Luego de su presentación mundial en la Berlinale, “Chocó”, la opera prima del reconocido productor Jhonny Hendrix Hinestroza, se encargó de inaugurar la 52° edición del Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias (FICCI). Su exhibición pública en una colmada Plaza de la Paz, reacondicionada como cine para la ocasión, incluyó hasta al presidente de la república, Juan Manuel Santos, quien hizo acto de presencia en la apertura del certamen para demostrar que el cine es una cuestión de estado.
Muy cuidadoso y humilde se muestra Hendrix Hinestroza cuando habla de “Chocó”, su primer largometraje como realizador, que forma parte de la competencia oficial y la sección Colombia al 100% de FICCI. Nacido en la región que da título al film, una de las más pobres del país pero con una reconocida riqueza minera, enfatiza que esta es una historia sencilla, simple, apenas una mirada sobre una realidad puntual, un “ejercicio audiovisual” que terminó tomando la forma de una película.
“Chocó” sigue la cotidianidad de una joven mujer negra, con dos hijos, que padece el abuso de un marido volcado al juego y la bebida. Para sostener a su familia, busca oro y lava ropa; calla, obedece y lucha. Pero cuando su hija cumple años, decide cumplir su deseo de tener una torta. Consumar esa promesa le lleva a andar un camino de humillaciones hasta lograr su liberación.
“Creo que estas historias ocurren en cualquier parte de nuestro país, pero lo más importante es que ocurren en cualquier parte del mundo. El slogan de ‘en peleas entre marido y mujer nadie se debe meter’, se cumple en cualquier territorio. Creo que lastimosamente el tema del maltrato se vive en todos lados”, explica Hendrix Hinestroza sobre el tema central del film, que además aborda cuestiones como el desplazamiento y especialmente la explotación minera, un tema particularmente actual en el Chocó, donde “se hace minería ilegal y una minería que va en contra del medio ambiente”.
El director se propone, con una historia pequeña y sin grandes pretensiones, invitar a reflexionar sobre “el espacio, el tiempo y el lugar que tiene la mujer en nuestra comunidad”, buscando abrir debate: “Creo que es importante hablar, y también seguir hablando de lo mismo para lograr una evolución. Dios quiera que a la película le vaya bien para que ponga el tema en boca de todo el mundo”.
La película es una producción de Antorcha Films que llevó un proceso de un año para concretarse, entre investigación, la búsqueda de entidades que apoyaran el proyecto y su realización. Actualmente tiene distribución internacional de Memento Films y tras la buena recepción en la noche inaugural de FICCI, se está estudiando y replanteando su estrategia de lanzamiento nacional.
Aún con pudor de definirse como director, Hendrix Hinestroza ya planea su próximo paso en este campo: “Quiero arrancar una película en octubre como director, pero es difícil por una cuestión de tiempo porque tengo mucho trabajo como productor. Pero con ‘Chocó’ me demostré a mí mismo que es lo que me consume todos los días. Yo veo entre cuatro y doce películas a la semana. Es como que tengo que ver cine. Por lo tanto, tengo que hacer cine”.
Como productor, está dando los toques finales a “Sin otoño, sin primavera”, una película ecuatoriana de Iván Mora Manzano; preparando la producción argentina dirigida por Bárbara Sarasola, “Deshora”; planeando una coproducción con Estados Unidos dirigida por los hermanos Zimbalist, y armando el lanzamiento de “Anina”, una coproducción animada con Uruguay que le entusiasma particularmente y a la que le ve un importante perfil comercial.
“Me encanta coproducir”, asevera tras enumerar la cantidad de coproducciones que tiene en marcha, reflexionando al ser consultado por el estatus de la coproducción latinoamericana: “Creo que Latinoamérica no ha entendido lo que es una coproducción. Una coproducción es realmente una ayuda entre amigos y lo hemos convertido en un negocio radical. Y como negocio no funciona. Como trueque funciona muy bien, y creo que salen muy buenas películas. Lo que pasa es que hay que respetar a los directores cuando hacen sus películas y no pretender que la coproducción sea un manoseo. Cuando se convierte en un manoseo se pierde la credibilidad de la película. Yo respeto mucho eso y apuesto por la coproducción, y creo que pueden salir ganando dos países”.
Por Cynthia García Calvo.