CategoríasDurante el mes de marzo tres estrenos nacionales llegan a la cartelera colombiana. Se trata de tres películas que desde diferentes apuestas lanzan una mirada sobre asuntos de la sociedad: la violencia y la venganza, la actitud de ciertas personas hacia el proceso de paz en Colombia, y la pasión por el fútbol.
El primero de los estrenos será el de “Una selfie con Timochenko”, ópera prima codirigida por Álvaro Perea y Juan Pablo Salazar, producida por Ojo X Ojo y distribuida por Cineplex; que llegará a salas el 1 de marzo.
Esta película, que mezcla la ficción –en tono de comedia negra– con el documental y la animación, cuenta la historia de Juan Pablo, un funcionario de rango medio de la Presidencia de la República, quien quiere conquistar a Natalia, una actriz y presentadora de la televisión colombiana. Juan Pablo cree que, dado que tiene una discapacidad física que lo obliga a usar una silla de ruedas, la única manera de conquistar a Natalia será impresionándola y permitiéndole tener acceso al cubrimiento de la firma de acuerdo de paz entre el gobierno de Colombia y las FARC. Como Juan Pablo no tiene una injerencia real en los asuntos relacionados con dicho evento, se las ingeniará para convencer a Natalia de lo contrario. La estrategia de Juan Pablo los llevará a Ruanda, a seguir la experiencia de reconciliación de Tutsis y Hutus, y finalmente al acto de firma del acuerdo, donde Juan Pablo buscará una selfie con Timochenko.
Protagonizada por el propio Juan Pablo Salazar, activista por los derechos de las personas en situación de discapacidad, y Natalia Durán, modelo y actriz de televisión; esta película pretende reflexionar sobre la actitud que hacia la guerra han tenido ciertos grupos sociales en Colombia y sobre la necesidad de reconciliarnos como sociedad. “El humor es nuestro sello para meternos en temas duros pero traduciéndolos. En un principio quien vea la película puede pensar que es un irrespeto, que es muy superficial a temas muy difíciles, pero a medida que transcurre la gente se va a dar cuenta que hay mensajes transformadores”, comentó Salazar sobre el estilo y la intención de la película.
El siguiente estreno del mes será “Matar a Jesús”, dirigida por Laura Mora, producida por 64-A Films (Colombia) y AZ Films (Argentina) y distribuida por Cine Colombia. Llegará a cartelera el 8 de marzo, tras cerrar su participación en el 58 Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias, habiendo sido premiada en San Sebastián y Chicago y teniendo su premier mundial en Toronto el año pasado.
Basada en hechos reales, “Matar a Jesús” cuenta la historia de Paula, una joven estudiante medellinense quien, unos meses luego del asesinato de su padre, se encuentra con Jesús, a quien reconoce como el sicario que mató a su padre. Decepcionada de las instituciones por su inacción en el caso de su padre, y motivada por su dolor, Paula se acercará a Jesús y a su mundo buscando la oportunidad para vengarse. Sin embargo, el encuentro con Jesús la confrontará con la imagen de aquel como una víctima. Paula se verá enfrentada a los límites de su humanidad y a tomar la decisión de acabar o continuar la violencia de la que ya ha sido víctima.
La segunda película de Mora (“Antes del fuego”) se presenta como una reflexión sobre los límites de la humanidad en un entorno tan desgarrado por la violencia como el colombiano. Tras haber sido el filme colombiano más premiado el año pasado, seguirá su recorrido por festivales como Toulouse, Miami y Guadalajara.
El último de los estrenos de marzo será “La pena máxima”, remake de la película colombiana estrenada en 2001 con el mismo nombre, que llegará a salas el 22 de marzo con la distribución de Cine Colombia. Dirigida por Rodrigo Triana (“Soñar no cuesta nada”), se trata de una coproducción entre Dago García Producciones (Colombia) y Alibi Films (México) y contó con el apoyo de Caracol Cine y Netflix.
“La pena máxima” se desarrolla en México y cuenta la historia de Mariano (Adrián Uribe), un trabajador de una oficina de pago de impuestos apasionado por el fútbol y por la selección mexicana. Convencido de ser el amuleto de la buena suerte de la selección, y movido por cierta ambición, Mariano apuesta el dinero que ha venido ahorrando para comprar una casa para que él y su esposa puedan irse a vivir solos. Sin embargo, la repentina muerte de su tío, el mismo día del partido que definirá su futuro, se convertirá en el primero de una suerte de inconvenientes que se le presentarán a Mariano para poder asistir a aquel partido y, según él, lograr que la selección nacional gane el partido.
