Desde Rio de Janeiro, por Cynthia García Calvo. La Cinemateca Brasileira nació en los años 40 por inquietud de un grupo de jóvenes paulistas. Con el correr de los años, se transformó en el mayor archivo de imágenes en movimiento de América Latina, con unos 200 mil rollos de película. Su historia, trabajo e importancia en el mundo audiovisual, son plasmados en “A Cinemateca Brasileira”, un libro escrito por el historiador Fausto Douglas Correa Jr., que se presentó en el marco del 17° Festival Ibero-Americano de Cinema e Vídeo-Cinesul, actualmente en desarrollo en Río de Janeiro.
“La cinemateca brasilera cumple un papel muy importante. A lo largo de su historia hizo un esfuerzo muy grande para consolidar una institución muy cara y no comprendida hasta hoy. Porque el cine para el gran público todavía es un entretenimiento. ¿Y qué es el gran público sino la sociedad?”, explica Correa acerca de su obra, poco después que la cinemateca del Museo de Arte Moderno proyectara “México, la revolución congelada”, de Raymundo Gleyzer, a modo de prólogo de la presentación del libro.
El autor se preocupa no sólo por contar la historia de la entidad, sino de analizar cuál es el rol de la cinemateca hoy día. “Lo que más llamó la atención hasta ahora a la gente que estuvo en contacto con el trabajo, fue la primera parte, que habla sobre la idea de la cinemateca, el concepto de la cinemateca y su experiencia histórica. Se podría resumir eso como la historia de la Federación Internacional de Archivos de Film. La cronología de la Federación nos ayuda a entender porqué funcionan las cinematecas, nos ayuda a entender el pasado a partir de lo que ellas son hoy”.
Hay varias cuestiones que pone de relieve Correa, buscando generar un debate acerca del patrimonio que se busca preservar y la importancia de la difusión. “Intento hablar de la importancia fundamental de la difusión de la cultura cinematográfica para la idea de preservación, porque difundir es una forma de preservar. ¿Preservar qué? Cintas de cine que no sean simplemente las que son hegemónicas dentro de la gran industria. Esto parece muy obvio, pero no lo es. Se cree que la difusión no tiene nada que ver con la preservación. La verdad es que para entender la relación entre difusión y preservación, se necesita entender la relación entre preservación y producción. Lo que se difunde es lo que se produce, y lo que se produce es lo que se preserva“.
Sostiene que “es importante analizar qué tipo de producción se tornará en el futuro patrimonio“, ya que actualmente la tendencia mundial es monopolista. “Festivales como este que quiebran la regla, estimula una producción diversa. Pero creo que se debe discutir con seriedad la relación entre producción y difusión, porque, repito, lo que se produce y difunde es lo que se va a tornar patrimonio“.
Apoyada por leyes que “desde los años 50 dan soporte legal a la preservación de películas”, la Cinemateca Brasileira también está abocada a la restauración y a la conservación de documentación. “Es absolutamente loable su trabajo”, dice Correa, concluyendo: “La historia de la cinemateca es la historia de la constitución e institucionalización de la memoria del cine, por consecuencia, es la memoria de nuestra sociedad“.