Steve Solot, presidente de Rio Film Commission

Casi dos años de existencia lleva Rio Film Commission, fundada en septiembre de 2009 como una fusión de la municipalidad y la Secretaría de Cultura del Estado de Rio de Janeiro, con la intención de posicionar la “cidade maravilhosa” y el estado como una capital cinematográfica. Steve Solot, ex vicepresidente en América Latina de la Motion Picture Association of America (MPAA) y actual presidente de Latin American Training Center (LATC), asumió la presidencia para aplicar su experiencia y visión en la organización y consolidación del órgano responsable de convertir a Río de Janeiro en un escenario fílmico.

Más de 50 producciones ya han contado con la orientación de Rio Film Commission, entre ellas tanques hollywoodenses como “La saga Crepúsculo: Amanecer” y “Fast & Furious 5”, y el futuro se presenta más que promisorio, como consecuencia de un trabajo arduo con una estructura bien constituida, y la confluencia de una serie de eventos que ponen las miradas del mundo en la ciudad que se mueve bajo la protección del Cristo Redentor.

Por Cynthia García Calvo

Rio Film Commission ya tiene cerca de dos años. ¿Cómo fue el trabajo para la construcción de la film commission?
La primera función de una film commission es ofrecer servicio de apoyo en la parte logística, obtener los permisos de filmación y facilitar la importación de equipos, visas del equipo... Me llevó un año para realmente consolidar la parte mecánica de Rio Film Commission con un equipo de cuatro personas para presentarla a las entidades de gobierno. Hicimos muchas reuniones con diferentes oficinas del gobierno del Estado y las subprefecturas, ya que Río se divide en subprefecturas que tienen diferentes jurisdicciones. Por ejemplo, si queremos filmar en el centro es una jurisdicción del submunicipio de Río a la que se le pide la autorización, si se quiere rodar en Copacabana es otra entidad, y si se quiere filmar en el Cristo Redentor se necesita el permiso de la Iglesia Católica y del parque nacional de la Floresta de Tijuca. Así que no es tan fácil. Felizmente nosotros logramos relaciones excelentes con todas las entidades para facilitarle la vida al productor. Entonces, el primer año se dedicó básicamente a la organización interna de lo que sería la nueva film commission, y en este segundo año estamos concentrados en la promoción, el marketing internacional de la film commission y la presentación de algunos proyectos.

Dices que ahora la búsqueda pasa por promocionar la film commission y la ciudad de Río de Janeiro. Uno podría pensar que no se necesita invertir demasiado en eso, ya que es una ciudad que se vende por sí misma, sin embargo aquí priman los incentivos, ¿cuáles son?

Es verdad. Mucha gente piensa que no necesita promoción pero sí, se necesita promoción para poder ofrecer la parte técnica. No es suficiente llegar a un productor y decir tenemos una caipirinha maravillosa, fútbol, playas, mujeres bonitas… Al productor no le interesa, lo que le interesa es el Show the Money, el incentivo, y el apoyo logístico. Nosotros sí tenemos un incentivo propio y es la única film commission de Brasil que lo tiene. Se llama edital o llamada pública de promoción de Río de Janeiro. El año pasado contó con un presupuesto de un millón de reales, que se dividió entre cuatro proyectos, dos nacionales pero fuera del estado de Río, y dos internacionales, uno de Estados Unidos y otro de Londres. Son valores que se desembolsan directamente al productor local. ¿Por qué? Porque es un requisito para entrar en el edital el tener un socio local, no necesariamente como productor pero sí aunque sea como servicio de producción. Esa empresa local tiene que tener su registro en el estado de Río.

Es decir que el productor local es quien presenta el proyecto y ustedes lo seleccionan, ¿de qué modo los eligen?

Tenemos un comité que selecciona básicamente en base a criterios de gasto en efectivo en el estado y el tiempo de filmación en el estado. Son los criterios básicos. El desembolso del dinero se hace en el primer día de producción al productor local. Es muy importante tener un socio local porque el objetivo básico de la film commission es el desarrollo económico del estado, incluyendo empleo y actividad económica. Justamente ahora estamos haciendo un estudio de impacto económico. Se adaptó una metodología usada por la Asociación Internacional de Film Commissions (AFCI) que utiliza un cuestionario que enviamos a 70 productores, y en función de los datos aplicamos lo que se llama un multiplicador económico para generar un estimado del beneficio de los gastos directos, indirectos e inducidos, para llegar a números concretos. Por ejemplo, cada real que se gasta en un largometraje significa un beneficio de 2,5 reales; cada real que se gasta en un documental genera 1,5. Esto es muy importante porque estos datos y conclusiones sirven como base para recomendaciones de nuevas políticas públicas de incentivo, o sea, para crear más incentivos importantes para volver a Río más competitiva internacionalmente.

¿Qué otros proyectos tienen en marcha?

Otro proyecto que tenemos es el de la afiliación de municipios fuera de la ciudad de Río porque representamos al estado, no solo la ciudad. Por ejemplo, el municipio de Buzios a través de un acuerdo técnico celebrado el año pasado se volvió miembro de la film commission y tiene varios beneficios: gana reconocimiento internacional porque podemos promover a Buzios en los festivales, ferias, congresos, etcétera, y ofrecemos entrenamiento para una persona indicada por el municipio para desarrollar los mecanismos necesarios para saber cómo recibir gente de afuera y así ya se tendría una persona, un teléfono, un e-mail y alguien oficialmente autorizado que represente el lugar. Ya tenemos cuatro municipios afiliados: Buzios, Barra do Piraí, donde hay haciendas de café; Parati, un lugar precioso en el sur del estado, y Nova Friburgo, que es en la sierra. Esto es gratis y lo estamos ampliando. Y en breve vamos a lanzar una tarjeta de descuento que se le entrega al productor para su equipo, que consiste en ofrecer descuentos en establecimientos –restaurantes, hoteles, servicios de alquiler de equipos, etc- y viene con un período de validez durante su estadía. Esto es válido para productores nacionales e internacionales. Es una manera de promover Río. Y también hay un beneficio psicológico muy importante porque al lanzar ese producto estamos involucrando a la sociedad civil de Río en el proyecto de volver a la ciudad film friendly. Es hacerlos participar económicamente de esta actividad y que no se queden simplemente observando que Vin Diesel está en la esquina rodando.

Mencionas a Vin Diesel en referencia al rodaje de “Fast & Furious 5” que tuvo lugar en Río de Janeiro, al igual que otras producciones foráneas como “Amanecer” y “The Expandables”. ¿Cuál es el impacto que está teniendo esa seguidilla de rodajes internacionales en Río, si es que ya se puede evidenciar eso?

Claro. Es parte de una tendencia que se inició concretamente con el rodaje de “Amanecer” en noviembre del año pasado. Pero antes con el anuncio de Río como sede de los Juegos Olímpicos de 2016 se inició todo un enfoque en Río, que también va a ser una de las sedes de la Copa del Mundo y también de los Juegos Militares. “Fast & Furious 5” se filmó en noviembre, “Amanecer” también, pero la película que tuvo un impacto antes fue “Río”, el dibujo animado. A pesar de no haber sido filmada aquí la muestra de una forma fabulosa, y eso trae beneficios muy importantes. Es una película que lleva a todas las generaciones, entonces por primera vez hay niños en Europa, en Estados Unidos, que saben dónde queda Río de Janeiro. Los niños saben lo que es Río de Janeiro, tal vez no lo entiendan perfectamente pero tienen una introducción a la cultura, a la música y a la geografía, y se muestra un mundo real porque enseña favelas, carnaval y playas para llegar a un final donde hay una lección moral. Realmente fue una tarjeta postal para mostrar lo que es Río de Janeiro. “Fast & Furious 5” es una película de acción que tiene como escenario Río de Janeiro, a pesar que se filmó una buena parte en Puerto Rico debido a un incentivo muy alto que ofrece, que es del 40% de crédito tributario transferible. Eso nosotros no tenemos, de hecho en Latinoamérica eso no existe. Pero tenemos muchos proyectos diversos: realities, documentales, coproducciones con otros países, muchas películas nacionales… Estamos en un momento muy interesante y preparando la creación, junto a otras entidades de inversión, de un paquete para promover la inversión y el establecimiento de empresas audiovisuales en Río, sean extranjeras o de fuera del estado, pero siempre en asociación con empresas locales. Vamos a crear condiciones favorables para desarrollar Río en muchas actividades audiovisuales. Eso ya existe en la parte de infraestructura porque es importante tener el equipamiento necesario, desde generadores hasta laboratorios de posproducción, pasando por estudios de filmación. Ahora Río tiene todo. Por primera vez estamos bien instalados para abrir las puertas al mundo. De hecho, Río siempre ha sido y sigue siendo la puerta de entrada a Brasil.

¿De qué modo se está implementando la promoción internacional?

Lo que estamos haciendo concretamente es una política muy sistemática en las ferias. No vamos a festivales. Si hay un festival con mercado de productores, sí vamos. Nuestro público es el productor, no el cinéfilo. Buscamos el bussiness de producción. Entonces vamos a Berlín, a Guadalajara, Ventana Sur y en Los Ángeles al evento del AFCI. Lo que hacemos es un pequeño evento, una especie de happy hour, hacemos una presentación y difundimos material, o yo marco personalmente reuniones. En Cannes y Berlín por ejemplo mandé un folleto virtual a mil productoras para marcar reuniones individuales, entonces ya llego con reuniones fijas con productores para explicar qué hacemos, qué ofrecemos, incentivos, infraestructura, logística, etc. Hay que ser muy concreto. Mi background son los estudios de Estados Unidos, y estoy aquí para buscar bussiness y traer bussiness para Río de Janeiro, y contribuir para el desarrollo económico del estado. Así que es muy concreto.

¿Te parece que esa mentalidad de bussiness le falta al resto de Latinoamérica?

Yo creo que depende mucho de los objetivos porque hay siempre una parte política involucrada y tenemos que respetarla. Cuando entra un gobierno nuevo cambia todo. Eso puede ser beneficioso o dañino porque para todo hay que comenzar de cero. Hay ciertos gobiernos que no ven el beneficio del sector audiovisual y hay otra gente que sí, que lo ve como una actividad fantástica que puede contribuir a la economía local. Yo creo que en Latinoamérica básicamente es un work in progress. Nuestro sector se necesita profesionalizar mucho más. Está en proceso. Y hay una red en Latinoamérica de film commissions que busca eso. Sin embargo, hay maneras de trabajar en conjunto pero también estamos compitiendo unos con otros. Es normal. Somos todos amigos pero en el día D todos queremos atraer el mismo proyecto. A veces si no podemos atender a cierto productor porque busca una locación que no tenemos, podemos indicar a otro. Honestamente creo que hay mucho trabajo que hacer en América Latina. Yo vengo de un background que me hace entender las necesidades de los productores de grandes proyectos. En los estudios hay departamentos dedicados exclusivamente a buscar localizaciones, junto con un departamento tributario para analizar los incentivos y ver cuáles serían mejor en función de la naturaleza del proyecto. Un factor muy importante es el cambio del dólar, que puede impactar negativamente en determinado proyecto o momento. En este momento, Brasil está negativamente afectado. El Real es demasiado fuerte. Entonces si queremos competir tenemos que lograr compensar el Real fuerte con otros beneficios.

El año pasado se presentó en Florianópolis Audiovisual Mercosul (FAM) la red de film commissions, una iniciativa con muy buenas intenciones de todos los involucrados. ¿Qué ha pasado con eso?

Se está avanzando. En Los Ángeles hicimos una reunión del grupo. Se formó por primera vez un corredor de stands de las film commission de América Latina en el mercado. Es interesante psicológicamente. No está claro que beneficios concretos ofrece ese sistema pero tal vez sea cómodo para un productor que busca Latinoamérica y no sabe exactamente a qué país ir. Pero hay mucho que hacer si se busca profesionalizar la actividad de las film commissions en Latinoamérica. Tenemos casos de film commissions más desarrolladas que otras, como Colombia, México, Buenos Aires…y hay otras que están naciendo con muy buenas intenciones. Y cada uno tiene que defender su actividad propia. El cargo de presidente, gerente o director de film commission siempre es político, significa que es necesario demostrar avances y beneficios concretos, y cada uno debe desarrollarlo de la manera que le parece más apropiado a través de contactos, presencia en mercados, etc. Hay que dedicarse mucho a la actividad.

¿Piensas que va por el buen camino?

Nosotros sí debido a un trabajo muy duro y una convergencia de factores positivos que tenemos en Río. Estamos en un momento excelente. Y tenemos muchos planes para el futuro. Nosotros creemos que la política pública es muy importante, por eso estamos haciendo el estudio de impacto económico para demostrar concretamente el beneficio porque hay mucha gente que no lo entiende. Hay factores que no se piensan. Por ejemplo, se filmó “Amanecer” en Parati, donde hay una escena de la pareja de luna de miel; entonces ahora se están vendiendo paquetes de luna de miel turísticos a Parati para vivir lo que vivió la pareja. Hay que ser creativo.

¿Cómo dirías que está posicionada actualmente a nivel global Río Film Commission?

Debido al buen momento, Río está en una posición única. Hay otras film commissions que han hecho un trabajo fantástico en materia de incentivos, y quisiera mencionar específicamente a México porque ha logrado crear un incentivo que atiende a los intereses internacionales y también nacionales, que es el llamado incentivo de alto impacto. A través de IMCINE ofrece incentivo para proyectos de presupuesto alto, sin tocar a los dos programas de incentivos para el cine nacional que son el Foprocine y el Fidecine. En Brasil no hemos logrado un incentivo que llegue a los dos mercados, pero por otro lado tenemos una actividad maravillosa, y una promoción -debido a factores que hemos comentado- que ha hecho de Brasil lo que llamamos “el sabor del mes”. En Latinoamérica es el más conocido actualmente. Globalmente, hay otros sectores que ofrecen beneficios concretos. Nueva Zelanda ofrece un beneficio fantástico, por ejemplo. Por eso embarcamos en otro programa que es el convenio internacional. En Cannes firmamos un acuerdo con Film London, que es la comisión de filmaciones de Londres, para implementar una serie de actividades en conjunto. Estamos haciendo una trasferencia de tecnología de Londres para acá para saber cómo recibir los equipos televisivos y al periodismo para los Juegos Olímpicos. Y además hay intercambio de productores y proyectos que estamos haciendo. Pensamos implementar acuerdos con otras film commissions del mundo, una en cada región.

“Nuestro sector en Latinoamérica es básicamente un work in progress”.