Diego Lerman, director de “Refugiado”

Tras participar en 2010 con “La mirada invisible”, Diego Lerman regresa a la Quincena de Realizadores del Festival Internacional de Cine de Cannes. “Refugiado”, protagonizada por Julieta Díaz, es una película que el director define como una “road movie urbana y doméstica”; una historia que se narra a través de la mirada de un niño y que habla sobre lo que genera la violencia. Producida por Campo Cine, tiene como coproductores a Burning Blue (Colombia), Staron Films (Polonia), Bellota Films (Francia), Río Rojo y Gale Cine (Argentina).

¿Qué es lo que cuenta “Refugiado”?
Básicamente cuenta el viaje de una madre y un hijo forzado a raíz de una situación de violencia, mientras buscan un refugio en dónde esconderse. “Refugiado” es para mí una road movie urbana y doméstica. No es una película estrictamente de género pero tiene momentos de thriller también.

Esta película se narra desde el punto de vista de un niño. ¿Por qué te interesó esa mirada?
Si hay algo que me conmueve enormemente a partir de haber sido padre y observar crecer a mis hijos, es la mirada de pureza, de inocencia y sabiduría al mismo tiempo que tienen los niños. Ese lugar no contaminado por el mundo adulto, desde dónde miran la realidad y desde dónde la construyen me resulta absolutamente atractivo.

¿Cómo se aborda el tema de la violencia?
La violencia está en fuera de campo. Más que la violencia en sí misma, lo que se muestra la película es lo que la violencia genera, es decir, los rastros de la violencia. De alguna manera la trama de “Refugiado” tiene más que ver con las consecuencias de la violencia, todo eso desde el lugar de un niño que está en formación, en una edad en que son una especie de esponja en la que absorben todo de la realidad que los rodea para irse constituyendo en personas autónomas.

¿Cuál consideras que es la particularidad de esta película dentro de tu filmografía?
Cada vez siento más que las películas son la suma de muchas decisiones, en mi caso, estar involucrado tanto en el guión como en la producción y la dirección me hace que piense en la forma de encarar las películas de manera integral. Quería que “Refugiado” fuese una película viva y emocional, que se vaya construyendo a medida que avanza, que fuese impredecible pero verosímil.

¿Cómo la relacionas con tus películas previas?
Yo la hice pensando que era una película muy cercana a "Tan de repente" en su concepción aunque tenga otro tono. Pero cierto lugar de viaje inesperado e impredecible me atrajo nuevamente. Claramente tiene el espíritu de “Tan de repente” aunque “Refugiado” fue hecha con más recursos, con un equipo guerrero pero a la vez experimentado y profesional, y con una experiencia de mi parte y de nuestra productora Campo Cine aprendida a lo largo de varios años de actividad. Hay cierto cuidado de la puesta en escena que también la emparenta a "La mirada invisible". En ese aspecto trabajé de la misma manera, cada mañana en que llegaba al set decidía cómo íbamos a filmar. No había un plan previo. Tener un nene de co-protagonista también me obligaba a estar muy atento en la filmación e ir cambiado sobre la marcha si veía que algo no funcionaba.

Previamente participante en Cannes con “La mirada invisible”. Con esa experiencia, ¿cómo te tomas esta nueva participación?
Estoy muy contento con el hecho de que la hayan seleccionado. Cada vez es más difícil comercializar las películas a nivel internacional. Cannes es un lugar único para mostrarla e intentar tener la atención de distribuidores internacionales, de la crítica, y de los programadores de otros festivales. Eso me hace estar ilusionado con que esta nueva película pueda hacer un amplio recorrido internacional, tal como lo tuvo la película anterior y también espero me ayude a que me tengan confianza distintos productores para poder hacer otras películas que tengo proyectadas.

“Cada vez es más difícil comercializar las películas a nivel internacional”.