Andrea Stavenhagen, Coordinadora del Encuentro Iberoamericano de Coproducción de Guadalajara
Desde sus inicios, en 2005, el Encuentro Iberoamericano de Coproducción de Guadalajara ha conseguido uno de sus principales objetivos: promocionar proyectos iberoamericanos de ficción entre productores e inversores interesados en coproducir. LatAm cinema habló con la coordinadora del evento sobre su pasado, presente y futuro.
¿Qué balance hace de las dos primeras ediciones del encuentro?
El Encuentro comenzó en 2005 con mucho entusiasmo pero con algunos fallos de operación, producto de la poca experiencia, que ya hemos superado. Sin embargo, desde la primera edición, los proyectos seleccionados para participar fueron de muy buen nivel creativo y con amplias posibilidades de obtener coproducción. Asimismo, logramos reunir un significativo grupo de potenciales coproductores. Eso hizo que el Encuentro adquiriera, desde el principio, una importancia en el ámbito latinoamericano que hemos logrado fortalecer.
¿Cuáles han sido los primeros resultados del evento?
Varios proyectos de los participantes en las dos primeras ediciones del Encuentro han sido filmados, algunos ya estrenados, y otros se encuentran en preproducción. El proyecto mexicano ganador de la primera edición, “Párpados azules”, de Ernesto Contreras, se encuentra ya concluido y muy probablemente se estrene en esta edición del festival. Como organizadores nos alienta ver estos resultados y constatar que varios de los acuerdos de producción establecidos fueron resultado de la participación en el evento.
¿Cuáles son las novedades para esta tercera edición?
Hemos incluido 22 proyectos, a diferencia de los otros años en que habíamos seleccionado solamente 20. Esto se debió a la gran respuesta que obtuvimos a la convocatoria y al buen nivel de los proyectos inscritos. Con un esfuerzo presupuestal adicional, logramos invitar a representantes de dos proyectos más. Por otro lado, contamos con el apoyo de TVE, que dará un premio de adquisición de derechos de antena. Esto es muy importante, pues manifiesta el interés que despiertan las propuestas de jóvenes realizadores latinoamericanos para la audiencia europea.
¿Qué tiene que tener un proyecto para ser seleccionado en el encuentro?
Se ha hecho un esfuerzo por elegir proyectos que reúnan cualidades narrativas y cinematográficas, y que representen posibilidades de coproducción internacional. Esto es que, sin perder una identidad propia, logren interesar a productores de otras regiones, pensando en una eventual distribución que cruce las fronteras del país de origen del proyecto.
Buscamos proyectos que encierren la mirada propia de su realizador, que sean propuestas personales y originales, tanto en temática como en estilo, y que mantengan un vínculo de identidad importante con nuestras regiones. No es requisito que sean primeras o segundas películas, pero muchos de los proyectos presentados así lo han sido. Con respecto al presupuesto, el rango de proyectos oscila entre los 400 mil y los dos millones de dólares.
La participación de fondos de inversión y de productoras extranjeras interesadas en la coproducción es clave en este tipo de eventos. ¿Cree que el interés por producir cine latinoamericano ha aumentado en los últimos años?
Creo que ha habido, efectivamente, un repunte del interés sobre el cine latinoamericano producto, evidentemente, de propuestas interesantes de jóvenes realizadores. Sin embargo, hay diversos fondos de apoyo a la producción cinematográfica que han contribuido, desde hace ya varios años, al desarrollo de la cinematografíca de América Latina, no solamente en tiempos recientes. Este año, para exponer las políticas y el perfil de desempeño de algunas de estas iniciativas, nos acompañarán representantes del Festival de Cine de San Sebastián para presentar la sección de Cine en Construcción; del Festival de Cine de Rótterdam, para presentar el Fondo Hubert Bals y Cinemart; del Worl Cinema Fund de la Berlinale; del Fondo de Ayuda al Desarrollo de Guión del Festival de Cine de Amiens; de la fundación holandesa Movies that Matter; del fondo del Festival de Cine de Goteborg, Suecia; del Fondo de Inversión y Estímulos al Cine (FIDECINE), entre otros.
¿Por qué la coproducción se ha convertido en una herramienta clave para sacar adelante proyectos desde Latinoamérica?
Además de la posibilidad que la coproducción abre para completar el esquema financiero, para la obtención de los recursos (siempre un tema de preocupación, en mayor o menor medida, para la cinematografía latinoamericana), se presenta también el tema de la distribución. Una coproducción internacional representa diversos potenciales mercados para la distribución, multiplica audiencias en sus diversas ventanas de exhibición.
G.M.