Cannes 2016: César Augusto Acevedo, director de “Los pasos del agua”, selección Semana de la Crítica
Regresas a Cannes, esta vez con un cortometraje que se ha realizado hace un tiempo. ¿Cómo ha sido el proceso de este cortometraje?
“Los pasos del agua” fue la primera película que realicé, mi primer mirada. El rodaje se llevó a cabo en el año 2012 con un presupuesto de 500 dólares y fue realizado por un equipo de siete personas durante tres días. Al principio el plan era grabarlo en dos etapas, pero debido a que nunca conseguí más financiación y sobre todo a que uno de los actores desapareció, nunca pudimos regresar a terminar lo que faltaba. Luego me embarqué en otros proyectos, entre esos, el rodaje de “La tierra y la sombra”, y por esa razón sólo hasta principios de este año logramos finalizar la postproducción con el material que teníamos.
El corto propone una reflexión sobre la violencia, ¿de qué manera se aborda?
La necesidad de hacer este cortometraje nació de la culpa de vivir en uno de los países más violentos del mundo (Colombia), un lugar que te obliga a insensibilizarte hacia el dolor de los demás, donde por momentos no sólo olvidamos el valor de la vida, sino también el significado de la palabra dignidad. Yo no quería sentirme así, no quiero ser así, por eso intenté contar una historia que nos obligara a replantear nuestro cinismo, que nos permitiera reflexionar acerca de nuestra indiferencia. Partí de una realidad que siempre me ha horrorizado: los ríos en este país se han convertido en cementerios. Aquellas corrientes que fluyen llenas de vida, arrastran consigo la tragedia de miles de personas que han muerto sin tierra y sin nombre. Pero mi intención no sólo era mostrar esto sino también tratar de exponer una idea: el horror de la violencia sólo se puede enfrentar a través de actos de generosa humanidad.
De alguna manera, hiciste un camino inverso en cuanto a formato. ¿Cómo fue el dar forma a una historia breve tras realizar un largo?
Aunque el guion de mi primer largometraje lo escribí antes de realizar “Los pasos del agua”, el rodaje del cortometraje fue en 2012 y el de la película en 2014. De todas maneras, no fue fácil confrontar el material después de tanto tiempo, ya que ahora tenía un poco más de experiencia y los errores cometidos pesaban un poco más. Igualmente había una necesidad muy grande de terminarlo, no sólo por la importancia que para mí tiene abordar estas temáticas, sino también porque ese cortometraje se convirtió en un ejercicio muy valioso con el que empecé a construir mi mirada.
Los ríos en este país se han convertido en cementerios. Pero mi intención no sólo era mostrar esto sino también tratar de exponer una idea: el horror de la violencia sólo se puede enfrentar a través de actos de generosa humanidad.
A un año de obtener la Cámara de oro en Cannes, ya puedes evaluar su repercusión en su justa medida. ¿Qué ha representado ese logro para tu carrera?
Los premios obtenidos en Cannes son un reconocimiento muy valioso para todo el equipo que luchó durante tantos años para sacar este proyecto adelante, pero somos conscientes de que esto es como una burbuja y lo mejor es mantener los pies en la tierra porque aún tenemos mucho por aprender. Tal vez la repercusión más importante es que esto le dio una mayor visibilidad a la película, lo cual nos permitió compartirla en muchos países a una gran cantidad de espectadores. En cuanto a mi carrera, es fácil exponer lo que ha pasado: en un año no he recibido ni una sola oferta laboral en mi país. Y si alguien se imagina que hay una fila de gente esperando a financiar mis nuevos proyectos, me parece importante aclarar que esto no es así, lo cual me tranquiliza un poco porque por lo menos me da la esperanza de que en la industria del cine, a la hora de encontrar financiación lo que más pesa no son los premios sino el valor y la necesidad de las películas. Yo simplemente me siento muy afortunado de que tanta gente haya encontrado cosas valiosas en nuestro película, pero eso ya pasó y simplemente queda seguir trabajando con más dedicación para poder sacar adelante mi segundo largometraje.
¿Consideras a Cannes una plataforma para el lanzamiento de nuevos talentos, pese a que el foco está puesto en los consagrados?
Por supuesto que Cannes es un festival que debido a su prestigio puede ayudar a impulsar las carreras de los nuevos directores, pues no sólo les brinda la oportunidad de compartir sus películas, sino que también les abre más posibilidades en materia de distribución y exhibición. Pero es importante aclarar que el talento de un director no dependerá nunca de su participación en festivales, sino más bien del valor y la honestidad que expresen en sus miradas, las cuales son fruto del trabajo disciplinado y la continua reflexión y búsqueda en términos estéticos.
¿En qué proyecto trabajas actualmente?
En estos momentos me encuentro en la postproducción de otro cortometraje que se titula “La Campana”. También me encuentro desarrollando el guion de mi segundo largometraje, en el cual me interesa hablar nuevamente de la violencia que se vive en mi país, de lo insensibles que nos hemos vuelto como sociedad y lo difícil que es sentir que a veces no nos une más que la indiferencia. Pero planeo hacerlo desde el punto de vista de los muertos, pues es la historia de unos fantasmas que emprenden su camino al cielo reconstruyendo su historia familiar pero también su historia de violencia. Quisiera reflexionar acerca de cómo este conflicto no sólo ha destruido los cuerpos sino también los espíritus.