André Sturm, presidente de Cinema do Brasil

Recientemente nombrado Secretario de Cultura de São Paulo, André Sturm es presidente de Cinema do Brasil desde su fundación en 2006. Sturm es también el director del Museo de Imagen y Sonido (MIS) y cuenta con experiencia tanto como director (“Bodas de papel”), productor y también en el área de la distribución (Pandora Filmes). Une pues la capacidad probada como gestor a un conocimiento interno de la industria y el cine brasileños. LatAm cinema repasa en este entrevista el trabajo hecho desde la plataforma de promoción brasileña y la expansión al exterior de su país por medio de las coproducciones internacionales.

¿Cuál es la evaluación global que puede hacernos sobre la misión y logros de Cinema do Brasil en relación a la internacionalización del cine brasileño y, más específicamente, en los territorios iberoamericanos?

Hace ya diez años que Cinema do Brasil inició sus actividades en pro de la internacionalización de la industria cinematográfica brasileña. Si comparamos el contexto de las productoras y las películas en los primeros años del programa con la situación actual, podemos identificar un notable incremento en el número de películas, proyectos y compañías productoras capaces de formar parte del escenario internacional. En cuanto a Latinoamérica, las cifras del año 2016 demuestran el interés de los brasileños de trabajar con nuestros vecinos. La delegación brasileña que asistió al Bogotá Audiovisual Market y a Ventana Sur este año, por ejemplo, lo demuestra muy claramente. Por supuesto nuestro objetivo es aumentar incluso más nuestra presencia en otros mercados y festivales cinematográficos.

¿Tiene usted la sensación de que Brasil realmente está viviendo un boom en cuanto a la internacionalización de su cinematografía durante los últimos años?

Más que un boom, que es algo temporal, estoy en condiciones de decir que el cine brasileño está conquistando su espacio día tras día, año tras año. No es un milagro la mejora de la calidad y profesionalización de las películas. A medida que son más los profesionales que asisten a los eventos internacionales, es posible constatar que son más los proyectos que encuentran sus socios y mercados internacionales.  Y creo que Cinema do Brasil puede contribuir aún más a la internacionalización de nuestra industria a través de nuestras actividades y lograr afianzar un estatus permanente.

¿Cuáles son las dificultades y ventajas que enfrenta y disfruta una producción brasileña a la hora de construir una coproducción con alguno de los países iberoamericanos -en términos de la propia coproducción y también la distribución?

Creo que las películas brasileñas se encuentran con los mismos problemas con un país iberoamericano que con otro que no lo sea en cuanto a la coproducción y distribución, incluso aunque la mayoría de los países latinoamericanos sean de habla española y el mercado para películas en lengua española parezca ser mayor. Se dice que una película argentina debe ser subtitulada en español para ser completamente entendida, sin embargo cuenta con sus compradores y público que ya están acostumbrados a este tipo de cinematografía. Naturalmente, el hecho de ser Brasil un país de habla portuguesa puede ser una dificultad,  pero no es la única ni es tan grande. Una gran ventaja de coproducir con nosotros podría ser el volumen de público potencial -nuestra población es de 200 millones- y el público actual de este tipo de películas con el que ya contamos. 

Si se echa un vistazo al número de compradores y exhibidores brasileños en los principales mercados, uno advierte que somos un mercado potencial para ser explorado. Sólo en la ciudad de São Paulo, disponemos de más de 300 cines entre privados y públicos. Por otra parte la diversidad del país -lo que hace difícil definirnos- puede ser también una ventaja y un inconveniente al mismo tiempo. De norte a sur de Brasil, las imágenes y los sonidos, las locaciones y los personajes que se pueden mostrar en la gran pantalla son tan diferentes que pueden convertir en verosímil cualquier historia.

Estamos listos para otros diez años guiados por el propósito de consolidar la presencia del cine brasileño en el mundo.

¿Qué tipo de películas brasileñas son más adecuadas para coproducir o exportar, especialmente en territorio iberoamericano?

Hace poco, un agente de ventas europeo me dijo que el futuro de las películas latinoamericanas estaba en el cine de género. Es un hecho indudable que existe un número creciente de producciones de este tipo de películas.  Sin embargo existen asimismo muchos otros tipos de cine, también con una alta calidad, que se están produciendo y que están preparados para encontrarse con sus públicos. La animación es otro ejemplo. Nosotros sólo tenemos que ayudarles a que sean vistos todos estos géneros y formatos. Esta es precisamente la misión de Cinema do Brasil: contribuir a promocionar las películas y estimular a la gente a ver películas brasileñas de todas clases, no importa el género o el tema. Debemos apoyar los mecanismos que permitan a la gente  acceder a las comedias, películas de animación, documentales o ficción en general de nuestro país.

¿Existen  algunos países iberoamericanos preferentes de cara a levantar coproducciones con Brasil?

No, todos los países iberoamericanos son socios potenciales. Y ahora, además, Italia, que ya forma parte de Ibermedia. Y creo que esto demuestra que estamos dispuestos a trabajar con todos los territorios; depende sólo de los proyectos concretos. Cuantos más países trabajemos unidos, tanto mejor.

Finalmente, ¿cuáles son sus expectativas en relación al crecimiento en materia de internacionalización del cine brasileño durante los próximos años y qué medidas complementarias podrían ser adoptadas?

En cada uno de los mercados cinematográficos a los que asistimos recibimos numerosas invitaciones bien para proyectar películas brasileñas (clásicos, contemporáneos, retrospectivas, homenajes) o para llevar a los productores brasileños a mostrar sus proyectos y hallar coproductores. Esto significa que existe una demanda real hacia las películas que hemos estado produciendo en Brasil. Deberíamos ser capaces de administrarla. Pero todo está en función del presupuesto disponible y nuestros objetivos estratégicos. Estos diez años de Cinema do Brasil nos han permitido prepararnos de cara al mercado internacional y adquirir el conocimiento del funcionamiento de la industria, y hacer más grande la red de socios. Sé que existen muchas cosas que mejorar, como nuestra participación en los laboratorios de desarrollo, los mercados de coproducción, la presencia en festivales, Boutique Cinema do Brasil, y que quedan muchos mercados por descubrir, pero puedo decir que estamos listos para otros diez años guiados por el propósito de consolidar la presencia del cine brasileño en el mundo.