico en SVOD y se combinará con otros modelos de negocio. La exclusividad de los contenidos no será fundamental, lo que implicará una apertura del mercado, mientras que la innovación se verá impulsada por las audiencias más jóvenes, que eligen ver y producir fuera de los ámbitos tradicionales. “Muy pronto tendremos toda una clase de narradores o pequeños colectivos creativos capaces de construir modelos de negocio sostenibles y directos al consumidor para sus películas en YouTube y otras plataformas”, afirma la analista.
La innovación continua a lo largo de toda la cadena de valor también afectará la difusión de las películas, provocando la desaparición del sistema de ventanas. En ese nuevo escenario, las ventas y la distribución deberán hacer valer su profundo conocimiento de la audiencia y optimizar el uso de los datos para mantener su relevancia. El fácil acceso a las herramientas profesionales de producción y distribución facilitarán el desarrollo de modelos de negocio sin intermediarios.
Respecto a la producción, el informe sueco plantea que en cinco años habrá una revolución de la producción virtual a través de la normalización de pipelines y herramientas online. Esto permitirá dar mayor importancia a los procesos de preproducción, potenciando así la colaboración artística entre departamentos. Los diversos formatos y los medios sufrirán convergencias, creando nuevas oportunidades para la narración multiplataforma y el talento creativo que esté dispuesto a aprender de forma autónoma. “Esto significa que los nuevos talentos podrán entrar en la industria con más facilidad, pero también que los cineastas ya establecidos tendrán menos limitaciones económicas al abaratarse los costos", afirma Koljonen.
En lo relativo a Europa, el reporte augura que la globalización de los mercados y el creciente interés por los contenidos en todo el mundo están creando una oportunidad histórica para la producción europea. Y si bien el informe vaticina una disminución en la producción de largometrajes, proyecta que el volumen global de producción se mantenga estable o incluso aumente. El informe también identifica como oportunidad la aplicación de la directiva europea que obliga a los servicios de streaming a exhibir al menos un 30% de contenidos europeos, y señala que la inversión internacional en producciones locales está creciendo incluso en los países que no han activado las tasas directas opcionales.
Las personas entrevistadas para la realización del informe fueron las siguientes: Mariana Acuña Acosta (Glassbox), Elisa Alvares (Jacaranda Consultants), Walter Iuzzolino (Eagle Eye Drama), Marike Muselaers (Lumière Group), Brian Newman (Sub-Genre), Roberto Olla (Eurimages), Alex Stolz (Future of Film), Ari Tolppanen (Aristo-Invest) y Filippa Wallestam (NENT group).
El informe se puede descargar en el siguiente enlace.