El Festival de Cine de Gramado, considerado una importante pantalla del cine latinoamericano en Brasil, anunció esta semana la programación de su 41° edición, que tendrá lugar en la ciudad serrana del sur del país del 9 al 17 de agosto.
En las cuatro secciones competitivas del evento -Largometrajes Brasileños, Largometrajes Latinoamericanos, Cortometrajes Brasileños y Cortometrajes Gaúchos (de Río Grande do Sul)-, participan 48 títulos que disputarán los trofeos Kikito. La novedad de la presente edición es que los ganadores serán exhibidos en Perú, en el marco de la Semana de Cine Brasileño del país, gracias a un acuerdo firmado entre el festival y la embajada brasileña en Lima.
Entre los largometrajes brasileños están las producciones más recientes de diferentes regiones del país, como la carioca “Primeiro dia de um ano qualquer”, de Domingos Oliveira; de Pernambuco, “Tatuagem”, dirigido por Hilton Lacerda, y de Rio Grande do Sul, “Até que a Sbórnia nos separe” , de Otto Guerra y Ennio Torresan Jr.
Los seleccionados de Latinoamérica son: “A oeste do fim do mundo”, coproducción Brasil-Argentina del director brasileño Paulo Nascimento; “Cazando luciérnagas”, del colombiano Roberto Flores Prieto; “El padre de Gardel”, del uruguayo Ricardo Casas; “Puerta de Hierro - El exilio de Perón” , de los argentinos Dieguillo Fernández y Víctor Laplace; y “Venimos de muy lejos”, del argentino Ricardo Piterbarg. A ellos se suma “Repare bem”, de la portuguesa Maria de Medeiros.
La nueva película dirigida por Bruno Barreto (“Dona Flor e seus dois maridos”), “Flores raras”, será la atracción en la sesión de apertura, tras su exhibición en el Panorama del Festival de Berlín en febrero de este año y en otros eventos internacionales. El film es la historia de amor vivida en los años 50 por la poeta americana Elizabeth Bishop y la paisajista carioca Lora de Macedo Soares.
El Festival de Gramado, que orgullosamente ostenta el título de “mayor festival ininterrumpido de Brasil”, cuenta también con una programación paralela de homenajes, debates y encuentros, que todavía no se han anunciado.
Según la organización del evento, este es un momento para consolidar una nueva imagen. “Crecimos en la parte técnica y artística. Ahora, vivimos otra realidad. Es una historia de resistencia, y el festival se afirma cada vez más como portavoz del cine brasileño y latino”, aseguró la coordinadora del certamen, Rosa Helena Volk.
CM