• Chile a través de la lente de Inti Briones

    "La noche de enfrente"

  • Chile a través de la lente de Inti Briones

    "Las niñas Quispe"

  • Chile a través de la lente de Inti Briones

    "El verano de los peces voladores"

  • Chile a través de la lente de Inti Briones

    Inti Briones (Foto: Liss Fernández)

Chile a través de la lente de Inti Briones

Inti Briones es uno de los directores de fotografía más reconocidos e internacionales de Chile. Nacido en Perú pero de madre chilena, se afincó en el país cuando rozaba los 20 años para estudiar con Héctor Ríos, quien le inculcó el concepto de que la luz es “una fuente expresiva a la que había que adaptarse”.

Esa consideración se transformaría en un postulado en la obra de Briones, quien se ha especializado en fotografiar escenarios naturales. Colaborador habitual de realizadores como José Luis Torres Leiva, Cristián Jiménez, Alejandro Fernández Almendras y el fallecido Raúl Ruiz, su filmografía permite trazar un recorrido desde la aridez del desierto hasta los bosques húmedos del sur de Chile. “Días de campo”, “El cielo, la tierra y la lluvia”, “Huacho”, “Bonsái”, “Sentados frente al fuego”, “Verano”, “La noche de enfrente”, “Las niñas Quispe” o “Matar a un hombre”, son algunos de los largometrajes que lo tienen como director de fotografía y que le han permitido conocer como pocos las posibilidades únicas del país como escenario de filmación. A través de la lente de Briones, LatAm cinema descubre locaciones singulares que fueron escenario de algunas de las producciones más reconocidas del cine chileno reciente.

Chile, un estudio de filmación

“Chile es súper flaquito y está a lo largo. Eso permite cruzar muchas latitudes en poco tiempo. Tienes un norte con el desierto más árido del mundo y viajando unas horas hacia el sur encuentras lugares donde llueve prácticamente todo el año. Y a un lado tienes cordillera y al otro mar. Efectivamente tienes mucha diversidad, pero no solo de espacios geográficos sino de diversidad de momentos del año. Hay lugares donde puedes rodar en una semana las sensaciones de diferentes épocas del año. Eso para un rodaje es increíble y para un fotógrafo una gran oportunidad. Cuando me ha tocado filmar en otros lugares, como no hay esta transformación, se tiene que sacrificar una estación o la otra. También es importante los distintos tipos de luz que hay. Si sabes organizarte, en un día puedes tener diferentes atmósferas de luz. Creo que Chile tiene un poder pictórico increíble. Es como un estudio”.

Un escenario en transformación

“Uno puede asustarse ante un tipo de tiempo cambiante. Al principio a mí me preocupaba. Me preguntaba cómo iba a hacer para mantener la continuidad. Pero con directores como José Luis Torres Leiva, Cristián Jiménez o Alejandro Fernández Almendras, descubrimos que podíamos tener una forma de filmar en la que nos íbamos adecuando a lo que nos iba ofreciendo el tiempo. ¿En qué sentido nos ayudó eso? En que cada vez fuimos reduciendo más las luces, lo que también abarataba costos. Como no competíamos con la naturaleza, no teníamos que usar parques de luces gigantes. En algunos casos hasta llegué a prescindir de luces de arriendo. Eso me llevó a generar otras cosas que pude utilizar en otros lugares. En Brasil, por ejemplo, rodé una película de época solo usando velas y fuego en algunos casos. Chile tiene una cultura de austeridad. Hay una expresión que siempre me llamó la atención: “apechugar”. Eso significa saber adaptarse”.

Me encantan los extremos de la naturaleza. Así como me gusta ese sur lleno de árboles, con lluvias impresionantes, también me gusta el norte que tiene una gama de colores de tercer nivel: rojos, terracotas...

Locación singular

“Punucapa, Valdivia, donde filmamos “El cielo, la tierra y la lluvia”, me parece increíble porque está como congelada en el tiempo. Filmamos en una casa del 1900 donde todo estaba intacto. Y el espacio, la sonoridad, la luz eran increíbles. Llegábamos a filmar en un barquito porque tiene acceso fluvial. El biorritmo en el que entraba el equipo, la parte creativa, era permeada por ese lugar”.

Norte y Sur

“Me encantan los extremos de la naturaleza. Así como me gusta ese sur lleno de árboles, con lluvias impresionantes, también me gusta el norte que tiene una gama de colores de tercer nivel: rojos, terracotas...Y toda la historia que lo acompaña por las propias particularidades del lugar. En el desierto tú tiras algo y cincuenta años después está igual. Recientemente estuve rodando “El Cristo ciego” de Christopher Murray y filmamos en una casa con objetos intactos. Podías sentir todavía el momento en que la persona que vivía allí se fue. Es casi física cuántica”.

Capacidad técnica

“Creo que Chile no tiene nada que envidiarle a otros países; hay un estándar. Pero lo más maravilloso, más que las herramientas a las que se pueda acceder en el país, son las personas que las usan, que son de un profesionalismo y una creatividad increíbles. Y de una gran capacidad de adaptación y de mucha inventiva. Por lo cual si algo falta se reemplaza por algo más interesante que es la creatividad, que hace que la película tenga una organicidad muy especial”.

Suplemento especial Filmar en Chile.

Foto de Inti Briones (portada): Liss Fernández.