Los programadores: Erick González, Director de programación de Cinélatino, Rencontres de Toulouse:

Cinélatino, Rencontres de Toulouse es una de las grandes pantallas europeas para el cine latinoamericano. Escenario de una de las dos citas anuales de Cine en Construcción, se destaca por haber “presentado en sociedad” a muchos de los nuevos directores de Latinoamérica, apostando por el cine más personal o que no responde a intereses comerciales. Erick González, Director de programación del festival, dialogó con LatAm cinema.

Hay una pregunta recurrente pero que siempre es necesaria. ¿Cuál es el criterio de selección de las películas que integran la programación?
Están los criterios “técnicos”, como el de la exclusividad respecto al territorio (que las películas de la competencia sean inéditas en Francia al momento de ser exhibidas en el festival) o como el de la “edad” de la película (que no tenga más de un año al momento de ser seleccionada, en lo que concierne las competencias y el panorama). Sin embargo, si bien estos criterios de orden técnico son ineludibles, los relevantes y determinantes son el criterio editorial y el cualitativo. Ahora bien, un festival de cine latinoamericano en Francia presenta un complejidad particular, y es que no responde a la expectativa de un público que se mira a sí mismo, que observa sus propias maneras de ser representado. Dentro de esa fórmula, lo que quiere ver este público es sobre todo a “ese otro” y no tanto “la manera” en que ese otro se representa a sí mismo. Ante esa expectativa, hacer un festival de cine latinoamericano 100% “autoral/independiente/de arte” en Europa se hace muy cuesta arriba. Así que el festival mantiene una orilla de cine autoral y otra orilla de cine más accesible. La línea editorial está entonces entre un cine autoral y otro que, sin serlo, no tiene expectativas predominantemente comerciales. Este último, y disculpándome de antemano por la falta de rigor, podría calificarlo como “cine de oficio".

¿Hay una especial inclinación por los nuevos directores?
Si acaso existe una inclinación por los nuevos directores, es más que nada por afinidad con el cine que están realizando las generaciones más jóvenes, no porque se decida a priori privilegiar a directores nuevos. Pero por sobre todo, es difícil entender de que se habla cuando decimos “Nuevos directores”. Es un concepto que soporta demasiado…¿Es Nicolás Pereda con más de cinco largometrajes, o Julio Hernández Cordón con más de cuatro un nuevo director ? Podríamos simplemente responder, no, ellos no lo son. Sin embargo, son percibidos más como nuevos directores que Lucrecia Martel que solo tiene tres largometrajes acabados, o más “nuevos directores” que Pablo Larraín que tiene menos películas y que empezó prácticamente al mismo tiempo que ellos en el cine. Sí hay mucho opera primista en el festival de Toulouse. Sin embargo más que privilegiar las primeras películas, nos gusta lo que encontramos a menudo en las primeras películas. Una especie de soltura singular. No la soltura del que ya está cómodo en sus vestimentas, sino la del que no se preocupa de sus vestimentas.

¿Cómo se realiza la selección de películas? ¿Cuál es el proceso?
Algunas llegan mediante el proceso de inscripción, otras las vemos en festivales. Rotterdam, BAFICI, Cannes, FID Marsella, Locarno, San Sebastián y Valdivia son el circuito anual y casi invariable del equipo de Toulouse en festivales. Este circuito se complementa cada año con distintos festivales a los que somos invitados. A veces se prospectan películas en viajes que no son propiamente a festivales, sino encuentros o plataformas relacionadas con cine. Por otro lado, mucho se prospecta a distancia, a través de plataformas como Cinando o Festival Scope. Luego nos reunimos en comités (en el caso de Toulouse, distintos para largometraje de ficción, documental y cortometrajes), y decidimos. Para el largometraje de ficción, a menudo tomo una decisión de manera unilateral. Esto lo hago cuando una película no me merece ninguna duda.

¿Cuentan con screening fee? ¿Qué rol juegan a la hora de negociar la participación de una película?
Solo pagamos fee a las películas fuera de competencia. Cuando se trata de películas apoyadas por Cine en Construcción, por lo general pedimos que se nos ceda el derecho de la proyección sin pagar un screening fee, a cambio del apoyo entregado. Otras veces simplemente sucede que hay relaciones privilegiadas que se han establecido con ciertos directos y productores, y por agradecimiento o por reciprocidad se nos entrega la película sin pago de fee. Cuando no es el caso, se negocia un fee. Ante un fee que consideremos excesivo, dejaremos pasar una película aún cuando nos guste mucho. No nos obsesionamos con una película al punto de pagar lo que sea, pues se generan hábitos insostenibles para las economías de los festivales.

Toulouse ha venido acompañando al cine latinoamericano desde hace años y ha sido testigo de su crecimiento y posicionamiento en festivales internacionales, especialmente europeos. ¿Cómo ha repercutido eso en la selección de películas?
Si entiendo bien, la pregunta es cómo ha repercutido que el cine latinoamericano, hace diez años prácticamente ignorado en los grandes festivales (apoyado en esos años por Toulouse), ahora tiene una relación fluida y constante con los grandes festivales como Berlín, Canes, Venecia, etc. Pues en que se ha abierto en Toulouse un camino para directores con propuestas menos apetecidas por los grandes festivales. Y no olvidemos que los grandes festivales a su vez responden (y cada vez más) a exigencias de la industria. Sucede que al mismo tiempo que el cine latinoamericano se ha ido posicionado en los grandes festivales, también ha elevado su calidad general y, sobre todo, ha aumentado en cantidad y diversidad. Así que material para tener una selección que valga la pena hacer un festival, sobra; aún cuando muchas películas latinoamericanas ahora inician sus circuitos en Cannes, Locarno o Berlín.

Cynthia García Calvo

“No nos obsesionamos con una película al punto de pagar lo que sea, pues se generan hábitos insostenibles para las economías de los festivales”.