Se estrena “Soldado extranjero”: brasileños que defienden otras banderas

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"¿Por qué integrarse al ejército?" puede ser una pregunta interesante, pero preguntarse "¿por qué integrarse al ejército de un país al que no se pertenece?" resulta todavía más interesante. El documental brasileño “Soldado extranjero” de José Joffily y Pedro Rossi responde ambas interrogantes en una misma película. Tras ser exhibido en los festivales É Tudo Verdade y DocsMX, el filme se estrenó comercialmente el pasado 3 de diciembre en su país de origen. A través de tres jóvenes brasileños: un aspirante en Francia, un combatiente en Israel y un veterano en Estados Unidos, el documental plantea qué significa ser parte del ejército de una nación extranjera, trayendo al cine sus vidas, decisiones, disyuntivas y reflexiones. La edición está a cargo de la premiada montajista Jordana Berg, producida por Isabel Joffily con Coevos Filmes y distribuida por Bretz Filmes. El proyecto participó en el Pitching de DocMontevideo, el DocuLab del FICG y el DocsLab de DocsMX.

Si bien cuando la idea se empezó a gestar el auge del militarismo en Brasil no era tan evidente como ahora, probablemente haya sido “el huevo de la serpiente” admite uno de los directores, Pedro Rossi, en diálogo con LatAm cinema días después del estreno comercial en su país. El realizador cree que “existía (y sigue existiendo) una necesidad de violencia explícita en las personas, que no están conformes con la situación social del país, pero que no encuentran la manera de canalizar esa rebelión de manera constructiva”. A este factor, Rossi le agrega la necesidad de reconocimiento social a la que a veces el ejército puede dar respuesta, ya que “no lo asumimos, pero a veces existe el deseo de tener carta blanca para ejercer la violencia. De alguna manera, todos queremos participar en aventuras, tener historias que contar, ser reconocidos por nuestros compañeros. Pero el ejército brasileño es precario, entonces, el estatus tan esperado que vende la propaganda militar es imposible aquí, como muy bien lo dice nuestro personaje Bruno, que se fue a la Legión Extranjera Francesa con la esperanza de deshacerse de la miseria de Brasil”.

Otro punto de partida para este codirector viene de una experiencia personal de su infancia. “Pedro, un amigo de la escuela que se fue a Estados Unidos siendo muy joven y sirvió como soldado en una división de élite del ejército estadounidense, terminó muriendo en un campo de entrenamiento luego de ir dos veces a Irak ¿Por qué mi amigo de la escuela, un chico de clase media nacido en Copacabana, dio su vida por el Tío Sam, defendiendo los intereses de un país que participó activamente en el golpe de Estado de 1964?”

Hablar de industria cultural y política está totalmente prohibido en el ejército israelí, donde se desarrolla un tercio de la película. La productora Isabel Joffily comenta a LatAm cinema que si bien entrar a esos mundos fue la mayor dificultad de la película, también fue su principal logro: “Al final, adentrarnos en estos espacios tan reservados y controlados fue una conquista de la producción, lo que le da a la película su carácter de inédita”.

La buena llegada en cines de todo el país y las reseñas y críticas positivas recibidas están potenciando la llegada de la película, incluso en públicos inesperados. "A pesar de ser una película antibélica, el tema despierta mucho interés, especialmente en las personas afines al entorno militar. Esto es muy curioso y me pone muy contento, porque demuestra que logramos llegar a una audiencia ubicada fuera del espectro habitual destinado a los documentales independientes”, concluye el codirector.