• Adriana Castillo, coordinadora de programación de Iberseries Platino Industria

    Adriana Castillo.

Adriana Castillo, coordinadora de programación de Iberseries Platino Industria

El pasado 1 de octubre cerró sus puertas Iberseries Platino Industria (IPI), la nueva plataforma de industria creada en torno a los Premios Platino del Cine y el Audiovisual Iberoamericana. Con una clara apuesta por hacer converger el mundo de las series con el del cine, el evento reunió en Madrid a más de 1750 profesionales del sector que participaron en un ambicioso programa que incluyó más de 60 conferencias y sesiones de pitchings. Adriana Castillo, coordinadora de programación de IPI y gerente de relaciones institucionales de EGEDA México, realiza un primer balance de la edición inaugural de este evento.

 

¿Cómo surge Iberseries Platino Industria?

Iberseries Platino Industria surge de reunir dos propuestas que nacieron de manera independiente: Iberseries y Platino Industria. Organizado por la Fundación Secuoya, Iberseries se creó en 2020 con la intención de generar un espacio para abordar todo lo que tuviese que ver con la creación, el proceso y la promoción de series. Por otra parte, en EGEDA estábamos trabajando en el proyecto de Platino Industria para crear un mercado del audiovisual y el cine al que sumamos otras dos economías: el turismo y la educación. Platino Industria surgió como una consecuencia natural de los Premios Platino, un evento itinerante que cada año reúne más de 2000 invitados, distribuidores, productores, directores, desarrolladores de negocios, gente que se dedica a desarrollar o vender catálogos de cine y de audiovisual. Nos dimos cuenta de que, además de reunirnos para premiar a lo mejor del cine y del audiovisual iberoamericano, en los Platino había mucho networking informal y ahí surge nuestra propuesta de generar espacios profesionales de trabajo que incluyan una parte de mercado y otra de conferencias, dando cabida incluso a pitchings para apuntalar el desarrollo de historias y hacer alianzas con plataformas. La edición inaugural iba a tener lugar en 2020, pero no pudimos celebrarla por la pandemia, así que decidimos organizar una serie de webinars online. En 2021, tanto EGEDA como la Fundación Secuoya ven la posibilidad de sumar sendos proyectos para hacer un evento único en un año atípico en el que la gente nuevamente decidió arriesgar a salir a un festival y mercado de cine, y apostar por crear un evento híbrido único, físico y virtual.

¿Qué objetivos se plantearon con la puesta en marcha de IPI?

Uno de los principales objetivos era que los profesionales del sector se volvieran a reunir, además de apostar por recuperar la energía y el dinamismo que te dan los festivales y los mercados. En ese sentido, el reto era ofrecer una programación interesante, atractiva, con contenidos actualizados y lo suficientemente potente y útil para los asistentes. También apostamos por trabajar los pitchs en forma personalizada y para ello hablamos con cada una de las plataformas para conocer cuáles son sus necesidades y qué tipo de contenidos están buscando. En total organizamos siete convocatorias para los pitchings que incluían tanto proyectos en desarrollo y escritura como finalizados. Una vez finalizada la convocatoria, revisamos en profundidad cada uno de los proyectos para hacer una selección y poder coordinar reuniones exclusivamente con aquellos proyectos que cumplieran los requisitos de las plataformas.

¿Qué desafíos enfrentaron a la hora de diseñar el mosaico de la programación?

La dirección de Iberseries Platino Industria estuvo a cargo de Juan Alía de EGEDA y Samuel Castro por parte de la Fundación Secuoya. Desde esa unión comenzamos a construir lo que podíamos ofrecer a los invitados. Las primeras propuestas fueron las conferencias a las que Secuoya aportó su expertise en materia de series para traer a CEOs, directores, showrunners y plataformas de streaming, mientras que desde EGEDA aportamos todo nuestro conocimiento de la industria cinematográfica, incluyendo derechos de autor, catálogo audiovisual, distribución, financiamiento público y privado, sistemas de garantías públicas, contratos legales, etc. De esa forma se fueron conjuntando los intereses que cada uno tenía y se fue generando un mosaico de 60 actividades que se organizaron en ocho ejes: Financiación y modelos de negocio, Conversaciones con Plataformas y sus Estudios, Diálogos con la Industria, Creatividad, Market Intelligence, Keynotes y Masterclass, El Audiovisual como herramienta educativa y Sinergias entre el Turismo y el Audiovisual.

La pandemia modificó completamente los modelos de negocios, las formas de consumir, el tipo de contenidos que demanda el público, y está abriendo nuevas formas de establecer colaboraciones.

IPI fue uno de los primeros eventos en poner énfasis en la denominada inteligencia de mercado ¿Por qué han decidido integrar este tema?

La industria audiovisual se dedica a generar contenido que se comercializa, se vende y tiene inversores detrás, por eso se tienen que dar resultados. Y los resultados tienen que ser medibles y cuantificables. Aunque sea una historia lo que estás contando o lo que termina recibiendo el público como producto final, el proceso es el mismo de cualquier otro producto o servicio: hay toda una cadena de costos, de valores, de inversiones y de resultados que se tienen que garantizar cuando alguien invierte en una película o en una serie. Y en ese sentido termina siendo una faceta del sector que pocas veces se analiza, se conoce o se llega a entender.

Otras de las novedades ha sido la participación de representantes de fondos privados en una actividad de industria.

Trabajar con los fondos de inversión fue una propuesta que vino desde Secuoya. Es clarísimo que si no tienes un capital de riesgo para producir un proyecto audiovisual, difícilmente vas a sacar adelante lo que quieres contar, ya sea que se trate de una película o una serie. Un proyecto puede tener financiamiento público a través de fondos o fideicomisos, como los que ofrecen los institutos de cine de los distintos países, pero también sabemos que cada vez son más los inversionistas privados que quieren invertir en el desarrollo de productos audiovisuales. No cabe duda de que el lanzamiento de contenidos a través de las plataformas se ha convertido en un negocio redituable.

IPI logró reunir en sus actividades a varias plataformas de streaming, que suelen ser reacias a analizar en público sus estrategias.

Trabajar con las plataformas y entrar en contacto con las personas que toman decisiones en estas compañías que marcan las nuevas tendencias del mercado es fruto de las relaciones y de la cercanía que se tenga con ellas, pero también de lo interesante que les pueda resultar el espacio donde tienen la posibilidad de acercarse a los productores y distribuidores. Sin duda que una empresa como Secuoya o una asociación como EGEDA tienen muchos años que los acreditan en el mercado, con una amplia y vasta relación de relaciones públicas, un acercamiento de muchas formas con las plataformas y canales de televisión.

¿Cuál es el primer balance que realizan de esta edición inaugural de IPI?

A lo largo de cuatro días, IPI logró reunir a más de 1000 personas de 23 países, proveniente de distintas áreas del audiovisual. Como primer balance, creo que se logró reunir nuevamente al sector. La pandemia modificó completamente los modelos de negocios, las formas de consumir, el tipo de contenidos que demanda el público, y está abriendo nuevas formas de establecer colaboraciones. La situación de producir, de escribir y de difundir ya no es la misma y es algo que ha quedado claro en las charlas y en los testimonios que se han compartido. Creo que el programa ayudó a reflexionar para entender las nuevas formas de producir cine y series a nivel mundial. IPI se celebró tanto presencial como online y creo que el online llegó para quedarse. Sin duda que el encuentro y la cercanía son muy agradables y potentes, pero también nos dimos cuenta que, como evento, tenemos que aprender a jugar en ambos bandos.