Algo en común: una plataforma que apoya la creación de historias y a quienes las cuentan
“Creemos que importa tanto lo que cuenta la historia, como quien la cuenta”. Así presenta la Residencia Iberoamericana de Guion de la Fundación Algo en Común su director, Andrés Felipe Muñoz. Desde su sede en Cali, esta plataforma impulsa la creación de historias desde hace casi 10 años.
La Residencia, cuya quinta edición finalizó el 25 de septiembre, es el corazón de la Fundación Algo en Común. Organizada cada dos años durante un mes, la residencia reúne en Cali guionistas de ocho proyectos para trabajar sus futuros filmes con profesionales como la mexicana Beatriz Novaro, el argentino Santiago Loza, la colombiana Gerylee polanco o la argentina Natalia Smirnoff. Por allí han pasado más de una treintena de proyectos, incluyendo los largometrajes colombianos de animación “El susurro del mar” de Marcela Rincón, que vuelve tras “El libro de Lila”, y “Len y el canto de las ballenas” de Joan Millán; el peruano “Diógenes” de Leonardo Barbuy; la coproducción argentino-española “Ana no duerme” de Daniel Gil y la película ya finalizada de la venezolana Patricia Ortega “Yo, imposible”.
En el marco de la Residencia, Algo en Común también organiza un espacio de conexión para ayudar a viabilizar los proyectos que tiene previsto independizarse y tomar una identidad propia. Entre los mercados y productoras que participaron este año destacan SANFIC, Bolivia Lab, Filmarket Hub, WePlot, Dynamo, Fosfenos Media, MadLove, Piano y Ciudad Lunar, entre otros.
En simultáneo, la plataforma caleña viene desarrollando otras iniciativas multiforma para fortalecer la creación. Como consecuencia de la pandemia, y a iniciativa del guionista argentino y asesor de la plataforma Pablo Solarz, el año pasado surgió En Paralelo, un espacio virtual que brinda herramientas para fomentar la escritura creativa. Cursos, asesorías y sesiones creativas alimentan a una comunidad integrada por un centenar de personas de todo el continente.
Liderada por el productor y consultor Andrés Felipe Muñóz, Algo en Común también desarrolla espacios formativos “a demanda” como el Laboratorio de Guion de FICCAli o las charlas ALAPAR. LatAm cinema conversó con Muñoz poco después del cierre de la quinta edición de la Residencia sobre la identidad y las perspectivas a futuro de esta actividad.
¿Qué balance hacen de la quinta edición de la Residencia?
Esta edición nos sorprendió gratamente. La pandemia nos planteó un reto y logramos mantener la esencia de la Residencia a través de un formato 80% presencial, con algunas actividades virtuales. Seguimos apostando por potenciar proyectos y guionistas a través de un espacio que ofrece el tiempo necesario y el entorno adecuado para el crecimiento de las historias, la exploración creativa y el intercambio.
Con más de 370 guiones de largometraje de 24 países, este año crecimos en convocatoria. Esto nos ha dado una visión amplia de lo que se está escribiendo en Iberoamérica: temas y géneros de interés, así como una radiografía de las principales necesidades formativas de los guionistas.
Gracias al apoyo de Ibermedia, el Ministerio de Cultura y la Alcaldía de Cali, logramos becar a todas las personas que participaron en la Residencia. Seleccionamos ocho proyectos de Chile, Colombia, España, México y Venezuela, que tras cinco semanas de inmersión fueron presentados ante productoras. Se realizaron más de 60 reuniones, donde sentamos a residentes con invitados afines a los proyectos y con potencial para desarrollar conexiones de alto valor.
¿Cuáles son las principales necesidades formativas que han detectado de parte de los creadores regionales en estas cinco ediciones? ¿Qué buscan?
Cada vez estamos más convencidos de que el fortalecimiento práctico de los relatos debe ser inherente a los procesos de formación: para aprender a hacer, hay que hacer. Sentimos que, desde ese punto de vista, las creadoras y creadores regionales buscan y agradecen los espacios de escritura, reescritura, experimentación y acompañamiento. Por otro lado, ya más desde el contenido, uno de los mayores retos es generar subtextos contundentes -y no por eso menos sutiles- en nuestras historias, dar su lugar e importancia a aquellos mensajes implícitos y cruciales de lo que queremos decir y por qué lo queremos decir. También es muy importante mencionar la inclinación constante hacia el ‘cine de género’ y la forma en que éste se plasma en un contexto latinoamericano. Esta exploración demanda un entendimiento de las convenciones y las estructuras, así como de las opciones para experimentar con ellas, romper con los lugares comunes traídos de la tradición hollywoodense y llevarlas al siguiente nivel.
Cada vez estamos más convencidos de que el fortalecimiento práctico de los relatos debe ser inherente a los procesos de formación: para aprender a hacer, hay que hacer.
¿Qué perfil de proyectos buscan para la Residencia?
Nuestro equipo curatorial ha sido bastante meticuloso en evaluar la calidad narrativa de los proyectos, más allá de temáticas y géneros específicos. Sin embargo, me gustaría hacer énfasis en la importancia tanto de lo que cuenta la historia, como de quien la cuenta. Lo que buscamos es la perspectiva única, la articulación del punto de vista, el universo del autor o autora, las motivaciones y el relato mismo; es exclamar al terminar de leer un guion: “esto sólo lo pudo haber escrito una persona y es esta persona”.
El panel de asesores es parte de la identidad del evento. ¿Cómo piensan esa selección en cada edición?
Hay dos condiciones relevantes en la selección de asesoras y asesores. La primera tiene que ver con su actividad en el sector audiovisual, pues buscamos personas con una trayectoria relevante en el hacer. Por otro lado, es para nosotros igual de importante considerar su sensibilidad frente a la diversidad de los universos planteados en las historias, así como su generosidad a la hora de entablar conversaciones de formación y fortalecimiento de proyectos. Hemos tenido la fortuna de contar en este rol con profesionales como Beatriz Novaro (México), Santiago Loza (Argentina), Juan Pablo Félix (Colombia), Gerylee Polanco (Colombia), Pablo Solarz (Argentina) y Natalia Smirnoff (Argentina). Estos mismos criterios los tenemos a la hora de escoger a nuestras invitadas e invitados especiales, que varían en cada edición. Estos mismos criterios los tenemos a la hora de escoger a nuestras invitadas e invitados especiales que varían en cada versión: Paula Markovitch (Argentina), Paz Alicia Garciadiego (México) y Senel Paz (Cuba).
¿Nos podrás contar un poco más sobre los encuentros de conexión entre proyectos y mercado?
Nuestros programas de conexión en Algo en Común buscan que las historias se conviertan en realidad. El Encuentro con Productores, que nace en la Residencia y lleva cuatro versiones, tiene esta finalidad de conectar los ocho proyectos residentes con la industria para posibilitar su continuidad. Este espacio tiene dos características fundamentales: a los residentes les garantizamos la generación de conversaciones cercanas con profesionales de alto renombre que fueron seleccionados según su afinidad a cada película. Por otra parte, a esas productoras convocadas les garantizamos que van a conocer de primera mano historias de alto potencial que han pasado ya por un proceso minucioso de curaduría y cinco semanas de fortalecimiento.
Hemos tenido una muy buena devolución por parte de las productoras invitadas y los proyectos que han entrado en coproducción. Esto es cada vez más importante para nosotros, ya que la continuidad de los proyectos es uno de nuestros principales indicadores. Por esta razón, el Encuentro se independizará de la Residencia y tomará una nueva identidad que ya estamos construyendo. Con esto buscamos también descentralizar los eventos de industria en el país y crear metodologías que hagan más efectivos estos espacios.
¿Cuáles son las perspectivas de Algo en Común a corto y mediano plazo?
A corto plazo buscamos generar puentes y afianzar lazos con otros espacios de fortalecimiento de proyectos en Latinoamérica. Estos programas tienen un papel muy importante en el desarrollo del sector audiovisual y el trabajo en red nos permitirá potenciar eso, compartir conocimientos y crecer desde la región. También queremos incursionar en otros formatos audiovisuales además del cine y crear nuevos programas que abarquen temas específicos. A mediano plazo, planeamos consolidar una plataforma de conexión que reduzca la brecha entre la escritura y la producción de los proyectos, y que a su vez impulse nuevos talentos e historias diversas.